Canal: Pamela Kribbe
Queridos amigos, queridos hijos de la Tierra. Soy la voz de la Tierra, y te doy la bienvenida.
Me gustaría que me reconocieras como tu madre, porque te llevo y apoyo, gentilmente, como lo hace una madre, pero de una manera que también es poderosa y fuerte. Siente el suelo debajo de ti a través de tus pies, que son órganos sensoriales que pueden sentir la energía de la Tierra. Siente la vibración de la Tierra en este lugar y permite que penetre en ti de una manera pura y limpia. Siente el elemento del aire y el del agua del mar tan cerca, el elemento de la tierra de las rocas debajo de tus pies y el elemento de fuego del Sol sobre sus cabezas. Siente las grandes fuerzas de la naturaleza que te rodean y descansa en ellas. Eres bienvenido aquí en la Tierra – perteneces aquí. A veces olvidas eso, pero tu cuerpo sabe que pertenece aquí; se mueve con los ritmos y ciclos de su naturaleza terrenal.
Cuando puedes experimentar el alma como una fuente de luz que desciende a la Tierra y que, una vez aquí, aprende a disfrutar y disfrutar de las cosas terrenales, entonces puedes ver que el cuerpo es la guía del alma. El cuerpo recibe el alma y el alma imbuye al cuerpo con conciencia, y aunque esa conciencia es divina, no es omnisciente. La idea de un Dios que todo lo sabe se te ha enseñado a través de tus tradiciones religiosas, pero Dios es algo completamente diferente: es la Fuente de una energía brillante y amante de la vida. Esta energía divina fluye de la Fuente al igual que el agua de una fuente, y aunque esta energía está imbuida de un poder infinito, siempre encuentra nuevos caminos para viajar. No lo sabe todo de antemano, pero descubre nuevas aventuras a medida que fluye.
Eres una gota en una corriente de luz infinita y brillante; una gota que ahora reside en un cuerpo terrenal. Y aunque esa gota está llena de luz y sabiduría, siempre es una nueva aventura para el alma cuando nuevamente habita en un cuerpo, cuando se encuentra nuevamente encarnado y descubre cosas nuevas para enriquecerse. Mírate a ti mismo y mira cómo tu alma, cómo esta gota de luz de esa Fuente eterna, se fusiona con tu cuerpo. Vea en qué partes de su cuerpo la luz es la más clara; donde el cuerpo es más animado, relajado y fluido; donde fluye con el ritmo de la naturaleza, de este planeta. Siente esos lugares en tu cuerpo donde todo fluye bien. Ahí es donde tu alma y tu cuerpo bailan juntos en armonía.
Mira cuán feliz está siendo tu alma aquí; quiere entrar en esta aventura. No es un castigo, ni un deber, ni un “ debería ” – tu alma quiere estar aquí. Este cuerpo tuyo es el compañero de los sueños de tu alma. Su alma está agradecida por este cuerpo, aunque, desde su perspectiva humana, la experiencia a veces puede ser muy difícil. Por lo tanto, busquemos lugares en su cuerpo donde la luz de su alma fluya menos libremente, donde pueda haber una separación entre la luz de su alma y su cuerpo. Desciende, con tu completa conciencia, a aquellos lugares de tu cuerpo donde experimentas tensión o angustia. Desciende con una mente inquisitiva y mira, de manera muy abierta y honesta, esos lugares de tu cuerpo.
Muchos de ustedes desean comprender el lenguaje de su cuerpo, comprender qué mensajes tiene el cuerpo para ustedes, pero están acostumbrados a hacerlo a través del pensamiento. Es a través del pensamiento que desea inspeccionar y analizar todo, pero el cuerpo no funciona de esa manera. Habita en otro nivel, que es el mismo nivel que la naturaleza fuera de ti: los árboles, las plantas, las rocas, los animales, y no piensan, como los humanos. Ciertamente hay un sentimiento vivo, percibiendo la conciencia en todo, pero la parte pensante no está allí, por lo que la naturaleza se rinde más fácilmente al flujo de la vida.
