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31 de enero de 2019

Adiós a unos defraudadores : Estos son los jefes de las VTC que perderán su fortuna en Cataluña: adiós a 190 millones




La Generalitat acaba de firmar el acta de defunción de Uber y Cabify en Cataluña. El Govern ha aprobado esta mañana en Consejo de Gobierno el decreto que exige que un coche VTC solo se pueda reservar con 15 minutos de antelación, tiempo que puede subir hasta una hora en Barcelona. Las compañías de VTC tenían un último resquicio de esperanza, una moratoria de varios meses en la entrada en vigor del documento, pero esto no va a ocurrir. En cuanto la nueva ley se publique en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC, el equivalente al BOE estatal), algo que ocurrirá mañana miércoles o el jueves, las empresas de flotas comenzarán un proceso de despido masivo de empleados y Uber y Cabify dejarán de operar allí. Es, ante todo, un drama laboral que afecta a miles de trabajadores, pero también un hachazo a los grandes inversores que apostaron allí por el negocio de las VTC y verán cómo 190 millones de euros se esfuman a partir de mañana.
El sector de las VTC asiste atónito a su peor pesadilla: tener que abandonar una ciudad estratégica en España como Barcelona por las trabas impuestas por la Generalitat. La consultora E&Y ya ha puesto las grandes cifras en un informe encargado por la patronal Unauto: 3.500 empleos perdidos, 4.000 millones de euros de posible indemnización en toda España a las empresas dueñas de las licencias VTC y más de 1.100 millones en Cataluña. Es la suma de las pérdidas y el dinero que dejarán de ganar más de 20 empresarios que han apostado fuerte por el 'boom' de Uber y Cabify. Pero no todos perderán lo mismo. Media docena de 'amos' de las VTC son los que soportarán pérdidas millonarias. ¿Quiénes son?

Rosauro Varo: 92 millones



El empresario Rosauro Varo, exsocio de Javier Hidalgo en Pepephone, será, de largo, el gran perdedor individual por la expulsión de Cabify de Cataluña. Su empresa Vector Ronda, de la que es accionista mayoritario (cuenta con casi el 70% de la misma, el 30% restante está en manos de Cabify), es dueña de 2.500 licencias VTC en total en España. Es la empresa con mayor exposición en Cataluña, seguida de Auro New Transport Concept y Moove Cars.
Varo y otros directivos de Vector rehúyen hablar oficialmente de la situación crítica que atraviesa la empresa. Solo reconocen haber comenzado los trámites de un ERE masivo de 1.100 empleados en Cataluña. Es decir, toda su plantilla, el 95% conductores. Pero fuentes conocedoras de la estrategia de la empresa, sin embargo, aportan los datos. Ahora mismo, la compañía tiene operativas unas 800 licencias en Barcelona, pero su plan era llegar a 1.000 muy pronto este año. En Barcelona, el precio de mercado de una licencia VTC es ligeramente más caro que en Madrid, alrededor de los 70.000 euros, según múltiples fuentes consultadas. Por tanto, solo en el valor de las licencias, en puro activo, y teniendo en cuenta el 70% que posee en Vector, Varo estaría perdiendo cerca de 50 millones de euros.
"Ese valor estaría dentro del daño emergente que supone el decreto en Cataluña. Luego habría que calcular el lucro cesante, lo que se deja de ganar. Teniendo en cuenta que por cada coche que operamos obtenemos limpios cada mes entre 1.000 y 1.500 euros, descontados todos los gatos (sueldos a conductores, comisiones a Uber y Cabify, seguros...), calcula", explica una fuente del sector conocedora de las cifras. Tomando un periodo de cuatro años (el que establecía como moratoria el decreto ley de Fomento aprobado el pasado octubre) y la participación accionarial de Varo, el empresario se enfrenta a un lucro cesante que rondaría los 42 millones de euros. En total, y de forma muy aproximada, el sevillano se estaría enfrentando a un golpe patrimonial de 92 millones de euros.

José Antonio Parrondo: 47 millones



Parrondo, presidente de la Asociación Gremial del taxi de Madrid entre 2007 y 2009, fue uno de los dirigentes del sector que un buen día decidieron hacerse con cientos de licencias VTC y pasarse al 'enemigo'. Considerado ahora entre los taxistas como un "traidor" y un "especulador", Parrondo logró convencer a los emprendedores e inversores del mundillo tecnológico Hugo Arévalo, Félix Ruiz, Zaryn Dentzel y Bernardo Hernández para entrar en el accionariado de dos de sus empresas, Auro New Transport y Cibeles Confort Cars.
Su salto al mundo de las VTC tiene también miga: entre Auro (opera en Madrid y Barcelona) y Cibeles (solo opera en Madrid) suman 3.000 licencias VTC solicitadas, una parte de las cuales ya están operativas. De ellas, 500 están en Barcelona. Parrondo cuenta con un 13,5% de Auro, lo que hace que su pérdida patrimonial, entre daños emergentes y lucro cesante, ascienda a 8,7 millones de euros.

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Además de su inversión en Auro, Parrondo es el socio mayoritario de Airtaxi (controla el 85%), una sociedad que cuenta con 1.000 licencias VTC adicionales adquiridas a otro exdirigente del taxi en Cataluña, Josep Maria Goñi, por unos 20 millones de euros. De esas 1.000 licencias, 350 están en Barcelona, por lo que este empresario perderá por esa vía casi 39 millones de euros adicionales. En total, 47 millones de exposición.

