CONFIRMADO: Las élites del Estado Profundo pagaron a personas sin hogar falsas para ocultar las entradas de los túneles de Washington D.C. — La limpieza federal de Trump está en marcha
Algo masivo se está desarrollando en Washington D.C., sepultado bajo palabras de moda en los medios como "seguridad pública" y "reducción de la delincuencia". No se trata de personas sin hogar. Se trata de desmantelar la estructura de poder no electa que ha gobernado la capital mediante el chantaje y la infiltración extranjera durante décadas.
El presidente Trump, en su legítimo segundo mandato, ha activado la mayor operación federal en la historia de Estados Unidos. Miembros del ejército la llaman Fase Omega: un barrido estratégico para destruir el gobierno paralelo que opera dentro y debajo de Washington D.C.
Información clave confirma:
Puntos de acceso subterráneos bajo el Capitolio, la Casa del Templo Masónica y varias embajadas.
Pasillos subterráneos que conducen a instalaciones no registradas vinculadas a empresas fantasma y ONG.
Se recuperaron cajas de datos que contenían registros biométricos, discos duros y archivos clasificados que se creían destruidos.
La "oleada de personas sin hogar" fue orquestada. Los denunciantes afirman que se pagó a los reclutas para que ocuparan zonas estratégicas, ocultando las entradas de los túneles y las rutas de tráfico. De la noche a la mañana aparecieron torres de telefonía móvil portátiles. Los agentes arrestados portaban radios militares encriptadas.
Ahora, unidades de la Guardia Nacional bloquean la superficie mientras equipos vinculados al JSOC rastrean los túneles. La interferencia extranjera no fue solo digital, sino física. Las embajadas del Reino Unido, Israel, Catar y el Vaticano están señaladas como amenazas de inteligencia activas.
El control de Trump no se limita a "30 días". Los protocolos de continuidad de gobierno le otorgan autoridad para anular el gobierno de Washington D. C. durante la subversión extranjera. Se están estableciendo tribunales federales. Se están ejecutando acusaciones secretas que datan de 2017.
¿La respuesta del régimen? Censura a toda máquina. Los filtros de IA borran las publicaciones sobre movimientos de tropas e incursiones en túneles en cuestión de minutos. Las cuentas verificadas desaparecen. Los canales de Telegram están restringidos. Los memorandos técnicos internos confirman la implementación de redes de supresión de emergencia. El ajuste de cuentas ha comenzado. Los túneles son reales. Los archivos de chantaje son reales. Las redes de la élite se están desmoronando. Durante años se rieron de las "conspiraciones"; ahora huyen de ellas.
Esto no es una limpieza. Es un exorcismo de la capital. La tormenta ya no se avecina. Ya está aquí.
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