La
opinión de David Fernàndez es significativa, respetable y forma parte del
debate interno, pero no altera el mandato que dio la militancia el
domingo en Manresa y todo se decidirá en la asamblea nacional del día 27”.
Así se expresa a Público una
fuente cercana al secretariado nacional de la CUP para valorar el pequeño
terremoto interno -y sobre todo mediático- que ha generado el exdiputado con la
publicación de un artículo en el diario Ara en
el que se mostraba partidario de ceder los votos de dos parlamentarios
anticapitalistas para facilitar la investidura de Artur Mas. Las distintas
fuentes consultadas subrayan que Fernàndez tiende a ir “por
libre” y que su opinión no se puede enmarcar en ninguno de los
sectores que se integran en la CUP.
Otra persona, en este caso conocedora de lo que se cuece en el grupo
parlamentario de la formación de la izquierda independentista, añade que es
evidente que “existen diferentes posicionamientos y un
magma muy grande de dudas” en gran parte de la militancia, teniendo
en cuenta la complejidad del proceso. Con todo, deja claro que el consenso
interno se mantiene alrededor de la propuesta de llegar a un acuerdo con Junts
pel Sí (JxSí) que pase por investir a un candidato alternativo a Mas, como avaló la
militancia en el debate nacional celebrado el domingo en Manresa.
La
posibilidad que la coalición de CDC y ERC no se mueva y no renuncie en ningún
momento a que el president en funciones siga al frente de la Generalitat es la
que genera disparidad de opiniones a nivel interno. De un lado, están los
partidarios de apostar por ir hacia elecciones anticipadas si se da este
escenario -que recibió 576 apoyos el domingo-, y del otro los que defienden que en última instancia la mejor opción es
investir a Artur Mas, siempre que sea cambio de garantizar la aplicación de un
“plan de choque real”, como reivindicaba Fernàndez en su artículo. Este
planteamiento obtuvo 474 votos en el debate de domingo. Sólo dos de las trece
asambleas territoriales de la formación se manifestaron explícitamente a favor
de la investidura del líder convergente.
Tras varios días sin encuentros, este jueves se han reactivado
les mesas de negociación entre JxSí y la CUP y, según avanza el
diario Ara, se ha decidido fusionar en
una sola todas las negociaciones. Más allá del candidato a la investidura,
existen importantes discrepancias sobre el plan de choque, básicamente por el
rechazo del sector más liberal de CDC a aceptar algunas de las condiciones de
“mínimos” planteadas por la CUP.
Como avanzó Público, hay acuerdos en
algunos aspectos del plan de choque, como incrementar las becas comedor o la
aplicación del decreto de pobreza energética aprobado por el Parlament,
pero sigue sin haber concreción sobre los plazos y los recursos económicos
necesarios para implementarlas. Y las posiciones siguen alejadas en lo relativo
a las privatizaciones, que la CUP quiere revertir y JxSí no acepta debatir lo
que supone una clara enmienda a la política económica seguida durante los cinco
años de gobierno de Mas.
El grupo
parlamentario conocía el contenido del artículo
El
artículo de David Fernàndez -publicado sólo tres días después de que él mismo realizara un discurso muy crítico con CDC- ha generado
cierto malestar interno, reflejado parcialmente a través de las redes sociales y
en algunas tertulias radiofónicas, pero la realidad es que el grupo parlamentario
estaba informado de su contenido y, simplemente, “no supo calibrar bien” el
impacto que generaría. Con todo, las fuentes consultadas subrayan que, tras
unas primeras horas muy intensas, el debate ya se da por superado y que a la
espera del avance de las negociaciones con JxSí la decisión final la tomarán
las bases de la CUP en la asamblea nacional convocada para el día 27, justo una
semana después de las elecciones generales.
Desde algunos medios se ha hecho la lectura que la toma de posición de Fernàndez
coincide con el planteamiento de Poble Lliure, una de las
organizaciones capitales de la CUP, y deja en solitario a Endavant -considerado el otro gran referente interno-
en el rechazo a investir a Mas en cualquier escenario. Pero la realidad es mucho
más compleja.
