Ayer vimos dos mundos muy diferente. En la vieja Europa un tipo, que cuando era presidente de Luxemburgo pactó con empresas europeas para que abandonaran sus países y no pagaran impuestos, decidió no responder las preguntas sobre Catalunya por un ataque de ciática... Sí..., esta cosa manda en Europa... Al otro lado del charco, una bella mujer con cara saludable (a medio camino entre Blondie y Lady Halcón), decía que los EEUU de América "trabajarán con la entidad o gobierno que salga del referéndum catalán". Corresponsales en Washington, DC lo reseñaron en twitter... ¿Y por qué ese interés de EEUU unidos por Catalunya? El primero que se me podría ocurrir es el geoestratégico, cerca y lejos a la vez de la costa africana. Y si quieren podemos hacer un poco de historia; desde el año 1990 han nacido 18 estado nuevos en Europa, más 7 con reconocimiento limitado (p.e. Kosovo). En la mayoría de ellos ha sido importante la participación norteamericana en sus procesos de independencia, pero en ninguno ha conseguido después influencia. Unos por estar demasiado cerca de Rusia y otros porque vienen de una guerra y todavía son, en algunos casos, estados fallidos o exenemigos... Ahora, EEUU tiene la oportunidad de apoyar a un territorio europeo que tiene toda la pinta de poder ser una Dinamarca del mediterráneo. Y no estamos hablando de bases, ya hay muchas en Europa, sino de influencia, negocios, colaboración... Con la independencia, la nueva República de Catalunya acometerá la ampliación del aeropuerto de El Prat con una nueva pista y la famosa terminal satélite (que prometió el falso de Zapatero). Terminal D que podría ser de uso exclusivo como hub intercontinental para aerolíneas norteamericanas. Además, Catalunya invertirá en 10 años entre 30 y 40.000 millones de euros en infraestructuras, un pastel muy goloso para las empresas norteamericanas. Y más si contamos armamento... Sin olvidar que Barcelona es una ciudad ideal para la instalación de multinacionales norteamericanas. Luego otra cosa, no sabemos cómo terminará el asunto del euro, aunque Catalunya puede utilizarlo sin permiso alguno de la Eurozona, da miedo que se impriman millones de billetes cada día para que el sur de Europa no vaya a la quiebra. Por eso Catalunya podría tener alguna relación con el dólar, ya sea con una moneda propia dolarizada o utilizando su moneda como Panamá. Catalunya podría ser uno de los primeros países del mundo en tener dos monedas no propias: euro y dólar. Incluso crear metálico para poder dar cambio cuando se pagara con dólares. Realmente un país con tanto turismo y exportación como Catalunya no puede permitirse el lujo de no aceptar dólares... Si me permiten la frivolidad, los yankees dejan dólares de propina nunca euros... Ya sé que algún troll se reirá por el repentino interés por la USA de Trump... Vale, pero el presidente americano estará 4 o, a lo sumo, 8 años en el poder. Los americanos son grandes aliados sin no los traicionas. Y sino que se lo pregunten a España, creían que Obama le perdonaría los desplantes de Zapatero y ya ven: en 8 años solo vino a España al final de su mandato y siempre estuvo en suelo propio (embajadas y bases). Fue una humillación en toda regla. La relación Catalunya y EEUU nacerá con el marcador a cero y por una vez los norteamericanos quieren conseguir influencia en un nuevo Estado. Y la verdad es que, si nos ayudan... ¿por qué no? Además, todo tiene la pinta de que Trump quiere meterle un gol a la UE... Catalunya debería aprovecharlo. Es evidente que los viajes de Puigdemont y Romeva están cambiando la opinión de los EEUU. De la "España fuerte y unida" al "trabajaremos con el gobierno que salga en Catalunya" han pasado 5 meses. Es lo que tiene la geoestrategia... Recordar que Catalunya ya hace más de 20 años que trabaja con lobbys americanos... (no lo hizo tan mal Pujol...). Que la prensa de Madrid no publique las palabras de la portavoz Heather Nauert quiere decir que no se lo pensaban. Que rabian... Y supongo que alguien de ustedes dirá que la Cámara de Comercio de EEUU en España dice que están preocupados... La verdad, no he visto a ningún empresario norteamericano instalado en Catalunya hablar sobre el tema... El único que lo hace es el presidente de esa cámara que es español y se llama Jaime Malet. Por cierto, en esa Cámara (fundada en Barcelona hace más de un siglo) están asociados todas las empresas españolas que tienen negocios en EEUU. O sea, ACS es socia de esa cámara de comercio (todo el IBEX 35 está). Ese es el motivo que desde 1999 ya no hay presidentes norteamericanos, los españoles han pervertido la esencia de la misma.

Ayer vimos dos mundos muy diferente. 
En la vieja Europa un tipo, que cuando era presidente de Luxemburgo pactó con empresas europeas para que abandonaran sus países y no pagaran impuestos, decidió no responder las preguntas sobre Catalunya por un ataque de ciática...

Sí..., esta cosa manda en Europa...

