Ruth Élisabeth Hurtado:
Los experimentos secretos del gobierno de EE.UU. con sus ciudadanos
(1931) Cáncer: El Instituto Rockefeller de Investigaciones Médicas infectó a sujetos humanos con células cancerígenas. El Dr. Cornelius Rhoads estableció las instalaciones de guerra biológica del ejército estadounidense en Maryland, Utah y Panamá y comenzó una serie de experimentos de exposición a la radiación en pacientes de hospitales gubernamentales y civiles.
(1932) La sífilis: En el Estudio de la Sífilis de Tuskegee, doscientos hombres negros diagnosticados de sífilis nunca fueron informados de su enfermedad y fueron utilizados como conejillos de indias humanos para comprender mejor los síntomas de la enfermedad. Ninguno de los hombres recibió ningún tipo de tratamiento, y sólo setenta y cuatro sobrevivieron.
(1935) Deficiencias alimentarias: Millones de personas habían muerto de pelagra, una deficiencia dietética, en poblaciones negras afectadas por la pobreza. El Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos actuó finalmente para frenar la enfermedad y admitió que conocía las causas de la pelagra desde hacía más de dos décadas.
(1940) Malaria: Con el fin de medir la capacidad de los medicamentos experimentales diseñados para combatir la malaria, se infectó a cuatrocientos prisioneros en Chicago con la enfermedad.
(1942) Gas mostaza: Cuatro mil militares, en su mayoría adventistas del séptimo día que eran objetores de conciencia, sirvieron como conejillos de indias humanos para experimentos con gas mostaza.
(1947) Inyecciones radiactivas: La Comisión de Energía Atómica de Estados Unidos comenzó a administrar dosis intravenosas de materiales radiactivos a sujetos humanos.
(1947) Psicodélicos: En sus esfuerzos por evaluar el LSD como arma potencial o suero de la verdad, la Agencia Central de Inteligencia administró dosis de la poderosa droga alucinógena a sujetos humanos, civiles y militares, a menudo sin su conocimiento o consentimiento.
(1950) Radiación: Con las armas nucleares aún en sus inicios, el Departamento de Defensa detonó dispositivos nucleares en zonas desérticas y luego monitoreó a los civiles desprevenidos en las ciudades a favor del viento de las explosiones para detectar problemas médicos y tasas de mortalidad.
(1950) Guerra bacteriológica: La Marina de los Estados Unidos roció una nube de bacterias sobre San Francisco para probar cómo respondería una gran ciudad a ataques biológicos más letales. Muchos residentes enfermaron con síntomas similares a los de la neumonía.
(1955) Agentes biológicos: En un experimento para probar su capacidad de infectar poblaciones humanas con agentes biológicos, la Agencia Central de Inteligencia liberó bacterias en el área de Tampa, Florida.
(1956) Fiebre amarilla: Se liberaron mosquitos infectados con fiebre amarilla sobre Savannah, Georgia, y Avon Park, Florida. Los especialistas en enfermedades del ejército de EE.UU., haciéndose pasar por funcionarios de salud pública, hacen pruebas a los residentes de la zona para detectar los efectos.
(1965) Dioxina: Los reclusos de la prisión estatal de Holmesburg, en Filadelfia, fueron dosificados con dioxina, el componente químico tóxico del Agente Naranja utilizado en Vietnam.
(1966) Guerra bacteriológica: Más de un millón de civiles estuvieron expuestos a la guerra bacteriológica cuando los científicos del ejército estadounidense dejaron caer bombillas llenas de bacterias en las rejillas de ventilación del metro de Nueva York.
(1977) Contaminación: Las audiencias del Senado revelaron que entre 1949 y 1969, 239 áreas altamente pobladas, incluyendo San Francisco, Washington, D.C., Cayo Hueso, Ciudad de Panamá (Florida), Minneapolis y San Luis, habían sido contaminadas con agentes biológicos.
(1978) Hepatitis B: Los Centros de Control de Enfermedades preguntaron específicamente por los varones homosexuales promiscuos cuando probaron una vacuna experimental contra la hepatitis B en Nueva York, Los Ángeles y San Francisco. Tres años más tarde, en esas mismas ciudades, se confirmaron los primeros casos de SIDA en hombres homosexuales.
Otra forma en que puedes comenzar a remediar los bloqueos energéticos es enfocarte en el agradecimiento. Cuando te sientes agradecido, ¡no te puedes enfocar en los bloqueos! Este es un buen hábito para desarrollar.
Recuérdate a ti mismo que todos tus deseos están en camino, y que el Universo decidirá cuándo y cómo recibirás tu respuesta. Esto te ayuda a liberar tu energía, y eso también minimiza los bloqueos que enfrentamos.
Usa este consejo para darte alivio inmediato cuando las cosas te depriman. El agradecimiento surgirá y permitirá que el siguiente paso se desarrolle para que tus deseos se manifiesten.
5. Cree en tus instintos
Todo lo que pasa en este momento se da por una razón. Deja que el Universo lo maneje por ti. El «cómo» y el «cuándo» no están en tus manos.
Tu rol es tomar acciones guiadas por tus instintos. Si algo se siente bien, debes seguirlo. Si algo se siente mal, debes evitarlo.
Cuando crees en tus instintos, dejas que el Universo guie tus acciones para mostrarte el camino hacia la felicidad.
Aprender a fluir con el Universo no es un proceso que sucede de la noche a la mañana, pero este paso es crucial porque los bloqueos pueden causar grandes problemas en tu vida. Para empezar, puedes aprender más sobre la Ley de Atracción.
¡Limpiar los bloqueos energéticos te alineará con una vida llena de satisfacción y felicidad!
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