Europa vacilaba a los dos proyectos opuestos de EUA y la URSS con su crecimiento económico y la igualdad social también lo hacia en base al sistema democrático. A diferencia de Estados Unidos con su constante "Caza de Brujas" Macarthista iniciada en los años 50 donde cualquier movimiento social o líder crítico era acusado de comunista al servicio de la URSS "o Traición a la Patria" -llegando a ser asesinados líderes como Martin Luther King o Malcom X - y la URSS donde no eran ilegales partidos procapitalistas, la UE presumía de ser el modelo de consenso entre la dialéctica "Capital y Trabajo". Un modelo dibujado como pluripartidista donde ser comunista, en principio, no era perseguido por la ley y donde los sindicatos y movimientos sociales tenían ciertos espacios de lucha legal y legítima.
Con las realidades y deficiencias de cada país europeo sobre su modelo democrático, el punto histórico que quiebra la confianza de la institucionalidad democrática de la UE es la "Constitución Europea". La Carta Magna fue firmada por los Jefes de Estado en Octubre de 20004 y ratificada por el Parlamento Europeo el mes de Enero con 500 votos a favor, donde entran socialdemócratas y conservadores, 137 en contra y 40 abstenciones. Posteriormente el Tratado tenía que ser ratificado en los parlamentos de todos los Estados miembros. En algunos Estados como Alemania siguieron las directrices diseñadas y dieron voz solo al Parlamento para ratificar el Tratado, pero otros Estados decidieron ir más allá y realizar un referéndum de carácter consultivo. En base a lo inesperado los resultados fueron todo un fracaso para la UE. Después de la aprobación en España tras la consulta ejercida en febrero de 2005, ganado el SI con el 76,76% al ser apoyado por el bipartidismo hegemónica del PP (conservador) y PSOE (socialdemócrata) pero con una abstención del 57,6%, llegó poco después el rechazo al Tratado en la votación del pueblo francés y holandés. Dos de los países fundadores de la CECA. Seguidamente Luxemburgo, en julio del mismo año, acompañó a España en la ratificación pero ya era demasiado tarde. La Constitución Europea era "enterrada". La democracia decía no a un proyecto constitucional enfocado en una economía neoliberal, y aunque la histórica socialdemocracia europea diera un giro hacia la derecha (más radical a partir de la Crisis de 2008, como hemos visto) un gran parte de sus votantes no la acompañaban en este escenario, seguían apostando por el Estado del Bienestar.
El déficit de la democracia europea y el poder germano se desenmascaró justo en este momento. En lugar de llevar a cabo una nueva propuesta constitucional más participativa, con movimientos sociales, partidos, sindicatos, instituciones de la sociedad civil, pequeñas y medianas empresas y no solo grandes corporaciones,... en el primer semestre de 2007 bajo la presidencia temporal de Alemania en el Consejo de la Unión Europea se elaboró una nueva propuesta constitucional. Angela Merkel, la Canciller Alemana, hizo su presentación en el Parlamento Europeo con un célebre golpe en la mesa; "la fase de reflexión ha quedado atrás". El 13 de diciembre de 2007 se firmó en Lisboa, a espaldas de la ciudadanía, el actual Tratado de Lisboa como la Carta Magna de la UE. Merkel parecía hacer renacer el IV Reich en el siglo XXI, no hablando en este caso de supremacía racial sino de supremacía económica por imposición, el neoliberalismo.
Primer afectado; Grecia
La ruta hacia el neoliberalismo y una falta de democracia en la UE tuvo su primer afectado; Grecia. Con la crisis de 2008 los países de Europa del Sur de la Eurozona, Portugal (P), España (S), Grecia (G), y además Irlanda (I) - también conocidos peyorativamente como PIGS, que en inglés es cerdos - dadas sus economías menos industrializadas y más dependientes sufrieron con mayor dureza las primeras consecuencias. La pérdida de soberanía monetaria nacional con la entrada del Euro en 2002 hacía a estos países depender del Banco Central Europeo y no podían llevar a cabo medidas propias como la devaluación como mecanismo de aumento de exportación o la deflación con retirada de papel moneda. Se llevaron a cabo, desde la UE, "Planes de Rescate" en los 4 países con el llamado objetivo de "sanear" sus cuentas públicas, es decir, reducir al máximo el déficit público con la privatización de los servicios del Estado. Lo importante, y más como proyecto del liderazgo alemán, era disponer de unos buenos datos macroeconómicos neoliberales (PIB) y estabilidad financiera dejando en segundo plano la microeconomía del bienestar familiar contra la desigualdad (el Coeficiente de Gini). Los países del Sur de Europa empezaron a perder la mítica "Clase Media" que se dibujó tras el sufrimiento que costó a las clases trabajadoras mediante sus luchas sociales en los años 60, 70. El Consenso de Washington en América Latina se revivía en Europa con los Planes neoliberales de la Troika, el "Consenso de Berlín".
