Siria sufre desde 2011 la invasión de la OTAN (incluido el régimen sionista de Israel) y de las monarquías criminales del Golfo. Desde el inicio esa invasión se ejecuta a través de los múltiples grupos terroristas takfirís que son utilizados como los escuadrones de la muerte de Occidente. Nadie bien informado pone en cuestión este hecho bien documentado.
Sin embargo a día de hoy la invasión de la OTAN ya no sólo se produce a través de sus mercenarios camuflados de "rebeldes", sino a través de la intervención directa de un ejército de la OTAN en suelo sirio, el de Turquía, de forma clara y sin eufemismos ni intermediarios. El argumento oficial para hacerlo es la "lucha contra el terrorismo" de Daesh.
La realidad es que el Estado Islámico se retiró de Yarablús en tiempo récord y sin oponer resistencia, obedeciendo a sus patrocinadores. ¿Cómo explican, si no, que ahora Turquía haya barrido en dos días al Estado Islámico cuando la "coalición antiterrorista" encabezada por EE.UU. no ha sido capaz de hacerlo en casi dos años de actividad?
A la vez resulta sorprendente ver cómo algunos medios y analistas occidentales están dando prácticamente por desparecido al Estado Islámico cuando hace apenas unas semanas era el mayor problema sobre la faz de la tierra. Las mentiras y contradicciones de EE.UU. y la OTAN quedan al descubierto constantemente.
Pero ahí están los "periodistas" y "freelance" para taparlas a cambio de un puñado de dólares-euros y un espacio en los grandes medios corporativos.
Dicha invasión ilegal e ilegítima por parte del régimen turco se precipitó debido a la inminente derrota de los terroristas patrocinados por Occidente y sus aliados dictatoriales en la región. Este hecho ha forzado a la OTAN a reordenar sus estrategias.
El objetivo de fondo sigue siendo la cabeza de Bashar al-Assad y la balcanización de Siria, que sería el paso previo para una guerra similar contra Irán ya con Hillary Clinton como presidenta del régimen imperialista estadounidense.
Pese a la escenificación mediática de un enfrentamiento entre EE.UU. y Turquía tras el golpe de Estado del pasado julio, y del consecuente acercamiento y los acuerdos alcanzados entre Turquía y Rusia, el Pentágono estaría detrás de la operación "Escudo del Éufrates" ejecutada por Erdogan.
El giro en la política exterior de Turquía no representa por sí mismo una ruptura con EE.UU., sino un intento de jugar a dos bandas por parte del régimen turco y tratar de "contener" a Rusia.
Algunos analistas como el profesor Michel Chossudovsky van más allá y opinan que, pese a lo que pueda parecer, Turquía actúa no sólo con el consentimiento sino bajo la supervisión de EE.UU., ya que desde un punto de vista técnico y logístico-militar la intervención de Turquía en Siria no podría realizarse sin el apoyo de los altos mandos de la OTAN.
Según el reconocido analista el golpe de Estado fallido del pasado 15 de julio, llevado a cabo por la CIA con el conocimiento de Erdogan, preparó el terreno para la invasión posterior de Siria por parte de Turquía.
Las purgas dentro de las Fuerzas Armadas tenían la intención de deshacerse de los miembros de la jerarquía militar que se oponían a una invasión de Siria. (...) [Mientras Erdogan recomponía sus relaciones con Rusia] el aparato militar y de inteligencia de Turquía participó en la planificación de la invasión del norte de Siria en coordinación con Washington y la sede de la OTAN en Bruselas. El objetivo subyacente en confrontar en última instancia y debilitar a los aliados militares de Siria: Rusia, Irán y Hezbollá. [1]
Tanto EE.UU., que por un lado utiliza y manipula a su favor a los kurdos y al mismo tiempo permite que Erdogan los masacre militarmente con tal de ocupar el territorio sirio; como Turquía, que se comprometió con Rusia a no intervenir para provocar un "cambio de régimen" en Siria, están usando un doble rasero donde sus actos sobre el terreno contradicen su discurso público.
También resulta incoherente la posición de los kurdos que paradójicamente luchan contra el Estado Islámico situándose a las órdenes de EE.UU., que es su principal patrocinador occidental. Esto les coloca en una posición de complicidad con el imperialismo más que evidente.
¿Su intención es eliminar al Estado Islámico y al resto de terroristas para mantener la unidad y soberanía de Siria, o aprovechar la coyuntura para fracturar el país y crear el "Gran Kurdistán" que persigue históricamente EE.UU.?
Pero no sólo la OTAN.
El gobierno sirio y Rusia han denunciado públicamente la intervención militar turca en Siria, sin embargo parece que tras reunirse los tres en Bagdad existe un acuerdo paralelo con Turquía para permitir que expulse al Estado Islámico y ataque a las fuerzas kurdas pro-imperialistas y así impedir la creación de un futuro "Gran Kurdistán" en suelo sirio, que es un proyecto de larga data del Pentágono.