Al otro lado del charco, una bella mujer con cara saludable (a medio camino entre Blondie y Lady Halcón), decía que los EEUU de América "trabajarán con la entidad o gobierno que salga del referéndum catalán".

Corresponsales en Washington, DC  lo reseñaron en twitter...

¿Y por qué ese interés de EEUU unidos por Catalunya?

El primero que se me podría ocurrir es el geoestratégico, cerca y lejos a la vez de la costa africana.

Y si quieren podemos hacer un poco de historia; desde el año 1990 han nacido 18 estado nuevos en Europa, más 7 con reconocimiento limitado (p.e. Kosovo).
En la mayoría de ellos ha sido importante la participación norteamericana en sus procesos de independencia, pero en ninguno ha conseguido después influencia.
Unos por estar demasiado cerca de Rusia y otros porque vienen de una guerra y todavía son, en algunos casos, estados fallidos o exenemigos...

Ahora, EEUU tiene la oportunidad de apoyar a un territorio europeo que tiene toda la pinta de poder ser una Dinamarca del mediterráneo.

Y no estamos hablando de bases, ya hay muchas en Europa, sino de influencia, negocios, colaboración...

Con la independencia, la nueva República de Catalunya acometerá la ampliación del aeropuerto de El Prat con una nueva pista y la famosa terminal satélite (que prometió el falso de Zapatero). Terminal D que podría ser de uso exclusivo comohub intercontinental para aerolíneas norteamericanas.

Además, Catalunya invertirá en 10 años entre 30 y 40.000 millones de euros en infraestructuras, un pastel muy goloso para las empresas norteamericanas. Y más si contamos armamento...

Sin olvidar que Barcelona es una ciudad ideal para la instalación de multinacionales norteamericanas.

Luego otra cosa, no sabemos cómo terminará el asunto del euro, aunque Catalunya puede utilizarlo sin permiso alguno de la Eurozona, da miedo que se impriman millones de billetes cada día para que el sur de Europa no vaya a la quiebra. 

Por eso Catalunya podría tener alguna relación con el dólar, ya sea con una moneda propia dolarizada o utilizando su moneda como Panamá. 
Catalunya podría ser uno de los primeros países del mundo en tener dos monedas no propias: euro y dólar. Incluso crear metálico para poder dar cambio cuando se pagara con dólares. Realmente un país con tanto turismo y exportación como Catalunya no puede permitirse el lujo de no aceptar dólares...
Si me permiten la frivolidad, los yankees dejan dólares de propina nunca euros...

Ya sé que algún troll se reirá por el repentino interés por la USA de Trump... 
Vale, pero el presidente americano estará 4 o, a lo sumo, 8 años en el poder. Los americanos son grandes aliados sin no los traicionas. Y sino que se lo pregunten a España, creían que Obama le perdonaría los desplantes de Zapatero y ya ven: en 8 años solo vino a España al final de su mandato y siempre estuvo en suelo propio (embajadas y bases). Fue una humillación en toda regla.

La relación Catalunya y EEUU nacerá con el marcador a cero y por una vez los norteamericanos quieren conseguir influencia en un nuevo Estado.
Y la verdad es que, si nos ayudan... ¿por qué no?

Además, todo tiene la pinta de que Trump quiere meterle un gol a la UE...
Catalunya debería aprovecharlo.

Es evidente que los viajes de Puigdemont y Romeva están cambiando la opinión de los EEUU. De la "España fuerte y unida" al "trabajaremos con el gobierno que salga en Catalunya" han pasado 5 meses.
Es lo que tiene la geoestrategia...
Recordar que Catalunya ya hace más de 20 años que trabaja con lobbys americanos... (no lo hizo tan mal Pujol...).

Que la prensa de Madrid no publique las palabras de la portavoz Heather Nauert quiere decir que no se lo pensaban.
Que rabian...

Y supongo que alguien de ustedes dirá que la Cámara de Comercio de EEUU en España dice que están preocupados...
La verdad, no he visto a ningún empresario norteamericano instalado en Catalunya hablar sobre el tema...
El único que lo hace es el presidente de esa cámara que es español y se llama Jaime Malet. 

Por cierto, en esa Cámara (fundada en Barcelona hace más de un siglo) están asociados todas las empresas españolas que tienen negocios en EEUU. O sea, ACS es socia de esa cámara de comercio (todo el IBEX 35 está).
Ese es el motivo que desde 1999 ya no hay presidentes norteamericanos, los españoles han pervertido la esencia de la misma.

