La guerra invita a cometer actos atroces en todos los frentes. Afortunadamente para aquellos que salen victoriosos, la tarea de informar y relatar lo sucedido queda totalmente en sus manos. El resultado de estos informes es lo que conocemos como “historia oficial” que, aunque llena de imprecisiones, es lo que se plasma en la mayoría de los libros y lo que conocerán nuestros descendientes. Aquella frase anónima que reza “un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla”, es totalmente cierta, sobre todo cuando un pueblo no conoce su VERDADERA historia.
1 – Agente Naranja en Vietnam - 400 mil víctimas.
Algo particular sobre Vietnam es su vegetación terriblemente densa y complicada, un factor que influyó bastante en una guerra que los gringos creían cosa fácil.
Dado que sus enemigos se ocultaban en una selva que conocían como la palma de su mano, Estados Unidos se vio tentado a eliminar grandes áreas de vegetación en aquel país.
Para lograr esto, los militares recurrieron a toda una variedad de productos químicos, el más famoso de todos estos fue el infame Agente Naranja.
Actualmente se ha llegado a estimar que los invasores rociaron 80 millones de litros (el equivalente a 32 piscinas olímpicas) del compuesto químico por todo Vietnam, causando la muerte a más de 400 mil personas y provocando el nacimiento de más de medio millón de niños con enfermedades congénitas. Por si esto no fuera suficiente, los herbicidas devastaron el sistema de producción de alimentos en el país, afectando incluso las plantaciones de arroz.
2 – Fósforo blanco en Irak.
Cuando una potencia mundial acude a restablecer la democracia (léase robar el petróleo y saquear las riquezas) en un país en conflicto, se espera que sucedan cosas realmente feas.
Como lo que sucedió en la ciudad iraquí de Faluya, donde Estados Unidos habría usado fósforo blanco durante los combates.
Es un nombre bastante inocente para un arma química e incendiaria capaz de quemar ropa, municiones y cualquier otro tipo de combustible con una ferocidad atroz.
Sin embargo, existe evidencia de ataques directos contra la población, incluso testimonios de los propios soldados de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. Niños y mujeres se encontraban entre las víctimas de esta barbarie.
3 – La colaboración con Saddam Hussein.
3 – La colaboración con Saddam Hussein.
Pocos años antes que Estados Unidos acusara falsamente a Saddam Hussein de desarrollar y ocultar armamento nuclear, ambas partes colaboraron en una guerra. En 1998, Estados Unidos habría colaborado con el dictador iraquí en la guerra Irán-Irak.
A sabiendas de que Hussein utilizaba armas químicas en el conflicto, los estadounidenses (la CIA) llegaron a filtrar inteligencia para los iraquíes sobre el movimiento de las tropas iraníes.
Después de esto, Irak desplegó un ataque químico que borró del mapa a una pequeña villa habitada por kurdos. Resultaron aproximadamente 5,000 muertos y miles más murieron a causa de las complicaciones provocadas por los gases venenosos.
4 – Pruebas químicas en San Luis.
Según Lisa Martino-Taylor, una socióloga del St. Louis Community College, el gobierno de los Estados Unidos habría llevado a cabo pruebas químicas entre la población de la Ciudad de San Luis, en el estado de Misuri, durante muchos años de forma totalmente secreta.
La versión oficial señala que el gobierno realizaba experimentos de humaredas e iluminación contra “amenazas rusas”, pero Martino-Taylor asegura que el compuesto contenía agentes sofocantes.
Además, las estadísticas señalan que hubo un aumento drástico en los casos de cáncer entre los residentes del lugar. No hay un número oficial de víctimas.
5 – Uranio empobrecido en Irak.
Durante la invasión de los Estados Unidos a Irak que inició en 2003, existen varias sospechas de que los gringos emplearon toneladas de municiones fabricadas con uranio empobrecido, un residuo tóxico y radiactivo de la industria nuclear.
6 – Napalm en la Segunda Guerra Mundial.
El napalm es un agente sumamente inflamable y pegajoso empleado por los Estados Unidos como arma química durante bastante tiempo.
En la Segunda Guerra Mundial, las Fuerzas Armadas del país vertieron una cantidad tan gigantesca de napalm sobre territorio japonés que quemaron a unas 100 mil personas hasta la muerte, además de haber producido miles de heridos y dejado a una población enorme sin un refugio.
Durante la década de 1980, la ONU declaró el uso de napalm en civiles como un crimen de guerra.
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