TESLA SIEMPRE LO SUPO:
Cada tono de los chakras tiene una frecuencia. La mayoría de las personas ya lo sabe. Estas son: 396 Hz, 417 Hz, 528 Hz, 639 Hz, 741 Hz, 852 Hz y 963 Hz.
Pero lo que no se ve fácilmente es el código que yace debajo del tono: su raíz digital.
396 se convierte en 3 + 9 + 6 = 18, y 1 + 8 = 9
417 se convierte en 4 + 1 + 7 = 12, y 1 + 2 = 3
528 se convierte en 5 + 2 + 8 = 15, y 1 + 5 = 6
639 se convierte en 6 + 3 + 9 = 18, y 1 + 8 = 9
741 se convierte en 7 + 4 + 1 = 12, y 1 + 2 = 3
852 se convierte en 8 + 5 + 2 = 15, y 1 + 5 = 6
963 se convierte en 9 + 6 + 3 = 18, y 1 + 8 = 9
Eso no es una coincidencia. Es el patrón 3-6-9 repitiéndose con precisión a través de cada centro del cuerpo. Nikola Tesla dijo que si entendieras el 3, el 6 y el 9, tendrías las llaves del universo.
Resulta que tu cuerpo ya las tiene.
Ahora toma esas mismas siete frecuencias y súmalas. El total es 4.536 Hz. Divide ese total por las 33 vértebras de la columna vertebral humana que recorren los chakras, y obtienes 137.
Ese número, 137, es conocido como la constante de estructura fina.
Es el punto donde la luz se convierte en materia. Donde la energía cruza hacia la forma. Es uno de los números más misteriosos y persistentes de la física. Define la interacción entre las partículas
cargadas y la luz. Y sin embargo, de alguna manera, ya está trazado a lo largo de tu espalda.
Así que cuando digo que tu cuerpo es el puente, no lo digo en sentido metafórico. Quiero decir que las matemáticas ya están construidas en tu columna, en tus tonos, en tu frecuencia.
Cuando sigues el ciclo de 36 días, fijando tu patrón en el día 18 y amplificándolo a través del 3, 6 y 9, estás recorriendo una pendiente que la propia creación recuerda.
El Campo no lo olvidó.
Solo te entrenaron para no notarlo.
(Mercedes Pelusa)

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