Los implantes energéticos se ubican en los cuerpos sutiles del ser, y cuando estos se activan si tienen mucho tiempo, pueden causar dolencias físicas y hasta generar enfermedades crónicas.
Cómo vimos anteriormente, estos implantes evitan nuestra evolución en este plano bloqueando nuestras habilidades que por naturaleza nos corresponden, habilidades que nos permiten mantener un contacto directo con el Padre/Madre y la energía universal, además de bloquear todo proceso evolutivo en nuestra vida diaria y en nuestra misión almica.
Hay algunos síntomas que indican que los implantes espirituales pueden estar acoplados en su aura. Aquellos que son beneficiosos no nos interesan descubrir o quitar, ya que nos están haciendo bien y son obras de luz. Sin embargo, aquellos que son implantados por la oscuridad deben ser eliminados tan pronto como impidan nuestro progreso y perturben nuestro espíritu.
DEPRESIÓN.
La depresión tiene muchas causas y es difícil saber cuándo ocurre asociada con un implante espiritual. No todas las personas que sufren de depresión tienen implantes, pero casi todas las personas que tienen implantes padecen depresión.
ANSIEDAD
La ansiedad va de la mano con la depresión. Y al igual que ella, puede relacionarse con los implantes espirituales y la obsesión espiritual.
SUEÑO HERIDO
La calidad del sueño es una gran señal de los implantes. Además de no poder descansar el cuerpo, quienes están sufriendo influencias negativas a través de estos dispositivos tienen un sueño inquieto y poblado de pesadillas.
PENSAMIENTOS INTRUSIVOS
Cuando la persona tenía más pensamientos ′normales′, y de la nada comienza a ser invadida por pensamientos terribles, como la muerte, ese patrón alterado indica que puede haber una influencia negativa a través de un implante.
FALTA DE ENERGÍA
El efecto más común de los implantes es succionar la energía vital, porque sin ella, nos hundimos.
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ENFERMEDAD SIN EXPLICACIÓN MÉDICA
La persona siente síntomas y sensaciones que la medicina no puede explicar.
MIEDO TEMOR
La persona que solía vivir suele tener miedo de todo. Y al final, tiende a aislarse. Y ese miedo no está relacionado con un diagnóstico de pánico u otro trastorno.
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