Sin embargo, los humanos tienen una opción, ya que también hay espacio dentro de ti para la espontaneidad y el juego, que es parte del ser humano. Pero en muchas personas, ese espacio está lleno de estar muy ocupado con la mente. De esa manera, realmente no habitas tu cuerpo hasta que el cuerpo toca tu puerta a través de un dolor, una enfermedad o una enfermedad. Quiere decirte algo, pero no puedes entenderlo con tu mente. Es por eso que lo animo a descender a esos lugares de su cuerpo donde las cosas no fluyen bien y a encontrar otro idioma para comunicarse con su cuerpo. Eso solo trae curación porque liberas los pensamientos en tu cabeza y, a través de tu cuerpo, te conectas conmigo, la Tierra. Vivo en tu cuerpo – Tengo mi propia sabiduría y sigo las leyes y ritmos que has olvidado.
Desciende hacia mí y permíteme, la Tierra, residir en ti. Desciende hacia mí y permite que aparezca un animal en ese lugar donde la energía está bloqueada, y observa lo que surge en ti. ¿Cómo se ve este animal y qué te dice? Habla en un lenguaje muy sencillo, pero no es un lenguaje de palabras y pensamientos. Quiere su atención y está aquí para ayudar a restaurar la armonía en su campo de energía, aura. Es un animal curativo que puede hacer su trabajo solo si confía en él y le permite restablecer su equilibrio. Este animal encarna la sabiduría de la naturaleza; tómalo y absorbe la energía que este animal tiene para ofrecer. Hazlo sin palabras y sé realmente abierto a la energía de este animal. Llena todo tu cuerpo y aura con su energía.
Siente cómo este animal te castiga y te conecta conmigo, tu madre y todos los elementos de la naturaleza. Conviértete en este animal por un momento convirtiéndote en uno con él. Siente lo que se necesita para calmar el dolor o la enfermedad que experimentas y resolverlo. El animal lleva una fuerza instintiva en sí misma, lo que le permite saber lo que necesita. Sus pensamientos pueden evitar ese conocimiento, porque están llenos de juicios, órdenes y prohibiciones. Pero ustedes son almas que se han conectado a un cuerpo terrenal que contiene elementos de las plantas, los animales y los minerales. Todos los niveles de la naturaleza están representados en ti, así que siente tu unidad con la Tierra.
Le pido que se conecte con uno de los cuatro elementos: tierra, agua, aire, fuego. Todos los elementos están representados aquí; sin embargo, hay uno que más necesita actualmente. ¿Es el poder del fuego, con su entusiasmo y pasión, o la naturaleza suave y fluida del agua? ¿Es la fuerza y la conexión a tierra de la tierra, o la inmensidad y amplitud del cielo, el elemento del aire? Imagine por un momento cómo los cuatro elementos están representados por cuatro figuras y uno de ellos se presenta espontáneamente para darle algo – que se conecta con ese elemento. Reciba el poder curativo de ese elemento con asombro y asombro, para que pueda mostrarle lo que es importante para usted en este momento.
Finalmente, le pido que sea consciente de las muchas guías que tiene aquí en la Tierra: su cuerpo que siempre le habla en su propio idioma y la conciencia en los animales, plantas, minerales y elementos a tu alrededor. Todos son igualmente sus guías, muy tangibles, muy cercanos. Eres muy bienvenido aquí, y cuando pierdes temporalmente ese sentimiento de bienvenida, desciendes completamente en todo tu cuerpo. Tu cuerpo sabe que estás en casa aquí, que no estás solo y que siempre estás rodeado de recursos y fuerzas que te apoyan.
Soy la Madre Tierra, y yo mismo soy una mezcla de energías celestiales y fuerzas físicas – Soy una criatura conmovedora. Y cuando te veo, que también son criaturas conmovedoras, conéctate con las fuerzas de la Tierra e irradia tu luz aquí y disfruta haciendo eso, estoy intensamente feliz. Rodearte con los guías que te ofrezco es mi alegría, mi pasión. Por lo tanto, recibe mi energía. Ustedes son mis hijos, y nada hace a una madre más feliz que ver a sus hijos crecer y florecer.
Muchas gracias.
Pamela Kribbe
Traducción de Maria Baes y Frank Tehan
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