Jaime Castellanos: 23 millones



Jaime Castellanos, presidente en España del banco de inversión Lazard, expresidente de Recoletos y Vocento y cuñado del fallecido Emilio Botín, será otra de las grandes fortunas perjudicadas por el decreto anti-Uber y Cabify. Castellanos es también presidente de Moove Cars, que en España cuenta con5.200 licencias solicitadas, de las cuales 900 están en Barcelona. Todas operando con Uber como único socio de referencia.
El fondo de inversión norteamericano King Street es el accionista mayoritario de Moove Cars, y Castellanos cuenta con cerca del 20% de la compañía, según fuentes cercanas a la empresa conocedoras del reparto accionarial. Teniendo en cuenta el valor de mercado de las licencias VTC, y la participación accionarial de Castellanos, el banquero perdería ahora mismo casi 13 millones en activos y más de 10 millones en lucro cesante. En total, unos 23 millones que se esfuman a partir de mañana de su fortuna.
Moove Cars es además otro de los grandes empleadores de conductores VTC en Barcelona. En total, la compañía cuenta con 2.500 trabajadores en España, de los cuales 750 se ubican en Barcelona. La gran mayoría son conductores (20 están en posiciones de soporte como recursos humanos, operaciones o 'marketing'). Todos, el 100% de los 2.500 empleados de Moove en España, son indefinidos. No hay ni un solo temporal. Fuentes del sector cercanas a la empresa aseguran que Castellanos y su equipo ya se preparan para acudir a los tribunales y exigir las indemnizaciones de, al menos, el valor de las licencias.

Hugo Arévalo: 9,7 millones



Arévalo es fundador e inversor de múltiples 'startups' españolas. Creó, entre otras, thePowerMBA, Buytheface y Bright & Sharp, y ha invertido en Jobandtalent, Cabify, Ontruck, Glovo y Hawkers, donde lideró una ronda de financiación de 50 millones y ejerció de presidente ejecutivo. Su salto a las VTC se produjo, por un lado, de la mano de directivos en Cabify y, por otro, de contactos en el sector tecnológico. Junto a Félix Ruiz (cofundador de Tuenti y presidente de Jobandtalent) y Zaryn Dentzel (cofundador de Tuenti), Arévalo se unió a un socio inusual: el exjefe del taxi José Antonio Parrondo.
Entre todos, fundaron la empresa Auro, hoy una de las cuatro más potentes en Barcelona en número de licencias: un total de 500, pero con planes de poner operativas muchas más. Con 750 empleados en Cataluña y con Cabify de socio, Auro se había convertido en uno de los principales operadores de Uber y Cabify en España. Arévalo cuenta con el 15% de Auro, lo que hace que entre el valor de las licencias y su participación (5,2 millones) y el lucro cesante (4,4 millones), Arévalo vaya a perder casi 10 millones de euros tras el decreto catalán.

Félix Ruiz: 9,7 millones



Félix Ruiz es otro de los invitados inesperados en la 'guerra del taxi'. Emprendedor e inversor en el sector tecnológico, Ruiz fue uno de los cofundadores de Tuenti y hoy en día es presidente de Jobandtalent, una empresa de búsqueda de trabajo en internet transformada en ETT 'online' que ha sufrido su buena dosis de altibajos.
Ruiz y Arévalo han ido de la mano en múltipes inversiones y proyectos empresariales. Ambos son cofundadores de thePowerMBA, ambos invirtieron en Buytheface y ambos también decidieron enrolarse en el mundo de las VTC asociándose a José Antonio Parrondo. Ruiz tiene la misma participación empresarial que Arévalo en Auro, un 15%, con lo que su exposición patrimonial al decreto de la Generalitat es calcada: unos 9,7 millones de euros.
El año pasado, Ruiz explicaba a Teknautas por qué había apostado por las VTC: "Vimos un negocio muy bueno, con unas rentabilidades altas, y decidimos probar. La idea es seguir en ello a largo plazo". En menos de un año, la situación ha girado por completo. Barcelona ya no es una opción.

Zaryn Dentzel: 7,8 millones



De vender Tuenti a Telefónica por 80 millones de euros a subirse al prometedor negocio de las VTC. Al menos eso parecía a mediados de 2017, cuando Zaryn Dentzel, cofundador de la red social española, entró como inversor en una de las empresas del extaxista José Antonio Parrondo, Cibeles Confort Cars.
Esta empresa solo opera en Madrid, pero fue el germen para la creación de Auro New Transport, que pondría el punto de mira en Barcelona y con exactamente los mismos socios (a excepción del exGoogle y Yahoo Bernardo Hernández, que invirtió en Cibeles y no en Auro, por lo que su participación está, de momento, a salvo).
Zaryn cuenta con una participación del 12% en Auro, por lo que su exposición patrimonial a los efectos del decreto en Cataluña ronda los ocho millones de euros.
Estos seis nombres (Varo, Castellanos, Arévalo, Ruiz, Dentzel y Parrondo) son los que más daño percibirán en sus cuentas con la nueva ley catalana, pero no son los únicos. Sus cuatro compañías (Véctor Ronda, Auro, Moove Cars y Airtaxi)controlan más del 65% del mercado de licencias VTC en Barcelona. El resto está en manos de cientos de pequeños empresarios y autónomos que se hicieron con una, dos o tres licencias con la esperanza de trabajar unos, de especular otros. Todos van a tener que replantear su futuro empresarial tras el decreto aprobado hoy.

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