Maha Chohan » Maestros Ascendidos
Oraculo de los Maestros Ascendidos: Maha Chohan
Sabiduría interna
Lemas
Ayuda a dar un paso hacia atrás y a mantenerse al margen de los agobios de la vida cotidiana, de vínculos con otras personas, de las ataduras sentimentales.
Se consigue tener una visión de uno mismo y ser consciente de las obsesiones en las que la persona parece sentirse atrapada.
Esta energía permite que simultáneamente nos sintamos como observadores neutrales dentro de la situación, que nos pongamos en el lugar de lo ocurrido, pero que continuemos siendo nosotros mismos. Nos ayuda en cada situación a percibirla unidos a la voz de la sabiduría interior.
La energía de Maha Chohan nos une con la sabiduría que tiene una visualización más general y que se mantiene en contacto con una conciencia más elevada.
Nos ayuda a abandonar la perspectiva que tenemos desde abajo para elevarnos a unas esferas más altas desde las cuales podremos tener una comprensión más lógica de los acontecimientos que vivimos.
Indicaciones para la situación
Hay situaciones en las que resulta difícil conservar una visión general y establecer unos límites. Nos detenemos en los detalles, en situaciones y perdemos el hilo de la cuestión.
Todo nos parece igual de importante, igual de urgente y el estrés va en aumento. Otras personas nos absorben totalmente. Nos involucramos cada vez más, los acontecimientos, los modelos de comportamiento y los sentimientos nos atrapan cada vez más.
Somos incapaces de captar una idea clara, de alcanzar un estado neutral y, por lo tanto, de escuchar nuestra voz interior.
El camino hacia fuera significa dar un paso atrás en nuestro interior, significa observarse a uno mismo y a lo que sucede con un cierto distanciamiento. Dirige tu mirada hacia tu interior, escucha dentro de ti aquello que te quiere transmitir tu sabiduría interior.
Aprende a descubrir que las cosas a veces no son lo que parecen. Tú interpretas.
En el caso de que hayas extraído esta carta, se te pide que des un paso hacia atrás y que te conviertas en un observador neutral. ¿En qué situaciones o en qué personas nos perdemos? ¿Dónde te sientes atrapado por tus propias imaginaciones? Trata de meditar, de adoptar un punto de vista más elevado y trata de contemplar tu situación desde allí.
La mujer que aparece en la parte inferior izquierda de la carta está atrapada por los problemas y las preocupaciones de este mundo y está sujeta a ellos.
Está influenciada por un ideal de belleza, por la imagen que a ella le gustaría tener. Parece observar al consultante como queriendo mostrarle su belleza y pidiéndole su aprobación.
En la parte derecha de la carta nos encontramos con el letrado o filósofo que no mira a nadie. Se ha retirado como un ascético del mundo y se concentra en los textos de la sabiduría y los conocimientos, como pretende demostrar el libro que sujeta sobre sus rodillas.
Está aprendiendo y acumulando saber. De esta manera conseguirá liberarse de las ataduras de la vida que caerán para siempre. Pero no alcanzará la total libertad.
Todavía le envuelven los hilos de sus propias imaginaciones y pretensiones. No basta con adquirir sabiduría mentalmente.
Solamente cuando seamos capaces (como lo hace la mujer en la parte superior de la carta) de dirigir nuestra mirada totalmente hacia nuestro interior, a través de la meditación o de una profunda retroinspección, a través de una conexión con la sabiduría interior y con nuestra conciencia, podremos liberarnos de todas las ataduras.
Entonces seremos libres, podremos reconocernos a nosotros mismos y analizar la situación de una manera clara y desde una cierta distancia, como si nos hubiéramos detenido a disfrutar del aire frío y claro que se respira en la cumbre nevada del Himalaya.
El camino hasta allí se alcanza a través de la observación, como queda simbolizado en el ojo que ocupa la parte central de la carta. Para el observador que se encuentra en el centro de la situación es posible adoptar cada posición sin tener que identificarse con ella, sin tener que involucrarse en ella: la mujer atrapada, el monje, la mujer que mira en su interior, las elevadas montañas.
Entonces nos daremos cuenta de que no nos encontramos tan distantes de las esferas más altas de nuestra conciencia, del mundo espiritual, como cabríamos pensar.
Esa distancia que nosotros mismos nos hemos establecido, desaparece. Nos permitimos formar parte de nuevo del mundo inmaterial, de la integridad.
Lemas
- Observar.
