FISIONOMÍA DE LOS HABITANTES DE NUESTRO SISTEMA SOLAR

NESARA GESARA ASCENSIÓN



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FISIONOMÍA DE LOS HABITANTES DE NUESTRO SISTEMA SOLAR.
Los habitantes de Vulcanus alcanzan máximo más de 2 metros de altura y tienen un solo ojo grande en el medio de la frente, colocado sobre la base de la nariz. Sobre el ojo tienen una mancha que parece ser la ceja. Su cara es totalmente roja. Tienen la cabeza envuelta en un casco redondo y transparente. Son inteligentes, bondadosos, amistosos.
Los hombres de Mercurio son altos o bajos. Tienen de todo, como ustedes tienen el pigmeo. Sin embargo, su altura más grande es de 1,60 metros. De ahí hacia abajo. Ellos son tipos fuertes, trigueños, ojos pequeños, imberbes, frente corta, nariz bien hecha, inteligentes, dinámicos, ágiles.
En Venus ellos alcanzan ya hay tipos de 1,80 metros. Son de varias razas, prevaleciendo el tipo claro. Ellos son de cuerpo fino, pues son los que más se asimilan a los de La Tierra interna y externamente. Ellos son dinámicos, locuaces, bondadosos y eminentemente místicos.
En Marte hay dos razas fundamentales: una rubia y otra morena. La raza rubia es más dócil y tierna. La morena se constituye de seres de baja estatura y vitales. Ellos son los más alegres del sistema planetario.
Júpiter no tiene vida. Sólo en sus satélites (lunas). Más la variedad es grande en aquéllos cuerpos celestes. Hay hombres que alcanzan 2,40 metros hasta seres liliputs; Pero nosotros vivimos en una misma familia. Los seres pequeños están en mayor cantidad.
En Saturno tampoco hay vida. Su falta de atmósfera hace que su superficie sea criba de meteoritos. Solo dos satélites (lunas) están habitadas. Más allí los hombres son inteligentes y amables. Ellos tienen sus naves interplanetarias, pero poco cruzan los espacios. Son criaturas casi inexplicables para usted, porque nunca mueren. Ellos nunca hacen mal. Ellos tienen lo que podría decir el cuerpo de la resurrección. Sin embargo, ellos son tangibles. Son hombres de estatura elevada, de ojos grandes y magnéticos. Ni nosotros (los Jupiterinos) comprendemos toda su sabiduría (la de los Saturninos). Son enigmáticos.
En Urano y Neptuno los hombres son muy similares. Ellos son altos y cuerpos musculosos, cuerpos redondos, ojos grandes, cabeza muy desarrollada. El funcionamiento orgánico difiere de los otros. Ellos no se alimentan de substancias pesadas como nosotros, pero se nutren de líquidos o gases. La sangre es diferente.
En Plutón la vida es muy similar a la de La Tierra. Son idénticos en casi todo a los terrícolas. Pero a pesar de la elevada inteligencia que poseen, erraron demasiado y se olvidaron de Dios. Ellos dejaron que los bajos instintos los dominaran. Hay mucho que aprenderán al cruzar los espacios. Empero, no hacen la guerra entre ellos — sólo existe guerra en La Tierra.
 No obstante son seres peligrosos, he ahí los casos de platillos que hicieron mal a muchas personas en la Tierra. Si ellos no hacen mal a los otros habitantes del sistema solar es porque ellos saben que los otros le son superiores y que cualquier esfuerzo del dominio podría serles fatal. Pero su destino está sellado.
En Perséfone (Haumea), que es la luna llamada entre los Clarionitas en el libro de Truman Bethurum, también hay hombres y mujeres de fisionomía humana. Probablemente Sid Padrick tuvo contacto con éstos.
En Clarión, el último planeta de nuestro sistema solar, hay hombres y mujeres de fisionomía humana, viven en la generosa abundancia de su planeta, no hay conflictos, viven a una edad muy avanzada. El aspecto juvenil es algo digno de contemplar, no hay distinción de clases en el planeta - no hay riquezas extremas ni pobreza, todos ellos tienen de todo. Tienen una máquina similar a la televisión, y no necesitan una estación de envío [señal o electricidad], pues pueden sentarse en el lujo de sus casas y ver cualquier cosa, desde el principio de los tiempos