El primer "Rescate" se aprobó en mayo de 2010 para Grecia. Un paquete de préstamos de 110.000 millones de euros entre 2010 y 2012 con el objetivo de elaborar un duro Plan de Ajuste para reducir el déficit público un 3% para el 2014. El segundo Rescate para Grecia fue llevado a cabo por los líderes de la Eurozona en julio de 2011 por valor de 160.000 millones de Euros. Paralelamente lo mismo sucedía en Portugal con un rescate de 78.000 millones de euros en mayo de 2011 e Irlanda con valor de 85.000 millones. Y España, con su crisis del "boom inmobiliario" y con un desempleo cercano al 20%, obtuvo un rescate de 100.000 millones de euros - siempre negado por el Partido Popular al ser llamado como Asistencia Financiera- que en lugar de dirigirlos a necesidades sociales y productivas para la reactivación de la económica se enfocó en la recuperación del sector financiero privado, principalmente entidades como Bankia.
Desde el Reajuste económico en Grecia en lugar de solucionarse la Crisis se institucionalizó una pobreza estructural y una sociedad desigualitaria a niveles de países subdesarrollados perdiendo la Clase Media. A pesar del I y II Plan de Ajuste en Grecia, según datos del Eurostat, de 2008 a 2014 el número de personas en riesgo de pobreza o exclusión social aumentó el 29,2%, es decir, a 3,9 millones de personas en una población poco más de 11 millones. El Pacto de Unidad Nacional entre Conservadores (Nueva Democracia) y Socialdemócratas (PasoK) aceptando todas las directrices de ajuste económico europeo produjo una brecha institucional dando oxígeno a una alternativa política antineoliberal llamada Syriza (Coalición de la Izquierda Radical) que ganó finalmente las Elecciones Generales de Enero de 2015. Su líder Alexis Tsipras salió victorioso tras ofrecer un plan y un discurso rupturista con el funcionamiento de UE de la Austeridad. Un programa de línea contrahegemónica que abría nuevos debates como la Reestructuración de la Deuda. Grecia, un país pequeño era un pequeño terremoto para Europa. Aún así, duro poco y solo fue un temblor.
La Troika cerró al nuevo gobierno de Grecia todo tipo de negociación que rebasará sus líneas rojas y el mismo gobierno heleno se encontró, además de conflicto internos entre moderados y radicales, entre estas presiones institucionales por un lado y la de sus votantes que confiaron en su programa del NO a la Austeridad. Tsipras para salir de un desajuste convocó un Referéndum en julio de 2015 preguntando si debería aceptarse el "Acuerdo que presentaba la Troika sobre continuar con la línea neoliberal y un III Rescate". Con la participación del 62,5% de la población, el 61,31% se decantó por el NO. A pesar de suceder esto en el país originario de la democracia occidental, la UE hizo caso omiso a este gesto participativo y siguiendo la estrategia que se llevó con el Tratado de Lisboa el gobierno griego tuvo que asumir el III Plan de Rescate. Más deuda para el pueblo heleno para pagar deudas de de los anteriores gobiernos. Esta estrategia antisoberana llevó al principal actor de las negociaciones con la UE por el gobierno griego y muy crítico con las políticas de Austeridad, el ministro de Finanzas Yanis Varoufakis, a dimitir.
La salida de Varoufakis dio campo libre al sector más moderado de Syriza y finalmente para dejar en olvido el referéndum Tsipras convocó nuevas elecciones generales para septiembre. Elecciones que buscaban dos objetivos: la salida total de los parlamentarios más radicales con la Austeridad que incomodarían al gobierno y la legitimidad del gobierno de Tsipras a pesar de aceptar el III Plan de Austeridad. Aunque Tsipras no defendió hasta la última la decisión del pueblo griego en el referéndum, y algunas voces lo tildaron de traidor, volvió a ganar las elecciones ya que una parte de la población seguía viendo su proyecto como la única alternativa. La Europa neoliberal finalmente consiguió cerrar este agujero contrahegemónico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No se admiten comentarios con datos personales como teléfonos, direcciones o publicidad encubierta