- Mantener la distancia y tener una visión general.
- Permanecer en uno mismo.
- Poder establecer unos límites.
- Dejar de ver el mundo desde abajo y tratar de contemplarlo desde una perspectiva más alta.
Ayuda a dar un paso hacia atrás y a mantenerse al margen de los agobios de la vida cotidiana, de vínculos con otras personas, de las ataduras sentimentales.
Se consigue tener una visión de uno mismo y ser consciente de las obsesiones en las que la persona parece sentirse atrapada.
Esta energía permite que simultáneamente nos sintamos como observadores neutrales dentro de la situación, que nos pongamos en el lugar de lo ocurrido, pero que continuemos siendo nosotros mismos. Nos ayuda en cada situación a percibirla unidos a la voz de la sabiduría interior.
La energía de Maha Chohan nos une con la sabiduría que tiene una visualización más general y que se mantiene en contacto con una conciencia más elevada.
Nos ayuda a abandonar la perspectiva que tenemos desde abajo para elevarnos a unas esferas más altas desde las cuales podremos tener una comprensión más lógica de los acontecimientos que vivimos.
Indicaciones para la situación
Hay situaciones en las que resulta difícil conservar una visión general y establecer unos límites. Nos detenemos en los detalles, en situaciones y perdemos el hilo de la cuestión.
Todo nos parece igual de importante, igual de urgente y el estrés va en aumento. Otras personas nos absorben totalmente. Nos involucramos cada vez más, los acontecimientos, los modelos de comportamiento y los sentimientos nos atrapan cada vez más.
Somos incapaces de captar una idea clara, de alcanzar un estado neutral y, por lo tanto, de escuchar nuestra voz interior.
El camino hacia fuera significa dar un paso atrás en nuestro interior, significa observarse a uno mismo y a lo que sucede con un cierto distanciamiento. Dirige tu mirada hacia tu interior, escucha dentro de ti aquello que te quiere transmitir tu sabiduría interior.
Aprende a descubrir que las cosas a veces no son lo que parecen. Tú interpretas.
En el caso de que hayas extraído esta carta, se te pide que des un paso hacia atrás y que te conviertas en un observador neutral. ¿En qué situaciones o en qué personas nos perdemos? ¿Dónde te sientes atrapado por tus propias imaginaciones? Trata de meditar, de adoptar un punto de vista más elevado y trata de contemplar tu situación desde allí.
La mujer que aparece en la parte inferior izquierda de la carta está atrapada por los problemas y las preocupaciones de este mundo y está sujeta a ellos.
Está influenciada por un ideal de belleza, por la imagen que a ella le gustaría tener. Parece observar al consultante como queriendo mostrarle su belleza y pidiéndole su aprobación.
En la parte derecha de la carta nos encontramos con el letrado o filósofo que no mira a nadie. Se ha retirado como un ascético del mundo y se concentra en los textos de la sabiduría y los conocimientos, como pretende demostrar el libro que sujeta sobre sus rodillas.
Está aprendiendo y acumulando saber. De esta manera conseguirá liberarse de las ataduras de la vida que caerán para siempre. Pero no alcanzará la total libertad.
Todavía le envuelven los hilos de sus propias imaginaciones y pretensiones. No basta con adquirir sabiduría mentalmente.
Solamente cuando seamos capaces (como lo hace la mujer en la parte superior de la carta) de dirigir nuestra mirada totalmente hacia nuestro interior, a través de la meditación o de una profunda retroinspección, a través de una conexión con la sabiduría interior y con nuestra conciencia, podremos liberarnos de todas las ataduras.
Entonces seremos libres, podremos reconocernos a nosotros mismos y analizar la situación de una manera clara y desde una cierta distancia, como si nos hubiéramos detenido a disfrutar del aire frío y claro que se respira en la cumbre nevada del Himalaya.
El camino hasta allí se alcanza a través de la observación, como queda simbolizado en el ojo que ocupa la parte central de la carta. Para el observador que se encuentra en el centro de la situación es posible adoptar cada posición sin tener que identificarse con ella, sin tener que involucrarse en ella: la mujer atrapada, el monje, la mujer que mira en su interior, las elevadas montañas.
Entonces nos daremos cuenta de que no nos encontramos tan distantes de las esferas más altas de nuestra conciencia, del mundo espiritual, como cabríamos pensar.
Esa distancia que nosotros mismos nos hemos establecido, desaparece. Nos permitimos formar parte de nuevo del mundo inmaterial, de la integridad.
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