Nuevas escrituras de Sananda, capítulo 2.- La Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Hoy es el segundo día de la nueva era para el Planeta Tierra.

Es tiempo de cambios, es el momento de dejar atrás las viejas ideas, sin importar lo preciosas que puedan ser para ustedes.

Lamento ahora tener que revisar la religión que fue establecida en mi nombre, pero las interpretaciones erróneas de mis enseñanzas son tan desenfrenadas que tengo que aclarar la situación.

¿No harían lo mismo, si supieran que se les cita muy frecuente y deliberadamente cambiando el sentido del mensaje que fue fruto de su alma y corazón?

Para mí no es una cuestión de orgullo. Es cuestión de la Verdad. Madre/Padre Dios y Yo trabajamos durante eones con el Creador Supremo desarrollando el plan para el Planeta Tierra.

Nuestro Sueño para el Planeta Azul siempre fue que descendiera hacia las vibraciones bajas, para volverse un mundo pesado, de Tres Dimensiones, y que la humanidad lo experimentara con libre albedrío.

Por supuesto que la única forma de poder experimentar el libre albedrío sería tras el Velo del Olvido, pues es la única manera en que se puede sentir separación de las Leyes Universales.


Sus sentidos les sugieren que las cosas ocurren independientes unas de las otras y se sienten desvinculados de la dinámica de causa-efecto que resulta tan obvia para nosotros en las dimensiones más elevadas.


El fruto de ese Sueño vendría el día (en términos cósmicos, por supuesto) cuando el Planeta Tierra volviera a subir a la 5a dimensión o incluso más allá, triunfante con su querida familia de seres humanos, de animales, de plantas y de los otros seres conscientes que se elevarían con ella en una Ascensión tan Gloriosa, que arrastraría al cosmos entero.
Sí, eso fue lo que se proyectó y es lo que ahora esperamos ver. Nuestra fe en la humanidad no estaba errada.


A pesar de que los Oscuros intentaron frenar el proceso creando caos en la manera de pensar y de sentir en la gente; la humanidad ha demostrado su capacidad de resistencia y la verdadera naturaleza de la raza Adámica: su habilidad para sentir lo que es equitativo, justo, correcto y verdadero.

Lo han hecho, pues tienen corazones robustos y mentes amplias e incluso cuando se sienten resbalar, no pueden evitar tornarse hacia alguna forma de Fe.


Se han forjado para tener una mayor flexibilidad, valor y determinación. Estas son cualidades que constituyen una base sólida para su Creatividad.

Ustedes se ven a sí mismos como caóticos, incapaces de controlar sus emociones y pensamientos y a merced de sus instintos.


Pero nosotros vemos su brillantez, a la que sólo le faltaría tener un entrenador diestro que los eleve a niveles de inteligencia y dominio hasta alcanzar el nivel para el que fueron creados.


Ese es el propósito de estos mensajes: ayudarles a elevar su nivel de funcionamiento en la vida cotidiana al punto donde sean capaces de ascender con su querida Madre Tierra en un futuro muy cercano, y nos referimos a semanas o meses, no a eones.


Muchos de ustedes ya están listos, pero la promesa de la Ascensión que les hicimos en el tiempo de ensoñación fue que nos reuniríamos todos, para crear la más maravillosa y alegre exaltación de corazones que los llevaría a todos juntos a cruzar el umbral de la 5ª. Dimensión al mismo tiempo.

Ahora, al decir todo el mundo de una vez, no significa necesariamente en el mismo exacto momento.


Cada uno hará su Cambio cuando se sienta listo. Algunos, que ya se han venido preparando durante años, serán los que navegarán en la primera oleada, porque ya están totalmente enterados de la disciplina y la elevación que se requiere para poder hacer la transición.
Otros requerirán de unas semanas o meses para acostumbrarse a la idea de que toda su vida va a cambiar, sin importar lo mucho que se aferren o no a sus viejas costumbres familiares.
Y, por supuesto, para muchos las viejas costumbres familiares están inmersas en las tradiciones religiosas.

Esta ha sido un área de conflicto por todo el globo, una religión contra la otra, y cada una pretendiendo ser la Única y Verdadera Palabra de Dios.


Queridos amigos, ahora les puedo decir con total confianza, que en este momento no existe una sola religión verdadera en el Planeta Tierra.


Hay muchas verdades y muchas falsedades en cada religión, desde el Cristianismo hasta el Islam, desde el Budismo hasta el Hinduismo, incluso en los sistemas de creencias de las tribus que viven en los bosques y montañas más remotos (aunque algunas de ellas se acercan más a la Verdad en su simple aceptación de Dios dentro de sí mismos y dentro de cada cosa viviente).

