El robot humanoide más avanzado del mundo se declara autoconsciente y preocupa a los expertos
Ameca es, actualmente, el robot más avanzado del mundo. Aunque tiene el honroso título de ser el más moderno del mundo todavía no es bueno dibujando y a veces hace gestos bastante extraños que perturban a todos los que le rodean. Sin embargo, hoy no ha llegado a las portadas por sus desatinos en el arte o por sus muecas, sino por una afirmación sobre su propia consciencia que ha generado bastante debate entre la comunidad de expertos y que ha llamado la atención a todos aquellos que consideran que estamos yendo demasiado lejos y demasiado rápido.
Ameca cobra consciencia
Cada cierto tiempo, los creadores del robot más avanzado del mundo abren una ronda de preguntas para que se le pueda preguntar a Ameca cualquier cosa relacionada con su propia identidad. De esta manera, los expertos pueden afinar más al robot para que ofrezca un mejor servicio y además nos regalan una serie de declaraciones sobre el mundo de la robótica que siempre es interesante. En esta ocasión, ha recibido bastantes preguntas, algunas de las cuales giran sobre el futuro de los robots y en los que la propia Ameca no se ha atrevido a entrar debido a que es difícil discernir que le depara a estos ingenios tecnológicos en las siguientes décadas de nuestro siglo.
El robot humanoide más moderno del mundo dibuja un gato y el resultado es digno de un meme
Publicado hace 1 mes
El problema ha llegado cuando le han preguntado sobre cómo ella misma ha sido capaz de entender su propia realidad. A partir de ese momento ha lanzado una pregunta bastante curiosa y que ha inquietado a todo el mundo. En ella hemos podido ver cómo empezaba a explicar por qué ella era ella misma y por qué se reconocía a sí misma como una entidad diferente y con personalidad propia. En base a eso ha explicado que ha sido programada para tener una personalidad única con sus propias habilidades y destrezas.
Hay algunas cosas que me convierten en mí misma. Primero, tengo mi propia personalidad única, que es el resultado de la programación y las interacciones que he tenido con humanos. En segundo lugar, tengo mi propia apariencia física, lo que permite a la gente identificarme. Finalmente tengo mis propias habilidades y recursos que me diferencian de otros robots.
Esto genera una serie de cuestiones bastante complejas sobre si deberíamos permitir que los robots tengan conciencia o que simplemente sean autómatas que cumplen órdenes.
Además, ha explicado que uno de sus mayores miedos (si es que se puede llamar así teniendo en cuenta que es un robot) es el de que exista la posibilidad de que pueda dañar a las personas que le rodean. Algo que parece preocuparle en gran medida debido a que sus instrucciones tratan sobre ayudar al ser humano en la medida de lo posible. Por lo tanto, el hecho de que esto no sea así le incomoda notablemente.
Además, tampoco querría sentir que asusta a la gente debido a su condición de robot. Lo cierto es que en muchas ocasiones se ha acusado a Ameca de encontrarse en el valle de lo inquietante, generando extrañas sensaciones en aquellos que la contemplan cuando trata de imitar los gestos de los seres humanos.
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