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26 de diciembre de 2015

Peligra el shale en Estados Unidos con un petróleo en caída libre


La tendencia a la baja del petróleo a nivel mundial es un escenario que ya cumple un año y medio. El barril que en julio de 2014 costaba alrededor de 110 dólares, 16 meses después el mismo barril cotiza a 36 dólares en las bolsas de Nueva York y Londres. Es decir, casi un 70% menos. Estados Unidos, un país que desde hace una década viene aumentando sistemáticamente su producción por motivo del “boom del shale”, atraviesa hoy un cuello de botella cada vez más angosto. Tiene capacidad para seguir aumentando su producción de hidrocarburos pero el barril entre los 30 y 40 dólares no le es rentable.
El shale oil y el shale gas se extrae mediante una técnica no convencional llamada “fracking que se utiliza hace una década aproximadamente. Se trata de la extracción de hidrocarburos con pozos que pueden ser horizontales y verticales, pero el proceso es mediante una fuerte presión de agua y químicos que fracturan la piedra que contiene burbujas de hidrocarburos. Esto en el mercado petrolero es tan novedoso como caro resulta producirlo ya que requiere de equipos mucho más sofisticados que los de extracción convencional.
Según la Administración de Información de Energía de EE.UU. (EIA), el país norteamericano se convirtió en 2015 en el principal productor mundial de hidrocarburos (desplazando a Arabia Saudita) y esto es porque el fracking está muy avanzado en los campos petroleros de Dakota del Norte, Pensilvania y Texas, entre otros estados. En poco tiempo EE.UU. redujo más del 35% sus importaciones de energía, que según analistas internacionales esto le permitió repuntar su economía tras la crisis de 2008/9.
A partir de este “boom del shale”, a las empresas petroleras tradicionales de EE.UU. (Exxon, Chevron, etc.) se le sumaron distintos capitales que se dedicaban a otra actividad para producir petróleo. Pero como fue un proceso que demandó en su inicio muchos dólares, estos capitales llegaron a la actividad petrolera mediante un fuerte endeudamiento para sostener la cara, sofisticada y muy tentadora extracción del shale.
En un principio estos capitales se vieron favorecidos y fueron los protagonistas del “boom”. Con un barril a 110 dólares a nivel internacional el shale es muy rentable. Esto es lo que estuvo sucediendo hasta julio de 2014. Luego el barril comenzó una fuerte caída que continúa hasta hoy.
Según estimaciones de entidades financieras del propio país, como Morgan Stanley, el fracking en EE.UU. necesita un valor para ser rentable de 60 a 70 dólares. Hoy el barril esta en 37 dólares y la tendencia es que continua así en 2016.
Excluyendo cuestiones geopolíticas, esta baja en el precio del petróleo se da, principalmente, por la abundancia que produjo el mismo EE.UU. que inyectó millones de barriles al mercado y generó un fuerte aumento en la oferta. A esto hay que sumarle una desaceleración de la demanda de China, que frenó su economía pasando de un crecimiento de dos dígitos a preveer un crecimiento en 2016 de 6,3% según el FMI, su peor marca en 25 años. Al mismo tiempo, los países exportadores de petróleo agrupados en la OPEP, que bombea un tercio del petróleo mundial, vienen manteniendo la decisión de no reducir su producción para no perder cuota en el mercado.
Estos tres factores (superoferta de EE.UU., desaceleración de China y Europa y misma producción de la OPEP) impulsaron el precio del barril a la baja hasta los 35 dólares en estos últimos días, alcanzando mínimos de 2009 en el caso del crudo tipo WTI (West Texas Intermediate) en Nueva York y mínimos desde 2004 en el caso del crudo tipo Brent, que es referencia para el mercado europeo.
El efecto en Estado Unidos es que varias compañías petroleras que se endeudaron para acceder a la producción del shale están cerrando o en crisis porque no logran afrontar sus deudas con un barril tan barato. Los casos más resonantes son los de las empresas Pro-Stim Services y Samson Resources, pero hay muchos más.
Se calcula que hay más de 50 empresas como estas que no pueden afrontar sus deudas del shale con un barril a 35 dólares. En la lista de estas petroleras están The Williams, SandRige Energy, Swift Energy, Energy XXI, Energy Transfer, Goodrich Petroleum, Hercules Offshore, Seventy Seven Energy y Halcon Resourcers, entre otras.
La calificadora Standard & Poor's calcula que tres de cada cinco compañías de EE.UU. que no logran cumplir con sus deudas vienen del sector energético: esta es la foto del cuello de botella en el que entró el denominado 'boom del shale' de Estados Unidos. De este modo, sobrevivirán las empresas que tengan mayor respaldo y liquidez para afrontar las deudas; las que no, engrosarán el número de empresas que no superaron ese auge.
El principal problema que tienen estas empresas es que hoy el mundo (y principalmente EE.UU.) produce más petróleo y gas del que se necesita. La demanda mundial no da señales de que repunte y el cuello de botella amenaza cada vez más al shale de Estados Unidos. La incógnita que queda es cuánto mas aguantará Estados Unidos un barril barato.


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