El primer punto impuesto sobre Turquía fue un umbral en términos de fuerzas desplegadas por el ejército turco en Siria, que no excederá los 8.000 soldados (...). El segundo punto acordado fue el área en Siria donde los militares turcos pueden moverse para eliminar a los combatientes del estado islámico. (...). El tercer punto acordado significa la retirada de la mayoría de los grupos rebeldes controlados por los servicios de inteligencia turcos en las zonas de batalla en torno a la ciudad de Alepo y la provincia de Latakia. Esta maniobra ayudará al gobierno sirio a conseguir la victoria final en la batalla de Alepo. [2]
Pero el régimen de Erdogan, pese a oponerse aparentemente a un Kurdistán en su frontera con Siria que pudiera fortalecer al PKK y a los kurdos turcos, mantiene muy buenas relaciones con el gobierno regional del Kurdistán iraquí, en manos del corrupto clan Barzani, títeres estadounidenses, y llegó incluso a comprometerse en 2015 con las YPG para apoyar un Estado kurdo en Siria [3].
¿Cómo es posible que Rusia y Siria se fíen de la "inestable" palabra de un criminal como Erdogan?
Lo que está ocurriendo con esta operación "Escudo del Éufrates" es que se está sustituyendo a unos terroristas "malos" (Estado Islámico) por otros terroristas "buenos" (Ejército Libre Sirio,...), denominados "rebeldes" por los gobiernos y la prensa occidental, pero con el terrible agravante de que ahora un ejército de la OTAN interviene militarmente en Siria. Una estrategia demasiado arriesgada para Siria que, de salir mal, no tiene marcha atrás.
Existe un poliédrico e incierto juego de intereses muy peligroso donde nada es lo que parece.
En palabras de la analista geopolítica Catherine Shakdam [4], Siria se ha convertido en "un pozo ciego de tratos encubiertos y agendas ocultas".
EE.UU. y Rusia pretenden utilizar a Turquía como ariete para ganar su guerra geoestratégica en Siria.
Erdogan pretende buscar el apoyo de ambos para imponer su propia agenda y expulsar a los kurdos de Turquía.
El problema es que tarde o temprano este cruce de intereses terminará por explotar. Tarde o temprano alguien tendrá que traicionar su palabra, y parece evidente de qué lado vendrá la traición.
Turquía, y por lo tanto EE.UU. y la OTAN, no retrocederán jamás ni entregarán el territorio sirio que han invadido a sus legítimas autoridades estatales sirias.
Una vez que ponen sus "botas sobre el terreno" ya no hay marcha atrás. De hecho, la intención de EE.UU. ahora es crear un "refugio", "corredor humanitario", "zona de seguridad" o una "zona de exclusión aérea" aprovechando las áreas sirias invadidas por Turquía, cumpliendo así con una de las insistentes "recomendaciones" del Brookings Institution y de la Rand Corporation, dos gigantescos think tanks del poder económico occidental que ya tienen planificado también una guerra futura contra Irán [5].
Turquía no se detendrá en Yarablús, donde pretende instalar una base militar permanente que sirva como campo de entrenamiento para el Ejército Libre Sirio (ELS) y otros grupos terroristas. Obviamente su intención es seguir avanzando dentro de Siria utilizando a sus mercenarios.
Su intención política, además, es afianzar a la "oposición armada sunita" como un actor político determinante en el futuro de Siria.
Es decir, que Turquía está pensando en un futuro sin Bashar Al Assad y donde los grupos terroristas sunitas y sus brazos políticos tengan su cuota de poder en Siria.
Si la Cancillería rusa considera - o al menos eso dice ante los medios de comunicación - que "el avance de Turquía en Siria amenaza la soberanía e integridad de ese país", ¿por qué se le permitió o incluso se acordó con Turquía dicha intervención?
Una fuente de los servicios de seguridad en Ankara comentó a Al-Monitor que “es la hora de sacar provecho de estos éxitos. Sería un error imperdonable pensar en limitar la operación solo a Jarabulus, después de estar preparándola un año entero”. (...) A nivel político, Ankara quiere reunir y consolidar a la oposición armada sunita bajo un mismo techo, al menos en el norte de Siria, pero preferiblemente en todo el país. Ankara parece haber convencido a Washington y Moscú que una parte importante de la oposición en Siria no debería ser descartada cuando se está determinando el futuro de Siria. Turquía piensa que con esta operación ha conseguido una oportunidad para unir a la oposición siria militarmente en torno a un solo objetivo, bajo un solo mando y bajo una estructura militar única. Ankara espera que al unir las filas de la oposición primero en el norte de Siria, después en Aleppo e Idlib, el ELS puede convertirse en una fuerza creíble sobre el terreno y ser aceptada en la mesa de negociaciones. [6]
¿Cómo piensan las diversas fuerzas antiimperialistas recuperar las ciudades sirias "conquistadas" por los militares y "rebeldes" de la OTAN? De forma pacífica es imposible.
