4. LA BOMBA DE RELOJERÍA DE LA EXPORTACIÓN DEL PETRÓLEO: a medida que las poblaciones de los países exportadores de petróleo suben, consumen gran parte de su menguante producción de petróleo, dejando poca cantidad que exportar.
En EEUU, las tecnologías del fracking han dado un impulso poderoso a la producción de petróleo/gas y esto podría seguir aumentando la oferta de estos productos por un tiempo.
Pero más allá de casos puntuales, el panorama energético mundial nos muestra que los países exportadores de petróleo, experimentan un rápido aumento de sus poblaciones y las economías no diversificadas que dependen de las exportaciones de petróleo, comienzan a consumir cada vez más cantidad más de su petróleo a nivel nacional, mientras que la producción se estanca.
El resultado neto final es que se puede estar extrayendo mucho petróleo, pero muy poco está disponible para exportación.
Eso deja a las naciones importadoras de petróleo, sin la energía suficiente para sostener sus economías industriales.
Si bien es posible invertir lo suficiente en energías alternativas para mantener una cierta infraestructura en funcionamiento, a nivel mundial y a estas alturas, la energía alternativa total abarca unos pocos puntos porcentuales del consumo total de energía.
Por ejemplo, tomemos a Alemania, líder mundial en generar grandes cantidades de electricidad a partir de fuentes de energía alternativa ¿Alemania está lista para reemplazar su flota de vehículos por coches y camiones eléctricos? ¿Dispone de fuentes suficientes de energía alternativa para recargar 30 millones de vehículos?
Si esta es una tarea tan extremadamente difícil para una gran potencia industrial rica como Alemania. ¿Qué tipo de desafío le espera a los 2600 millones de residentes de los grandes países importadores de petróleo como son China y la India?
El siguiente gráfico de la termodinámica, nos muestra cómo estamos consumiendo energía a medida que la civilizaciónalcanza mayores cotas de desarrollo tecnológico.
La línea azul nos muestra a la población mundial en miles de millones de personas y la línea roja, nos muestra el equivalente termodinámico en consumo de energía, es decir, el número de personas que necesitaríamos ser para consumir la misma cantidad de energía que consumimos si no dispusiéramos de los artefactos tecnológicos que consumen toda esa energía.
El gráfico nos muestra que en la actualidad, 7.000 millones de personas consumen la misma energía que consumirían 80.000 millones de personas que no dispusieran de avances tecnológicos. ¿Alguien se imagina cómo sería un mundo con 80.000 millones de habitantes que vivieran en el siglo XIX?
Es una visión clara de la enorme dependencia de los combustibles fósiles que tiene la civilización actual.
Muchas personas confían en que la tecnología podrá resolver estos problemas antes de que las bombas de relojería estallen a nivel global.
Quizás avances milagrosos en la fotosíntesis artificial y en la bioquímica resolverán todas estas crisis mundiales.
Pero eso es confiar ciegamente en cosas que aún no han sucedido.
Es sano conservar un cierto nivel de escepticismo al respecto, porque aunque existan todo tipo de tecnologías maravillosas que funcionen muy bien en los experimentosde laboratorio a pequeña escala, pueden no funcionar a gran escala y no ser lo suficientemente baratos o fiables como para aplicarse de forma global.
Además, debemos tener en cuenta el problema principal: el desarrollo de nuevas tecnologías, requieren grande cantidades de capital y energía para difundirse por toda la economía mundial.
Y el capital y la energía son precisamente lo que va escasear a medida que la demanda de recusos crezca, los ingresos fiscales caigan y los costes de las redes de seguridad social se disparen.
Así pues, podemos concluir que la situación de cara al futuro es grave y podría llegar a ser insostenible…
-Artículo escrito por Charles Hugh Smith-
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No se admiten comentarios con datos personales como teléfonos, direcciones o publicidad encubierta