Finalmente, empiezan a saltar algunas caretas.
Estos últimos años, hemos vivido algunos lamentables episodios de rusofobia en muchos campos, que parecen derivar de los tiempos de la Guerra Fría, cuando en algunos países occidentales, los rusos eran todos “rojos malignos y comunistas” (algo que el tiempo ha demostrado como falso. Básicamente y desgraciadamente, los rusos son como todos los pueblos: son lo que les dicen que tienen que ser a cada momento y siguen a los líderes que les dicen que tienen que seguir).
Uno de los campos donde más vergonzosamente se ha expresado esta fobia indecente hacia los rusos, lo encontramos en el campo del deporte, expecialmente expresado en las acusaciones de presunto dopaje sistemático hacia deportistas rusos.
Hoy hemos sabido (vía RT) que Richard McLaren, autor canadiense del reporte de la comisión independiente de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA), ha admitido “errores” en sus conclusiones sobre el supuesto dopaje en el deporte ruso. Lo ha revelado Vitali Smirnov, miembro del Comité Olímpico Internacional y jefe de la Comisión Independiente Pública Antidopaje de Rusia.
McLaren “ha admitido que retira las acusaciones de que hubo participación estatal” rusa en las prácticas de dopaje, ha anunciado Smirnov.
El jefe de la Comisión Antidopaje rusa ha precisado que McLaren le confesó durante el encuentro de tres horas que mantuvieron en Zúrich (Suiza) que “en su informe hubo algunos errores fundamentales, los cuales está corrigiendo”.
A continuación, un artículo escrito por Rodrigo Bernardo Ortega, nos abre los ojos sobre todo el asunto y nosotros añadimos alguna reflexión adicional sobre ello al final…
LA DOBLE MORAL DE WADA, LA AGENCIA MUNDIAL ANTIDOPING
El concepto de dopaje es bastante antiguo: ya en la mitología Noruega existe amplia documentación sobre el uso de sustancias que incrementaban la fuerza, también en la Grecia antigua existían especialistas que ofrecían a los atletas olímpicos brebajes que intentaban aumentar la resistencia física, inclusive los gladiadores romanos utilizaron agentes dopantes fortalecedores.
(
http://www.doping-prevention.sp.tum.de/es/doping-in-general/history-of-doping.html ).
La palabra doping tiene su origen en antiguas tribus africanas, como la tribu Kaffir, quienes utilizaban en ceremonias religiosas una bebida alcohólica estimulante llamada “DOP”; también los guerreros Zulú la empleaban para mejorar su rendimiento en las carreras.
En la época moderna, un columnista Holandés de apellido De Boers fue el primero que empleó este término para describir cualquier bebida estimulante, y el uso de esas sustancias en el deporte fue descrito como “doping”, con una primera aparición en un diccionario en el año 1.889.
Aunque el primer deporte en el cual se documentó el uso de doping fue la natación, el uso de sustancias estimulantes se comenzó a utilizar principalmente en el ciclismo, para después extenderse a otros deportes como el atletismo, pesas, boxeo y actualmente a la totalidad de las disciplinas deportivas.
En la primera mitad del siglo XX era comúnmente aceptado el uso estimulantes para mejorar el rendimiento deportivo, pero después de observar los evidentes efectos dañinos para la salud por el uso y abuso de estas sustancias, se inició un movimiento para controlar su utilización por parte de las autoridades deportivas como el Comité Olímpico Internacional COI, quien se involucró por primera vez en el año 1.967 en el Tour de Francia.
Las primeras muestras antidoping se tomaron en los Juegos de México del año 1.968.
Pero solo es en 1.999 cuando por iniciativa del COI se crea la WADA – World Anti-Doping Agency, también conocida como Agencia Mundial Antidopaje AMA, con la muy plausible idea de lograr una armonización entre las diversas autoridades de control, creando un Código Mundial Antidopaje de uso obligatorio, así como la publicación anual de una lista de sustancias y métodos prohibidos para los deportistas.
Esta agencia, creada como una fundación independiente, comenzó a funcionar de manera muy adecuada y logró grandes avances en el control y la prevención del uso de sustancias dañinas para los deportistas, pero a medida que avanzamos en el presente siglo ha venido siendo utilizada por algunos gobiernos como arma política para desacreditar los deportistas que no son de sus afectos, como también para favorecer el uso de sustancias prohibidas en sus propios deportistas, aplicando una doble moral que es totalmente inaceptable.
De otra parte, la gimnasta Simone Biles a pesar de haber dado positivo para metilfenidato en agosto, esto no fue impedimento para que participara y ganara 4 medallas de oro en las justas de Rio, igualmente, también pudo participar la basquetbolista Elena Delle Donne a pesar de haber dado por la misma época, positivo para anfetaminas.
