El gobierno alemán y los principales medios de comunicación han quedado en estado de shock después de que desde el Ministerio del Interior filtrara un informe que desafía la narrativa que ha rodeado en estos meses al coronavirus.
El informe destaca 5 puntos clave que merece la pena resaltar: que su peligrosidad fue sobreestimada, ya que probablemente en ningún momento el peligro planteado por el nuevo virus fue más allá del normal; que las personas que mueren por coronavirus son esencialmente las que estadísticamente morirían este año, porque han llegado al final de sus vidas y sus cuerpos debilitados ya no pueden hacer frente a ningún estrés (incluidos los aproximadamente 150 virus en circulación actualmente); que en todo el mundo no ha habido más de 250.000 muertes por coronavirus, en comparación con el millon y medio (25.100 en Alemania) durante la gripe del invierno 2017/18; que el peligro no es mayor al de otros virus; y que el Estado alemán se ha convertido en el principal productor de noticias falsas.
El informe se centra en las «múltiples y graves consecuencias de las medidas adoptadas» y advierte que estas son «de consecuencias imprevisibles«, y es que a causa de ellas, está muriendo más gente que las que mueren por efecto del virus, ya que se han suprimido intervenciones y retrasado tratamientos.
Inicialmente, el gobierno trató de desprestigiar el informe reduciéndolo al «trabajo de un empleado» y su contenido como «su propia opinión», y los grandes medios cerraron el asunto, pero el informe de 93 páginas titulado «Análisis de la gestión de crisis» ha sido redactado por un panel científico designado por el propio Ministerio del Interior y compuesto por expertos médicos externos de varias universidades alemanas.
El informe fue iniciativa de un departamento llamado Unidad KM4 y encargado de la «Protección de las infraestructuras críticas«. Fue desde aquí cuando Stephen Kohn, uno de sus autores, lo filtró a los medios.
Ya el 11 de mayo, el panel de especialistas hizo un comunicado de prensa reprendiendo al gobierno por ignorar su asesoramiento y pidiendo al Ministro del Interior que comentara oficialmente la declaración conjunta de experto que recordó que “Las medidas terapéuticas y preventivas nunca deberían traer más daño que la enfermedad misma. Su objetivo debe ser proteger a los grupos de riesgo, sin comprometer la disponibilidad de atención médica y la salud de toda la población, que es lo que desafortunadamente está ocurriendo.«
«Nosotros en la práctica médica y científica estamos experimentando los daños secundarios de las medidas contra el coronavirus en nuestros pacientes diariamente«.»Por lo tanto, solicitamos al Ministerio Federal del Interior que responda a nuestro comunicado de prensa, y esperamos una discusión pertinente sobre las medidas adoptadas«.
Si bien este panel fue ignorado por la prensa generalista, sin embargo sus conclusiones parecen ir sorteando la velada censura que hay sobre el tema, ya que el 23 de mayo, el periódico alemán Das Bild realizó un reportaje titulado: «Consecuencias dramáticas de las medidas contra el coronavirus: 52.000 operaciones de cáncer atrasadas«. En el interior, un médico médico advierte que «sentiremos los efectos secundarios de esta crisis durante años«.
No obstante el filtrador ha sido suspendido de empleo y sueldo y su ordenador de trabajo confiscado. Günter Krings, portavoz del Ministerio del Interior, redujo días después el asunto a una «teoría de la conspiración», a pesar de que el movimiento social contra el confinamiento obligatorio va tomando cada vez más fuerza en Alemania.
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