La guerra parece que es el único idioma que entienden Occidente y sus aliados en la región. ¿Están dispuestos Rusia, Siria o Irán a iniciar una guerra militar directa contra la OTAN para recuperar ese territorio ocupado en Siria?
La otra alternativa es reconocer que se ha perdido ese territorio y aceptar la balcanización de Siria.
Ojalá los acontecimientos se vuelvan a girar a favor de las fuerzas de la resistencia antiimperialista en Siria.
Pero hay decisiones que no tienen marcha atrás.
La historia demuestra que confiar en la palabra del enemigo supone condenarse a sí mismo a la derrota.
En Siria, en Ucrania... Rusia es siempre el invasor; EE.UU-OTAN son siempre los altruistas libertadores del mundo. Hipocresía en estado puro.
EE.UU y la OTAN están interviniendo militarmente en territorio sirio saltándose toda la legalidad internacional.
Lo hacen, por supuesto, sin el consentimiento del legítimo gobierno de Siria.
En este caso ni siquiera se han tomado la molestia de maquillar esta intervención ilegal con una resolución "humanitaria" de la ONU que blanqueara su guerra de invasión, como hicieron por ejemplo en Libia en 2011.
La OTAN no sólo invade un Estado soberano sino que además amenaza al gobierno sirio y a Rusia con derribar sus aviones si éstos intentan defenderse [7]. Recordemos que Rusia está en Siria a petición del gobierno de Al Assad, con el que coordina todas sus acciones en el país.
Según el criterio occidental, Siria debe dejarse invadir no sólo por los terroristas-"rebeldes" sino por los ejércitos extranjeros.
De lo contrario será culpado de atacar a Occidente y de iniciar una guerra internacional de consecuencias impredecibles.
Y este sibilino argumento es sostenido diariamente ante los medios por los portavoces de la OTAN y de la Casa Blanca sin sonrojarse. Ningún periodista occidental les hace avergonzarse ante tal demostración de soberbia e hipocresía.
Por el contrario, el 16 de marzo de 2014 en Crimea el 96% de la población aprobó en referéndum unirse democrática y pacíficamente a Rusia.
Esta decisión fue tomada por la inmensa mayoría de una población que se negó a aceptar el golpe de Estado de febrero de 2014 contra el gobierno legítimo de Yanukovich en Ucrania y ha someterse a la nueva junta golpista instalada en Kiev por EE.UU. y la Unión Europea.
Los ciudadanos ruso-parlantes de Crimea y Sebastopol buscaron la protección de Rusia puesto que sabían que de mantener su estatus correrían la misma suerte que sus hermanos en el este de Ucrania, donde estaban (y todavía están) sufriendo una represión criminal por parte del nuevo régimen neonazi ucraniano.
Podemos decir que regresaban a su histórica "madre patria" rusa huyendo del fascismo y el neoliberalismo al que iban a ser sometidos.
Este es, muy resumido, el contexto de la crisis en Ucrania.
Rusia no pegó ni un solo tiro en Crimea y Sebastopol, ni hubo un solo disturbio o manifestación en su contra en las calles, sólo una decisión democrática y pacífica de un pueblo ante un golpe de Estado en Ucrania contario a sus intereses.
Sin embargo los gobiernos y la prensa occidental todavía siguen sosteniendo a día de hoy, demostrando un cinismo y una falta de rigor absolutos, que Rusia invadió militarmente a Ucrania y se anexionó por la fuerza a Crimea, lo que llevó a Occidente a imponer sanciones financieras, económicas, diplomáticas, políticas y comerciales contra Rusia que hoy todavía continúan.
REFERENCIAS - NOTAS
[1] US-NATO-Turkey Invasion of Northern Syria: CIA “Failed” Turkey Coup Lays Groundwork for Broader Middle East War? ,- análisis del profesor Michel Cossudovsky (Global Research, 29/8/2016)
[2] Rusia, Siria, y Turquía han acordado operaciones conjuntas en Siria,- artículo del experto militar y ex-comandante rumano Valentin Vasilescu (KATEHON, 5/9/2016)
[3] Los proyectos (diferentes) de creación de un Kurdistán,- un análisis de Thierry Meyssan (Red Voltaire, 5/9/2016)
[4] Blurring lines & shifting strategies in Syria (Who said terror was not the end game?),- artículo de Catherine Shakdam (RT, 26/6/2016). Puedes leer un resumen del mismo artículo en la página de RT en español: "Washington quiere ahora una guerra total en Siria"
[5] Irán: ¿condenada de antemano?,- artículo del escritor e investigador Mikel Itulain (¿Es posible la Paz? 31/1/2016)
[6] ¿Qué viene ahora para Turquía después de la victoria en Jarablus?,- publicado en español en la página Kurdistán América Latina (6/9/2016). La información original es de Metin Gurcan para la web Al Monitor con sede en Washington: Cerablus’tan sonrası ne? (29/8/2016)
[7] Dangerous Crossroads: U.S. Invades Syria, And Warns Russia…,- artículo del investigador e historiador Eric Zuesse (Global Research, 23/8/2016)
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