ARTICULO COMPLETO DEL FINANTIAL TIMES

El tiempo se está acabando para un compromiso catalán Las encuestas sugieren que la mayoría aceptaría una vía intermedia con mayor autonomía fiscal David Gardner Los separatistas catalanes exigen la independencia de España para llenar Barcelona en Diada, el día nacional © AFP Compartir en Twitter (abre una nueva ventana) Compartir en Facebook (abre una nueva ventana) Compartir en WhatsApp (abre una nueva ventana) 191 Salvar SEPTEMBER 12, 2017 por: David Gardner En 1977, cerca de un millón de personas marcharon en Barcelona reclamando la restauración del gobierno casero de Cataluña , que la recién terminada dictadura de Francisco Franco aplastó después de la guerra civil española de 1936-39. Se trata de una muestra festiva de la unidad entre partidos, mostrando el papel de liderazgo que Cataluña jugaría en forjar el consenso que impulsó la transición española a la democracia. Cómo las cosas se ven cuatro décadas después. En la Diada de este año, día nacional catalán del 11 de septiembre, los separatistas buscaron la independencia de Cataluña de España que llenó Barcelona, ​​como todos los años desde 2012. Estas manifestaciones coreografiadas no han roto un cristal. Pero amenazan el orden democrático post-franquista de España. La prolongada campaña terrorista de los separatistas vascos de ETA fue pensada durante mucho tiempo como una mayor amenaza para el Estado español. Pero Cataluña - cacareada como modelo por los estudiosos del nacionalismo minoritario - se ha deslizado del abrazo una vez plurinacional de España. Los radicales secesionistas han suplantado a los dirigentes castellanos, reavivando el nacionalismo español castellano y dividiendo a la izquierda en Cataluña y en todo el país. La estrecha mayoría separatista en el parlamento catalán, que controla el gobierno autónomo, se compromete a seguir adelante con un referéndum sobre la independencia el 1 de octubre. Un resultado Sí será vinculante, dice, cualquiera que sea la participación. El Tribunal Constitucional de España, a petición del gobierno de centro-derecha del primer ministro Mariano Rajoy, dice que el plebiscito es ilegal según la Constitución de 1978. Ha prohibido el referéndum y amenaza con enjuiciar a todos los que están en consenso. Esto ha dividido Cataluña, así como España. Con su lengua y cultura distintas, los catalanes se sienten una nación. Sin embargo, incluso si las encuestas muestran que la mayoría cree que tienen derecho a votar sobre su futuro como, por ejemplo, Escocia lo hizo en 2014, el mejor resultado para los partidarios de la independencia fue el 47,7 por ciento en las elecciones locales hace dos años. legitimar una ruptura con España, no sólo con los muchos inmigrantes españoles que viven en Cataluña. Sin embargo, en comparación con la protesta cívica de esta semana, el espectáculo de las fuerzas de seguridad españolas tratando de cazar las urnas y los boletines de votación ilícitos no es edificante. Eso es menos inflamatorio que, digamos, la disolución forzosa del gobierno regional o el redondeo de los líderes separatistas. Los dirigentes que, conscientes de que han alcanzado un techo de apoyo, seguramente recibirían una respuesta de mano dura en Madrid para elevarlos. El hasta ahora inflexible señor Rajoy ha insinuado un nuevo diálogo con Cataluña, pero está lejos de ser claro que vea esto como un problema político para resolver en vez de sedición a aplastar. El Sr. Rajoy y su Partido Popular contribuyeron a que el separatismo catalán se convirtiera en un factor de oposición que incitaba al Tribunal Constitucional en 2010 a eviscerar el estatuto de autonomía de Cataluña, aunque votado por los parlamentos español y catalán y aprobado por referéndum. (El razonamiento jurídico se veía aún más engañoso cuando los artículos considerados inconstitucionales en el estatuto de Cataluña sobrevivieron sin cuestionamientos en regiones gobernadas por el PP como Valencia). Una vez en el poder, el señor Rajoy se negó a discutir un medio camino entre el statu quo y la separación que las encuestas sugieren que una mayoría de catalanes aceptaría: con mayor autonomía fiscal - más como los vascos, que cobran sus propios impuestos y pagan una parte acordada en la Tesorería española - y más poder descentralizado. Ahora, un enfrentamiento sobre una votación está a poco más de dos semanas. El optimismo separatista profe- sional puede estar fuera de lugar. El movimiento anti-establishment de izquierda Podemos, cuyos aliados dirigen Barcelona y que defiende "el derecho a decidir", se ha dividido, como la federal oposición socialista antes. El ayuntamiento de Barcelona dice que no implicará a su personal en la votación debido a los riesgos legales. En cualquier caso, la capital catalana todavía tiene una mayoría contra la secesión. Un debate estéril sobre la legitimidad y las sutilezas legales no resolverá esto. Un punto de partida sería abordar la creencia catalana de que Madrid toma una cantidad abusiva de sus impuestos - mucho más que los vascos puestos en el gatito estatal. Jordi Alberich, director general del Cercle d'Economia, un grupo de reflexión catalán no partidista, sugiere una nueva institución con "responsabilidad compartida por la recaudación y distribución de impuestos, sobre todo transparente y justa". Pero si Madrid continúa tratando la constitución de España como una tablilla de piedra, en vez de un documento vivo para servir a un estado moderno dinámico y en evolución, aunque sea frágil, el tiempo para ese sentido común pronto pasará. david.gardner@ft.com Copyright The Financial Times Limited 2017. Todos los derechos reservados. Usted puede compartir usando nuestras herramientas de artículo. Por favor, no copie artículos de FT.com y redistribuya por correo electrónico o correo a la web.