Decían una cosa en las encuestas y otras en las urnas
La gente en Europa calla por no ser víctimas de lo “políticamente correcto” pero, en el momento de votar, votan lo que quieren, por eso las encuestas no aciertan.
Esto que quiere decir....
pues que cuestiones como el de solidaridad con los refugiados así como el de los movimientos feministas y LGTB, cuentan con el apoyo puertas afuera y de boquiqui, de todo el mundo,
pero que puertas adentro y sin pose de por medio, la cosa es otra historia.
De tal forma sucede esto, que se están imponiendo, sí o sí, en la sociedad sus proclamas sin contar apenas con grandes trozos de población.
A través de una propaganda masiva y determinadas leyes, nos imponen
- acoger refugiados cuando un 20% de la población vive precariamente cuando no en la miseria, alimentando con ello un enfrentamiento y cierto racismo cuando en otras condiciones esto no sucedería... como así se pudo comprobar en el pasado...
- una ideología de género que busca, con todo el derecho del mundo, la justa liberación de la mujer, pero que muchos creen ver en ello una afrenta a los hombres ya que esto se está consiguiendo a costa de la merma de ciertos derechos de los mismos...
como es el caso de encarcelar a una persona sin pruebas de ningún tipo en casos de denuncia de violencia de género o que a un hombre le suponga divorciarse, quedarse con una mano delante y otra detrás.
otro ejemplo, llevo todo el día hablando con compañeros y amigos sobre la diferencia salarial entre hombres y mujeres que tanto se denuncia en los medios... no hemos encontrado ni un solo caso de una trabajadora que cobre menos que un hombre que tenga su mismo puesto en una misma empresa. En la administración pública, no hace falta decir que eso no existe ni de casualidad.
Pero ahí está y se cuenta como una verdad absoluta.
Como decir que en Namibia hay menos desigualdad salarial entre hombre y mujeres que en España, ya es de cachondeo.
- unas reinvindincaciones como las del colectivo LGTB, respetadas por la mayoría pero que por culpa de una masiva publicidad y propaganda de la misma que a bombo y platillo en todas las cadenas se hace, y que muchos consideran excesiva ya que creen que de esa forma se está cuasi-demonizando y excluyendo los valores de la familia tradicional.
Aquí caemos, en la típica forma que tienen de impartir justicia algunos y es elevar algo a costa de cuasi-defenestrar lo contrario.
De tal forma, podemos comprobar hoy en día, hasta donde llega lo políticamente correcto, que hasta el PP, reaccionario hasta la médula, se desvincula de una organización como Hazte Oir, y hasta abandera lo contrario, cuando ha sido su voz y punta de ariete contra las leyes progresistas del gobierno de Zapatero.
Con este caso, podéis ver lo arragaido que está hoy en día dar imagen con lo políticamente correcto ante los demás, cuando en privado una gran mayoría, no comulga con nada de todo esto.
Esto hace que tanto el voto como la opinión personal y real sobre ciertas cosas se oculte en las encuestas.
De hecho, esto mismo sucede con muchos votantes del PP, que se avergüenzan y callan en público que les votan pero luego no fallan a la hora de hacerlo.
Este lastre que supone, defender ciertas ideas que causan tanta confrontación y revuelo, imposibilita hoy en día, que a pesar de la fuerte caída de la socialdemocracia en España y Europa, no corran sus votos hacia una izquierda real que asuma su pérdida, sino hacia una ultraderecha que tiene todos estos puntos bien claros y definidos.
Lo mismo le pasa a la izquierda con el caso de Cataluña.
Ante el innegable derecho a la autodeterminación que tienen todos los pueblos, la izquierda española se traba en un discurso que ni es nacionalista ni españolista y se pierde baldíamente en tierra de nadie.
Uno de los mensajes del 15-M con los que más se identificó la gente decía algo así como somos los de abajo contra los de arriba.
Ésa debe ser casi en exclusiva el lema y objetivo de la nueva izquierda y no perderse en berenjenales que quitan más votos que aportan. Para ello ya se cuenta con mil tipos de movimientos y grupos diferentes que mantienen viva sus luchas.
Hoy el hambre y el paro arrecian, el trabajo ya no sirve para llevar una vida digna. Las pensiones están en peligro, por ideología que no por falta de dinero. Que no os engañen. Nos sablean con tarifas abusivas. Se inventan nuevos impuestos como los ecológicos, cuando ellos y sus empresas siguen contaminando con toda la desvergüenza del mundo. Se sigue salvando a la banca y grandes empresas a través del BCE mientras niegan la más mínima ayuda a la ciudadanía. Todo es una gran mentira, una gran estafa con la complicidad de los medios y sus lacayos vendepatrias en los puestos más relevantes de cualquier institución supranacional y/o gobierno europeo.
La guerra principal va contra el 1% y las multinacionales que tienen secuestrados a nuestros gobernantes y a países enteros y que a través de las privatizaciones y la bolsa que controlan, se están quedando con todo nuestro patrimonio y que para más inri, no están dejando sin derechos laborales, cívicos y sin libertad de expresión para poder combatirlas y denunciarlas.
Sión, es el alma mater, de todas ellas y el mal que corroe a un mundo globalizado, balcanizado y exprimido por ellos.
No decirlo, a estas alturas es ya de castigo y pena. Callarse ante ellos, es ser víctima y a la vez cómplice de sus crímenes.
Todo las demás batallas ahora, son insignificantes ante este reto.
La próxima revolución debe ser y será contra las corporaciones sionistas que lo poseen y lo controlan todo o no habrá ninguna más.
ARMAK de ODELOT
POSDATA
Siempre ha habido y habrá una mitad de la población más conservadora y reacia a los cambios. Al igual que existe otra mitad más progresista y proclive a reinventar nuevas fórmulas de convivencia.
La base para representar a unos y otros es minimizar ciertos temas y apartarlos por ahora del guión, ya que pienso que lo conseguido ya es bastante.
Igualmente estoy convencido, y esto va por los que piensan que todo hay que votarlo, que si se hicieran referéndums sobre ciertos temas el resultado sorprendería a más de uno y desde luego no estaría acorde con muchas de las cosas con las que nos quieren hacer comulgar los medios al servicio de la globalización sionista.
Al igual que siempre ha habido en la historia del mundo, es una pequeña élite mangoneando, robando, explotando y reprimiendo a todos los demás que a la vez que nos utiliza nos enfrenta.
Es con eso y solo eso con lo que hay que acabar de una puta vez.
fuente: agencias