Tanto Endavant -partidaria de construir la unidad popular junto a movimientos
sociales rupturistas y que agrupa a los corrientes más claramente
anticapitalistas de la CUP- como Poble Lliure -abanderado del frente patriótico
y de buscar entendimientos con el resto del independentismo- coinciden en
que investir a Mas no es su primera opción. Pero es que además
a nivel cuantitativo Endavant y Poble Lliure no reúnen ni de lejos a la mayoría
de la militancia, que predominantemente no está alineada con ninguno de estos
dos sectores. Como muestra, la composición del grupo parlamentario: sólo Anna
Gabriel (Endavant) y Albert Botrán (Poble Lliure) representan a estos sectores,
mientras que los otros ocho diputados no militan en ninguna de las organizaciones.
Y a partir de aquí hay opiniones de todo tipo sin enmarcarse dentro de dos
sectores que no representan la pluralidad de la CUP.
Lo que es seguro es que si no hay avances significativos en un plan de choque
que supone replantear notablemente las políticas aplicadas por CDC no habrá
investidura. Ni de Mas ni de un candidato alternativo. Y en este contexto, la
opinión de David Fernàndez amplia el debate, ya intenso, que mantiene la CUP
antes de tomar colectivamente una decisión, esta vez definitiva.
Fuentes de
la organización confirman a 'Público' que se mantiene el consenso de intentar
conseguir que JxSí proponga un candidato alternativo a la investidura y la
exigencia de un plan de choque “real” en el que el acuerdo parece de momento
lejano. El artículo del exdiputado, en el que se aceptaba facilitar con dos
votos la continuidad de Mas al frente de la Generalitat, genera tensiones
internas pero no modifica sustancialmente la estrategia definida el domingo en
Manresa.
La posibilidad que la coalición de CDC y ERC no se
mueva y no renuncie en ningún momento a que el president en funciones siga al
frente de la Generalitat es la que genera disparidad de opiniones a nivel
interno. De un lado, están los partidarios de apostar por ir hacia elecciones
anticipadas si se da este escenario -que recibió 576 apoyos el domingo-, y del
otro los que defienden que en última
instancia la mejor opción es investir a Artur Mas, siempre que sea cambio de
garantizar la aplicación de un “plan de choque real”, como reivindicaba
Fernàndez en su artículo. Este planteamiento obtuvo 474 votos en el debate de
domingo. Sólo dos de las trece asambleas territoriales de la formación se
manifestaron explícitamente a favor de la investidura del líder
convergente.
Tras varios días sin encuentros, este jueves se han reactivado les mesas
de negociación entre JxSí y la CUP y, según avanza el diario Ara, se ha decidido fusionar en
una sola todas las negociaciones. Más allá del candidato a la investidura,
existen importantes discrepancias sobre el plan de choque, básicamente por el
rechazo del sector más liberal de CDC a aceptar algunas de las condiciones de
“mínimos” planteadas por la CUP.
hay acuerdos en algunos aspectos del plan de choque, como incrementar las
becas comedor o la aplicación del decreto de pobreza energética aprobado por el
Parlament, pero sigue sin haber concreción sobre los plazos y
los recursos económicos necesarios para implementarlas. Y las posiciones siguen
alejadas en lo relativo a las privatizaciones, que la CUP quiere revertir y
JxSí no acepta debatir lo que supone una clara enmienda a la política económica
seguida durante los cinco años de gobierno de Mas.
l artículo de David Fernàndez -publicado sólo tres
días después de que él mismo realizara un
discurso muy crítico con CDC- ha generado cierto malestar interno, reflejado parcialmente a través de
las redes sociales y en algunas tertulias radiofónicas, pero la
realidad es que el grupo parlamentario estaba informado de su contenido y,
simplemente, “no supo calibrar bien” el impacto que generaría. Con todo, las
fuentes consultadas subrayan que, tras unas primeras horas muy intensas, el
debate ya se da por superado y que a la espera del avance de las negociaciones
con JxSí la decisión final la tomarán las bases de la CUP en la asamblea
nacional convocada para el día 27, justo una semana después de las elecciones
generales.
