Un informe de UGT pone de relieve cómo este colectivo ha sufrido más desempleo y más precariedad como consecuencia de las reformas de 2010 y 2012.
Los mayores de 55 años han sido los que más han sufrido las consecuencias de las reformas laborales de 2010 y 2012 según pone de relieve un informe de UGT que refleja cómo este colectivo ha sufrido con mayor dureza el desempleo y la precariedad.
El informe, titulado ‘Mayores de 55 años en el mercado de trabajo español’, muestra cómo, por un lado, este colectivo ha tenido que aceptar subempleos, temporales y parciales; muchos de ellos han sido golpeados por el desempleo y por el paro de larga duración; y han visto cómo su pensión se ha reducido año a año.
En este sentido, según UGT, de las 269.700 personas mayores de 55 años que tienen una jornada a tiempo parcial en 2016, un 52,2% es involuntaria, por no encontrar un trabajo a tiempo completo, 32 puntos por encima de la tasa de parcialidad involuntaria registrada en 2007.
Además, en 2016, de los 4,48 millones de desempleados contabilizados por laEPA, 580.130 se encontraban en el grupo de edad por encima de los 55 años. Es decir, un 13%.
Asimismo, mientras el número total de personas desempleadas ha crecido en el periodo un 143%, entre los 55 y más años lo ha hecho un 322%, pasando de 137.500 parados de esa edad a 580.130.
La tasa de desempleo de las personas con más de 55 años se ha multiplicado por tres desde 2007, pasando de un 5,7% a cerca del 16,4% en 2016.
Entre los mayores de 55 años, el porcentaje de parados de larga duraciónalcanzó un 50,8% en 2007 y se elevó hasta el 76,2% en 2016.
Entre los mayores de 55 años, el porcentaje de parados de larga duraciónalcanzó un 50,8% en 2007 y se elevó hasta el 76,2% en 2016.
Esta situación de desempleo y las restricciones que tienen de acceso a la protección por desempleo, señala el informe, ha conducido a un descenso de las coberturas de este colectivo.
De los 1.984.376 beneficiarios de prestaciones por desempleo contabilizados en diciembre de 2016, 573.392 tenían más de 55 años (un 28,9%).
Además, el efecto desánimo ha crecido entre los mayores de 55 años, debido a la falta de oportunidades de empleo y formación y a la ausencia de políticas activas de empleo para este colectivo.
Para UGT resulta imprescindible un plan de choque por el empleo que proteja a este colectivo.
En primer lugar, cre necesario rescatar de la inactividad a las personas afectadas por el desánimo, implantando planes de sensibilización que incluyan una oferta de servicios públicos de orientación, formación, recualificación e inserción.
Paralelamente, el sindicato aboga por una acción inmediata sobre estas personas desempleadas que no reciben ninguna prestación, combinando una prestación con medidas de políticas activas de empleo.
En este sentido, aboga por extender el subsidio de mayores de 55 años desde los 52 años hasta la edad de jubilación, de manera que las personas desempleadas en ese tramo de edad queden cubiertas.
Además, el sindicato propone para este año un aumento de la dotación presupuestaria de los Servicios Públicos de Empleo para atender las necesidades específicas de los desempleados mayores de 55 años y desarrollar una línea de contratos públicos socialmente responsables donde se priorice la contratación de desempleados mayores de esta edad.
Pensiones más bajas
La situación de desempleo de larga duración que padecen los mayores de 55 años está afectando negativamente a su pensión, produciendo un recorte de hasta el 40%.
Si el salario medio bruto anual para esa edad (según la última Encuesta de Estructura Salarial de 2014 del INE) es de 27.360,02 euros, con un porcentaje de cotización total por contingencias comunes del 28,30%, cada mayor de 55 años deja de cotizar anualmente 7.743 euros, por lo que la Seguridad Social deja de ingresar al año alrededor de 5.984 millones de euros.
En el año 2016, el número de beneficiarios total de la prestación de desempleo alcanzó los 1.984.376 (a diciembre), ingresando la Seguridad Social en concepto de cotizaciones sociales de desempleo la cantidad de 6.716,53 millones de euros.
De estos beneficiarios, 573.392 tenían más de 55 años, por lo que la Seguridad Social recaudó alrededor de 1.941 millones.
Es decir, se estaría dejando de recaudar alrededor de 4.043 millones de euros procedentes de este colectivo, algo extremadamente grave si tenemos en cuenta la situación actual del Sistema Nacional de Seguridad Social en nuestro país.
UGT denuncia que el Gobierno, sin embargo, persiste en una reforma de 2013 que ha implicado una reducción de las personas que pueden acceder al subsidio, al condicionar el acceso al mismo a rentas que cada vez son más bajas y al ampliar la edad en la que se puede acceder al subsidio (55 años, frente a los 52 años anteriores); y una minoración del tiempo de percepción del subsidio, que, como consecuencia, supone una reducción de la pensión.
Fuente: EL BOLETÍN
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