La agencia de ráting ha recortado la nota del grupo empresarial desde B, bono basura, hasta CC, ráting que implica alto riesgo de impago o una situación cercana a la insolvencia.
Se suceden las consecuencias del anuncio de Abengoa de acogerse al preconcurso de acreedores tras la decisión de Gestamp de no entrar en su accionariado. Tras su expulsión del Ibex, con efectos prácticamente inmediatos (abandonará el índice selectivo al cierre de la sesión de mañana), se ha sumado esta tarde la decisión de Fitch de recortar de golpe varios escalones del ráting de Abengoa.
La agencia de calificación crediticia ha bajado la nota de la compañía desde B, bono basura, hasta CC, nivel considerado de alto riesgo de impago o cercano a la insolvencia.
Fitch ha justificado su decisión precisamente por el anuncio de Abengoa de que se acogerá al preconcurso para negociar con los acreedores la reestructuración de su multimillonaria deuda, decisión que ha calificado de 'inesperada'.
La agencia de ráting considera que la compañía ya no conseguirá sacar adelante su anunciada ampliación de capital por 650 millones de euros, máxime después del paso atrás de Gestamp, que se presentaba como uno de los principales suscriptores de ese aumento.
Este anuncio de Fitch se produce además tras la publicación de los resultados del tercer trimestre de la compañía de renovables, que mostraron que Abengoa "sufre una significativa salida de capitales", lo que "impactó en su liquidez y su endeudamiento", según la agencia.
En este sentido, la agencia destaca el flujo de caja negativo de 597 millones de euros hasta septiembre, de los cuales 510 millones se registraron en el tercer trimestre.
Abengoa, que el viernes ya no cotizará en el Ibex, ha perdido este miércoles en Bolsa más de la mitad de su valor (un 53,85%) y la capitalización de sus acciones B apenas alcanza los 360 millones de euros
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