Desde algunos medios se ha hecho la lectura que
la toma de posición de Fernàndez coincide con el planteamiento de Poble Lliure, una de las
organizaciones capitales de la CUP, y deja en solitario a Endavant -considerado el
otro gran referente interno- en el rechazo a investir a Mas en cualquier
escenario. Pero la realidad es mucho más compleja.
Tanto Endavant -partidaria de construir la
unidad popular junto a movimientos sociales rupturistas y que agrupa a los
corrientes más claramente anticapitalistas de la CUP- como Poble Lliure
-abanderado del frente patriótico y de buscar entendimientos con el resto del
independentismo- coinciden en que investir
a Mas no es su primera opción. Pero es que además a nivel cuantitativo
Endavant y Poble Lliure no reúnen ni de lejos a la mayoría de la militancia,
que predominantemente no está alineada con ninguno de estos dos sectores. Como
muestra, la composición del grupo parlamentario: sólo Anna Gabriel (Endavant) y
Albert Botrán (Poble Lliure) representan a estos sectores, mientras que los
otros ocho diputados no militan en ninguna de las organizaciones. Y a partir de
aquí hay opiniones de todo tipo sin enmarcarse dentro de dos sectores que no representan
la pluralidad de la CUP.
Lo que es seguro es que si no hay avances
significativos en un plan de choque que supone replantear notablemente las
políticas aplicadas por CDC no habrá investidura. Ni de Mas ni de un candidato
alternativo. Y en este contexto, la opinión de David Fernàndez amplia el
debate, ya intenso, que mantiene la CUP antes de tomar colectivamente una
decisión, esta vez definitiva.
La
opinión de David Fernàndez es significativa, respetable y forma parte del
debate interno, pero no altera el mandato que dio la militancia el
domingo en Manresa y todo se decidirá en la asamblea nacional del día 27”.
Así se expresa a Público una
fuente cercana al secretariado nacional de la CUP para valorar el pequeño
terremoto interno -y sobre todo mediático- que ha generado el exdiputado con la
publicación de un artículo en el diario Ara en
el que se mostraba partidario de ceder los votos de dos parlamentarios
anticapitalistas para facilitar la investidura de Artur Mas. Las distintas
fuentes consultadas subrayan que Fernàndez tiende a ir “por
libre” y que su opinión no se puede enmarcar en ninguno de los
sectores que se integran en la CUP.
Otra persona, en este caso conocedora de lo que se cuece en el grupo parlamentario de la formación de la izquierda independentista, añade que es evidente que “existen diferentes posicionamientos y un magma muy grande de dudas” en gran parte de la militancia, teniendo en cuenta la complejidad del proceso. Con todo, deja claro que el consenso interno se mantiene alrededor de la propuesta de llegar a un acuerdo con Junts pel Sí (JxSí) que pase por investir a un candidato alternativo a Mas, como avaló la militancia en el debate nacional celebrado el domingo en Manresa.
Otra persona, en este caso conocedora de lo que se cuece en el grupo parlamentario de la formación de la izquierda independentista, añade que es evidente que “existen diferentes posicionamientos y un magma muy grande de dudas” en gran parte de la militancia, teniendo en cuenta la complejidad del proceso. Con todo, deja claro que el consenso interno se mantiene alrededor de la propuesta de llegar a un acuerdo con Junts pel Sí (JxSí) que pase por investir a un candidato alternativo a Mas, como avaló la militancia en el debate nacional celebrado el domingo en Manresa.
La
posibilidad que la coalición de CDC y ERC no se mueva y no renuncie en ningún
momento a que el president en funciones siga al frente de la Generalitat es la
que genera disparidad de opiniones a nivel interno. De un lado, están los
partidarios de apostar por ir hacia elecciones anticipadas si se da este
escenario -que recibió 576 apoyos el domingo-, y del otro los que defienden que en última instancia la mejor opción es
investir a Artur Mas, siempre que sea cambio de garantizar la aplicación de un
“plan de choque real”, como reivindicaba Fernàndez en su artículo. Este
planteamiento obtuvo 474 votos en el debate de domingo. Sólo dos de las trece
asambleas territoriales de la formación se manifestaron explícitamente a favor
de la investidura del líder convergente.
