Fue
entre 1938 y 1939 cuando se promulgo por el Ministerio de exteriores,
la cruel normativa de paso de fronteras de 11 de mayo de 1939, siendo su
redactor, el antisemita diplomático franquista, José Rojas Moreno, conde de
Casas Rojas, y bisabuelo del exministro de justicia, Alberto Ruiz Gallardón,
del PP
El pasado día 10 de
febrero se presentó por el ministro en funciones, García Margallo, en la sede
del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, el libro de José Antonio Lisbona,
“Más allá del deber“.
Yo
esperaba que dicho libro (versión que está en la web del ministerio),
corrigiera los graves errores que se detectaron y se indicaron al Ministerio,
en la exposición y catalogo que se presentó en diciembre del año 2014, que
llevaba el mismo título.
Le escribí el año
pasado, al propio Ministro de Asuntos exteriores una carta y al equipo
diplomático de la exposición, diciéndole que tenían que incluir las normativas
antisemitas franquistas, la de paso de fronteras, del 11 de mayo de 1939,
firmada por el Ministro Gómez Jordana, y la del 6 de
octubre de 1939 (BOE del 7 de octubre), sobre depuración de médicos, que firmo
el ministro de gobernación, Ramón Serrano Suñer.
Posteriormente,
ya en el año 2015, conseguí que se reconocieran esas normativas, por parte del
Memorial Democratic, Generalitat de Catalunya (video de los Hoenigsfeld, Camins y curso pedagógico)
y en los libros de los historiadores, Josep Calvet, ÁngelViñas, y Paul Preston.
Al
final del año, también me notificaron desde el Parlamento Europeo, que mi
petición nº 89/2015, sobre dichas normativas, que no fueron incluidas en tres
proyectos españoles sobre el Holocausto y financiadas por la UE, habían sido
admitidas a trámite, eso sí, después de un año, y de un constante traspapelado
de documentos.
Quedaron,
desde la Comisión de Peticiones, en transmitir mi petición a la Agencia europea
encargada de esos proyectos, la EACEA. Por ahora no ha habido ninguna
notificación.
El
libro que se presenta ahora en el Ministerio, trata, básicamente, de hacer
homenaje a 18 diplomáticos franquistas, que durante la II Guerra Mundial, salvaron a
judíos del Holocausto. Algunos tienen actualmente el galardón de “justos entre
las naciones“.
Muchos
de ellos, habían sido cesados durante la Guerra Civil Española, por el
gobierno legítimo de la II República, por haber apoyado el golpe de Estado del
18 de julio de 1936 y ponerse del lado de los rebeldes.
Además
de la omisión de dichas normativas antisemitas, el libro, nos presenta, en su
apéndice gráfico, la foto de los cuatro ministros de asuntos exteriores durante
la II Guerra Mundial, pero comenten un grave error, pues en el caso del General
Gómez Jordana, no incluyen su primer mandato, entre enero de 1938 y agosto de
1939, antes del de Juan Beigbeder.
Esto es muy
importante, pues fue en ese periodo, cuando se promulgo por su Ministerio de
exteriores, la cruel normativa de paso de fronteras de 11 de mayo de 1939,
siendo su redactor, el antisemita diplomático franquista, José Rojas Moreno, conde de Casas
Rojas, y bisabuelo del exministro de justicia, Alberto Ruiz Gallardón, del PP.
Mis abuelos judíos
polacos, Stef y Rosa Hoenigsfeld,
pudieron sortear con éxito dicha normativa, gracias a que se convirtieron al
catolicismo, en abril de 1939 y tener un aval franquistas, lo que les dio
acceso al ansiado visado.
Pero ¿Cuántos judíos
no teniendo esos requisitos, se quedaron sin traspasar las fronteras hispano
francesa y acabaron exterminados en la Shoah? Esta es una investigación, que
parece que nadie tiene interés en hacer avanzar.
Quizás,
un proyecto que está llevando la Universidad norteamericana de Oregón, sobre
España y el Holocausto, consiga avanzar algo sobre este tema, y se llegue a
tiempo, cuando se inaugure el Museo “Casa de la Historia Europea“ en el Parlamento Europeo, en Bruselas.
También,
he echado de menos, que en el día de la Memoria del Holocausto, que tuvo lugar
el pasado día 27 de enero en el Senado, no se hiciera referencia a dichas
normativas antisemitas de Franco.
Yo
hace tiempo, que ya no asisto a esta emocionante ceremonia, ya que en dicho
Senado, se encuentra el busto del antisemita exministro franquista, Manuel FragaIribarne, de lo
cual me queje, hace años, sin éxito. Y eso que motivos no me faltan, al tener
18 antepasados judíos polacos, víctimas del Holocausto.
Urge reconocer que
Franco, promulgo y aplico normativa racial antijudía, en consonancia con las
otros países del Eje, y los países ocupados. Se trataba de un
antisemitismo generalizado, que llevo a la extinción de dos tercios del pueblo
judío europeo, y al robo de sus propiedades y trabajos.
Por
su mala conciencia, el Parlamento Europeo, el 27 de enero del 2005 promulgo una
resolución sobre la memoria del Holocausto y sobre el antisemitismo (
T60018/2005), para ir contra los que negaban el Holocausto y fomentaban
actitudes antisemitas.
No reconocer
dichas leyes raciales, y luego “anularlas “, es ir contra esa propia normativa
europea, y contra el propio código penal y el libro de José Antonio Lisbona, encargado y
publicado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, podría incurrir en ese
delito, e ir contra la propia normativa española y comunitaria.
Además,
hacer homenajes a diplomáticos franquistas que participaron en el golpe militar
de julio de 1936, es de alguna manera, seguir dando legitimidad y legalidad al
régimen franquista, cuando en la propia web del Congreso de los Diputados, en
sus actas de sesiones, nos dicen que la legalidad era la republicana, hasta
abril de 1939.
Fuentes: nuevatribuna.es | Cristina Calandre
Hoenigsfeld
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