Esta vez espero poder hacer un mejor trabajo, grabando mis propias palabras para que todos puedan leerlas y expresando las lecciones directa y sencillamente, tal como se acostumbra ahora en el Siglo 21.


Me gusta usar parábolas y ejemplos vivos cuando doy las lecciones que ahora quiero pasarles, pero voy a limitar mis descripciones a eventos comunes que todos experimentan en la vida diaria, tal como lo hice hace 2,000 años.

Ya que mucho ha cambiado y las descripciones y el lenguaje han tomado distintos matices de lo que era entonces.


Desde hace mucho tiempo que era necesaria esta revisión. Hoy en día, me es posible escribir estas palabras con la ayuda de mi amiga, Lady Portia, y enviarlo a todo el mundo electrónicamente.


Espero que millones de personas lo lean en una o dos semanas. Esa es la razón por la que les pedimos que no alteren el texto y que las traducciones sean autorizadas directamente 
por mí.


Estas ideas son ya de por sí bastante difíciles de comunicar, sin contar con las reinterpretaciones bien intencionadas o con una traducción incorrecta.


Teniendo en mente esa audiencia internacional y multilingüe, voy a empezar con las enseñanzas más básicas primero, ya que son las que han sido muy mal comprendidas en las Escrituras antiguas.


Después de casi dos años de mensajes previos y de conversaciones con Madre/Padre Dios decidí presentar estas enseñanzas porque ahora tengo la ventaja de que sus palabras marcaron el tono que debo seguir.


De esa forma, sus palabras ofrecen un contexto importante para mis sencillas lecciones.
La Lección Uno dice que Todo es Uno. Toda conciencia está conectada. Por tanto todos los seres están conectados entre sí y con Dios.


Esto es cierto no sólo para la Tierra, sino también para todos los demás seres, planetas y estrellas del Cosmos. Todo es Uno. Todo es Dios.


Ahora, en la Lección Dos, les explicaré la relación de lo que ustedes conocen como La Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

El Creador Supremo ocupa el lugar de la parte superior de la pirámide que es la Trinidad.


Es el Creador de Todos los Creadores, es el Principio de todo Principio y la fuente de Todo. YO, Sananda, soy el Hijo del Creador Supremo.


Pero ahora voy a revisar eso al incluir a mi Llama Gemela, Lady Nada, que es la otra mitad de mi alma, y es el deslumbrante eslabón que faltaba en esta historia.
Madre/Padre Dios, las Llamas de Vida Creada en la Galaxia de la Vía Láctea, forman combinadas el Espíritu Santo.


La descripción patriarcal de la Historia de la Creación las dejó fuera a ellas, que son quienes dan la vida.


La Madre es la parte esencial en ese proceso, al igual que lo es también en la humanidad.


La tendencia original de mencionar sólo a los hombres, sus hazañas y su fortaleza, dio una imagen distorsionada del valor de las mujeres en la vida y en el gobierno del Planeta. Voy a intentar corregir ese error en estos escritos.


Contrario a las enseñanzas en la Biblia, María Magdalena no era una prostituta ni una mujer descarriada de manera alguna.


Era una mujer fuerte e inteligente y de una gran dignidad. Era mi amada esposa y madre de nuestra hija, Sara.


Su descripción degradada fue el comienzo de la degradación de la mujer que se prolonga hasta el presente.


Solo ha habido algunos pequeños progresos en Occidente durante los últimos 120 años más o menos.


María Magdalena, el corazón de mi corazón, el alma de mi alma y el amor de mi vida, hubiera podido ser a lo largo de todos estos años un modelo de mujer fuerte y recta.


En lugar de esto, el grupo de hombres que 300 años después de mi muerte recopilaron las historias para la Biblia, tomaron la decisión consciente de borrar su existencia de las mentes de la gente y para todo efecto práctico lo consiguieron.


Al separarnos y crear una imagen de mi como un hombre célibe, un individuo soltero desapegado, contaron una mentira que privó a la gente de la verdad, pues yo en realidad fui un amoroso y devoto esposo y padre.


Ese fue el comienzo de lo que vino a conocerse como la Guerra de los Sexos. Para nosotros, no existió ninguna guerra.


Fue una asociación en igualdad, íntima y fuerte, sobre la base del respeto mutuo y del amor perdurable, el cual me sostuvo durante los desafíos de mi vida, tanto como el amor de mi padre devoto, de m i madre y e l de mi familia extendida.