Tras varios días sin encuentros, este jueves se han reactivado les mesas de negociación entre JxSí y la CUP y, según avanza el diario Ara, se ha decidido fusionar en una sola todas las negociaciones. Más allá del candidato a la investidura, existen importantes discrepancias sobre el plan de choque, básicamente por el rechazo del sector más liberal de CDC a aceptar algunas de las condiciones de “mínimos” planteadas por la CUP.
Como avanzó Público, hay acuerdos en algunos aspectos del plan de choque, como incrementar las becas comedor o la aplicación del decreto de pobreza energética aprobado por el Parlament, pero sigue sin haber concreción sobre los plazos y los recursos económicos necesarios para implementarlas. Y las posiciones siguen alejadas en lo relativo a las privatizaciones, que la CUP quiere revertir y JxSí no acepta debatir lo que supone una clara enmienda a la política económica seguida durante los cinco años de gobierno de Mas.
Tras varios días sin encuentros, este jueves se han reactivado les mesas de negociación entre JxSí y la CUP y, según avanza el diario Ara, se ha decidido fusionar en una sola todas las negociaciones. Más allá del candidato a la investidura, existen importantes discrepancias sobre el plan de choque, básicamente por el rechazo del sector más liberal de CDC a aceptar algunas de las condiciones de “mínimos” planteadas por la CUP.
Como avanzó Público, hay acuerdos en algunos aspectos del plan de choque, como incrementar las becas comedor o la aplicación del decreto de pobreza energética aprobado por el Parlament, pero sigue sin haber concreción sobre los plazos y los recursos económicos necesarios para implementarlas. Y las posiciones siguen alejadas en lo relativo a las privatizaciones, que la CUP quiere revertir y JxSí no acepta debatir lo que supone una clara enmienda a la política económica seguida durante los cinco años de gobierno de Mas.
El grupo
parlamentario conocía el contenido del artículo
El
artículo de David Fernàndez -publicado sólo tres días después de que él mismo realizara un discurso muy crítico con CDC- ha generado
cierto malestar interno, reflejado parcialmente a través de las redes sociales y
en algunas tertulias radiofónicas, pero la realidad es que el grupo parlamentario
estaba informado de su contenido y, simplemente, “no supo calibrar bien” el
impacto que generaría. Con todo, las fuentes consultadas subrayan que, tras
unas primeras horas muy intensas, el debate ya se da por superado y que a la
espera del avance de las negociaciones con JxSí la decisión final la tomarán
las bases de la CUP en la asamblea nacional convocada para el día 27, justo una
semana después de las elecciones generales.
Desde algunos medios se ha hecho la lectura que la toma de posición de Fernàndez coincide con el planteamiento de Poble Lliure, una de las organizaciones capitales de la CUP, y deja en solitario a Endavant -considerado el otro gran referente interno- en el rechazo a investir a Mas en cualquier escenario. Pero la realidad es mucho más compleja.
Tanto Endavant -partidaria de construir la unidad popular junto a movimientos sociales rupturistas y que agrupa a los corrientes más claramente anticapitalistas de la CUP- como Poble Lliure -abanderado del frente patriótico y de buscar entendimientos con el resto del independentismo- coinciden en que investir a Mas no es su primera opción. Pero es que además a nivel cuantitativo Endavant y Poble Lliure no reúnen ni de lejos a la mayoría de la militancia, que predominantemente no está alineada con ninguno de estos dos sectores. Como muestra, la composición del grupo parlamentario: sólo Anna Gabriel (Endavant) y Albert Botrán (Poble Lliure) representan a estos sectores, mientras que los otros ocho diputados no militan en ninguna de las organizaciones. Y a partir de aquí hay opiniones de todo tipo sin enmarcarse dentro de dos sectores que no representan la pluralidad de la CUP.
Lo que es seguro es que si no hay avances significativos en un plan de choque que supone replantear notablemente las políticas aplicadas por CDC no habrá investidura. Ni de Mas ni de un candidato alternativo. Y en este contexto, la opinión de David Fernàndez amplia el debate, ya intenso, que mantiene la CUP antes de tomar colectivamente una decisión, esta vez definitiva.
Desde algunos medios se ha hecho la lectura que la toma de posición de Fernàndez coincide con el planteamiento de Poble Lliure, una de las organizaciones capitales de la CUP, y deja en solitario a Endavant -considerado el otro gran referente interno- en el rechazo a investir a Mas en cualquier escenario. Pero la realidad es mucho más compleja.
Tanto Endavant -partidaria de construir la unidad popular junto a movimientos sociales rupturistas y que agrupa a los corrientes más claramente anticapitalistas de la CUP- como Poble Lliure -abanderado del frente patriótico y de buscar entendimientos con el resto del independentismo- coinciden en que investir a Mas no es su primera opción. Pero es que además a nivel cuantitativo Endavant y Poble Lliure no reúnen ni de lejos a la mayoría de la militancia, que predominantemente no está alineada con ninguno de estos dos sectores. Como muestra, la composición del grupo parlamentario: sólo Anna Gabriel (Endavant) y Albert Botrán (Poble Lliure) representan a estos sectores, mientras que los otros ocho diputados no militan en ninguna de las organizaciones. Y a partir de aquí hay opiniones de todo tipo sin enmarcarse dentro de dos sectores que no representan la pluralidad de la CUP.
Lo que es seguro es que si no hay avances significativos en un plan de choque que supone replantear notablemente las políticas aplicadas por CDC no habrá investidura. Ni de Mas ni de un candidato alternativo. Y en este contexto, la opinión de David Fernàndez amplia el debate, ya intenso, que mantiene la CUP antes de tomar colectivamente una decisión, esta vez definitiva.
Fuentes de
la organización confirman a 'Público' que se mantiene el consenso de intentar
conseguir que JxSí proponga un candidato alternativo a la investidura y la
exigencia de un plan de choque “real” en el que el acuerdo parece de momento
lejano. El artículo del exdiputado, en el que se aceptaba facilitar con dos
votos la continuidad de Mas al frente de la Generalitat, genera tensiones
internas pero no modifica sustancialmente la estrategia definida el domingo en
Manresa.
La posibilidad que la coalición de CDC y ERC no se
mueva y no renuncie en ningún momento a que el president en funciones siga al
frente de la Generalitat es la que genera disparidad de opiniones a nivel
interno. De un lado, están los partidarios de apostar por ir hacia elecciones
anticipadas si se da este escenario -que recibió 576 apoyos el domingo-, y del
otro los que defienden que en última
instancia la mejor opción es investir a Artur Mas, siempre que sea cambio de
garantizar la aplicación de un “plan de choque real”, como reivindicaba
Fernàndez en su artículo. Este planteamiento obtuvo 474 votos en el debate de
domingo. Sólo dos de las trece asambleas territoriales de la formación se
manifestaron explícitamente a favor de la investidura del líder
convergente.
Tras varios días sin encuentros, este jueves se han reactivado les mesas de negociación entre JxSí y la CUP y, según avanza el diario Ara, se ha decidido fusionar en una sola todas las negociaciones. Más allá del candidato a la investidura, existen importantes discrepancias sobre el plan de choque, básicamente por el rechazo del sector más liberal de CDC a aceptar algunas de las condiciones de “mínimos” planteadas por la CUP.
Tras varios días sin encuentros, este jueves se han reactivado les mesas de negociación entre JxSí y la CUP y, según avanza el diario Ara, se ha decidido fusionar en una sola todas las negociaciones. Más allá del candidato a la investidura, existen importantes discrepancias sobre el plan de choque, básicamente por el rechazo del sector más liberal de CDC a aceptar algunas de las condiciones de “mínimos” planteadas por la CUP.