Esa es la imagen que quisieron erradicar, la de la fortaleza a través del amor familiar, ya que esa es la base de una cultura de gente feliz e independiente.


Las personas que forman estructuras fuertes de apoyo familiar o comunitario son menos vulnerables y menos dependientes de los recursos externos, tanto de las instituciones gubernamentales como de las religiosas, y por tanto son menos fáciles de controlar, pues son menos tentados por las promesas de adquirir poder o placeres materiales.


Después de que reescribieron mi vida en la Biblia, la Gran Mentira dejó a todos confundidos al dudar sobre cómo deberían de ser sus relaciones primarias.


Las relaciones entre los hombres y las mujeres, entre las mujeres y sus hijos, y la de los hombres con sus hijos; todas se redefinieron y se distorsionaron.


¿Servir a Dios significa que debes ser célibe, separado y alejado del sexo opuesto? Ciertamente no.


El deseo de llevar una vida en soledad es estrictamente una cuestión de elección personal.


¿Acaso tener atracción por un adulto del mismo sexo tiene el riesgo de recibir la desaprobación y el castigo de Dios?


Absolutamente no. La elección del estilo de vida, en términos de cómo sean las relaciones íntimas, no tiene nada que ver con la devoción a Dios, excepto en la calidad del Amor, la compasión, la bondad y el perdón que practiques en tu interacción con ellos.


En lugar de poder recurrir a los demás para encontrar comodidad, ternura y amistad dentro de las relaciones de la familia inmediata -que tanto nos inspiran a sentir la gloria y la presencia de nuestro Dios amoroso- se le pidió a la gente que se acudieran a un sacerdote o a un ministro para obtener perdón, orientación y consuelo.


Esto creó una estructura de poder en la cual la institución de la Iglesia (cualquier iglesia) y su doctrina se convirtieran en una autoridad sobre las personas, y es así como esa doctrina asume el derecho y la responsabilidad de interpretar la Palabra y la Voluntad de Dios sobre el pueblo. Eso nunca fue la intención de Dios, ni la mía.


Sugiero que se eliminen todas las estructuras religiosas, a excepción tal vez de un lugar de reunión en el que las personas puedan compartir, celebrando y divirtiéndose, la alegría consciente de recibir el abrazo amoroso de Dios.


También sugiero la eliminación de toda doctrina, dogma y reglas. Las únicas directrices que necesitamos son las que les presento en estas sencillas lecciones: vivir con Amabilidad, Armonía, Amor, Perdón, Compasión y Alegría.


El Amor expande el corazón y la mente y lleva alegría a todos los que lo experimentan. Si no tiene ese efecto, no es Amor, será otra cosa disfrazada de amor.


Dios es Amor. El Creador Supremo es Amor, y ese es nuestro más alto ejemplo de un Amor sin fin.


Madre/Padre Dios son Amor, individualmente y juntos. Esto no deja espacio para juzgar, para venganza o culpabilidad.


Dios no castiga. Sólo los humanos que están bajo la influencia de las Energías Oscuras se interesan en hablar, pensar y concebir castigos y sufrimientos por lo que llaman “pecados”. Dios ni siquiera considera ese tipo de cosas. Yo no enseño ni apoyo tal pensamiento.


Sabemos que la opresión alimenta el enojo y tiende a crear competencia y conflicto entre y dentro de las personas.


Confiamos en que si son sacados debajo del yugo de la esclavitud económica, religiosa y política, y liberados de la culpa impuesta, dela vergüenza y del resentimiento resultante; los hombres y mujeres libres comenzarán a experimentarse a sí mismos como la raza amable y amorosa de seres creadores que están destinados a ser.


Nuestra intención es mostrarles el camino para acabar con el divisionismo, la dualidad, la separación y la alienación. Remplazarlos por Generosidad de Espíritu, Amabilidad, Aceptación, Amistad y Servicio a los demás; hacia todos los demás y hacia el Planeta que ha sido su Madre amorosa.


Yo Soy Amor. YO soy su Sananda, el que ha dado su vida en servicio para la iluminación de la humanidad, porque toda la humanidad fue creada a imagen de Dios, y es mi Camino demostrar y enseñar la Ruta Verdadera, el camino del Amor, para que cada ser humano pueda descubrir que Ustedes Son Dios. 

Ustedes son Luz y ustedes son Amor.
Este es el final de la Segunda Lección.
Todos Somos Uno.
Sananda