hay acuerdos en algunos aspectos del plan de choque, como incrementar las
becas comedor o la aplicación del decreto de pobreza energética aprobado por el
Parlament, pero sigue sin haber concreción sobre los plazos y
los recursos económicos necesarios para implementarlas. Y las posiciones siguen
alejadas en lo relativo a las privatizaciones, que la CUP quiere revertir y
JxSí no acepta debatir lo que supone una clara enmienda a la política económica
seguida durante los cinco años de gobierno de Mas.
l artículo de David Fernàndez -publicado sólo tres
días después de que él mismo realizara un
discurso muy crítico con CDC- ha generado cierto malestar interno, reflejado parcialmente a través de
las redes sociales y en algunas tertulias radiofónicas, pero la
realidad es que el grupo parlamentario estaba informado de su contenido y,
simplemente, “no supo calibrar bien” el impacto que generaría. Con todo, las
fuentes consultadas subrayan que, tras unas primeras horas muy intensas, el
debate ya se da por superado y que a la espera del avance de las negociaciones
con JxSí la decisión final la tomarán las bases de la CUP en la asamblea
nacional convocada para el día 27, justo una semana después de las elecciones
generales.
Desde algunos medios se ha hecho la lectura que la toma de posición de Fernàndez coincide con el planteamiento de Poble Lliure, una de las organizaciones capitales de la CUP, y deja en solitario a Endavant -considerado el otro gran referente interno- en el rechazo a investir a Mas en cualquier escenario. Pero la realidad es mucho más compleja.
Tanto Endavant -partidaria de construir la unidad popular junto a movimientos sociales rupturistas y que agrupa a los corrientes más claramente anticapitalistas de la CUP- como Poble Lliure -abanderado del frente patriótico y de buscar entendimientos con el resto del independentismo- coinciden en que investir a Mas no es su primera opción. Pero es que además a nivel cuantitativo Endavant y Poble Lliure no reúnen ni de lejos a la mayoría de la militancia, que predominantemente no está alineada con ninguno de estos dos sectores. Como muestra, la composición del grupo parlamentario: sólo Anna Gabriel (Endavant) y Albert Botrán (Poble Lliure) representan a estos sectores, mientras que los otros ocho diputados no militan en ninguna de las organizaciones. Y a partir de aquí hay opiniones de todo tipo sin enmarcarse dentro de dos sectores que no representan la pluralidad de la CUP.
Lo que es seguro es que si no hay avances significativos en un plan de choque que supone replantear notablemente las políticas aplicadas por CDC no habrá investidura. Ni de Mas ni de un candidato alternativo. Y en este contexto, la opinión de David Fernàndez amplia el debate, ya intenso, que mantiene la CUP antes de tomar colectivamente una decisión, esta vez definitiva.
Desde algunos medios se ha hecho la lectura que la toma de posición de Fernàndez coincide con el planteamiento de Poble Lliure, una de las organizaciones capitales de la CUP, y deja en solitario a Endavant -considerado el otro gran referente interno- en el rechazo a investir a Mas en cualquier escenario. Pero la realidad es mucho más compleja.
Tanto Endavant -partidaria de construir la unidad popular junto a movimientos sociales rupturistas y que agrupa a los corrientes más claramente anticapitalistas de la CUP- como Poble Lliure -abanderado del frente patriótico y de buscar entendimientos con el resto del independentismo- coinciden en que investir a Mas no es su primera opción. Pero es que además a nivel cuantitativo Endavant y Poble Lliure no reúnen ni de lejos a la mayoría de la militancia, que predominantemente no está alineada con ninguno de estos dos sectores. Como muestra, la composición del grupo parlamentario: sólo Anna Gabriel (Endavant) y Albert Botrán (Poble Lliure) representan a estos sectores, mientras que los otros ocho diputados no militan en ninguna de las organizaciones. Y a partir de aquí hay opiniones de todo tipo sin enmarcarse dentro de dos sectores que no representan la pluralidad de la CUP.
Lo que es seguro es que si no hay avances significativos en un plan de choque que supone replantear notablemente las políticas aplicadas por CDC no habrá investidura. Ni de Mas ni de un candidato alternativo. Y en este contexto, la opinión de David Fernàndez amplia el debate, ya intenso, que mantiene la CUP antes de tomar colectivamente una decisión, esta vez definitiva.
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