Y es que los efectos del tipo de drogas empleado por las deportistas no es menor: la oxicodona por ejemplo, es un analgésico de última generación, copia mejorada de la heroína, morfina o la codeína y se emplea para personas que han sufrido fuertes traumas, operaciones mayores o problemas oncológicos, este medicamento suprime el dolor logrando borrar las barreras que impone el cerebro ante cargas excesivas de trabajo físico.
Otro ejemplo claro es la Triamcinolona, consumida por Venus Williams con autorización de la Wada por una periodo de más de 4 años, pues este medicamente impulsa el aumento de los bronquios y se utiliza para personas asmáticas, mientras que a las personas sanas les aumenta el volumen de los bronquios, con la evidente ventaja competitiva ante los demás deportistas rivales.
(
https://actualidad.rt.com/actualidad/218833-doble-moral-wada-anfetamina-meldonium).
En el año 2.014 fue arrestado por conducir a gran velocidad bajo los efectos del alcohol, con una suspensión de 6 meses que no le impidió su participación en las olimpiadas de Rio.
El otro lado de la moneda es muy diferente: La bella atleta María Sharapova venía consumiendo meldonium para su diabetes desde el año 2.005, esta droga ingresó a la lista de sustancias prohibidas sino hasta el mes de enero del presente año. Aunque la atleta dio las debidas explicaciones y mostró sus diagnósticos que evidenciaban la necesidad del consumo del medicamento en su caso, fue suspendida para participar en cualquier competencia, afectándola además con sus grandes patrocinadores y manchando para siempre su impecable hoja de vida como deportista.
Como se observa de manera clara, la WADA practica una doble moral al apartar de las competencias a la Sharapova y al mismo tiempo, autorizar el uso de drogas para enfermos graves a las hermanas Williams.
Y es que esta persecución política no se circunscribe únicamente a la bella Sharapova, pues la WADA, sobrepasando abiertamente sus poderes, no solo suspendió a muchos atletas rusos para así impedir su participación en los juegos olímpicos y paralímpicos de Rio 2.016, sino que en un hecho sin precedentes, solicitó al Comité Olímpico Internacional COI, la suspensión de TODA la delegación de Rusia a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Rio 2.016. Afortunadamente, el COI delegó la decisión a las federaciones nacionales, con lo cual los representantes rusos tuvieron la oportunidad de competir en las justas olímpicas.
(
https://mundo.sputniknews.com/rusia/201609011063181891-rusia-wada-reforma/).
Como si todo lo anterior fuera poco, la WADA además ejerció presión psicológica sobre algunas selecciones específicas: fue el caso de los atletas rusos de pesas, quienes debieron soportar durante los dos meses previos a las competencias, controles semanales antidopaje, con lo cual algunos deportistas sucumbieron a la presión psicológica, lo que no impidió que ganaran dos medallas de oro y una de plata.
La WADA es una estructura independiente que debe apoyar la actividad del COI, pero lo que no se puede aceptar es que intente suplantar la autoridad de Comité, tomando decisiones sin considerar todos los hechos, aplicando una doble moral según sus preferencias políticas y usurpando la autoridad superior. Es importante denunciar estos hechos, pues en esta ocasión las víctimas fueron los deportistas rusos, pero mañana podrán sufrir estas persecuciones las delegaciones de China o Colombia por ejemplo.
El control antidopaje es muy importante para proteger la vida y la salud de los atletas, pero lo que no es correcto es emplearlo como un arma política, pues pierde toda su esencia y vulnera los derechos de muchos inocentes, además del daño psicológico que se inflige a los competidores, ataca directamente la moral y el orgullo que un país determinado tiene por sus mejores exponentes del deporte.
Finalmente, no hay explicación clara de porqué ligas dominadas por los Estados Unidos como las ligas de futbol americano o basquetbol no permiten a la WADA efectuar pruebas de verificación antidopaje a sus atletas. Nuevamente, vemos la doble moral que caracteriza al imperio del norte: todo lo mira con doble rasero, una pequeña ventana para mirar sus errores y una gran lupa para mirar a determinados países, como dice en la Biblia: “Miran la paja en el ojo ajeno, pero no observan la viga en el suyo propio.”
RODRIGO BERNARDO ORTEGA
Este tema de carácter deportivo, quizás les parezca anecdótico…pero no lo es en absoluto.
Imaginen por un momento, que desde países extranjeros, se denunciara de forma constante y sistemática, que todos los deportistas españoles (o de cualquier país del que proceda el lector), que tanta gente sigue y admira, están dopados y ganan solo porque van drogados.
Ya nos podemos imaginar las oleadas de indignación y rabia de los españoles y el sentimiento de agravio y agresión injusta que les provocaría y más cuando hablamos de deporte, un espacio mental sobre el que (quizás absurdamente), la gente vuelca tantas pasiones e incluso identificaciones.
Este sentimiento de persecución y de odio hacia la propia identidad, va calando en una sociedad y puede acabar moldeando su forma de actuar hacia los demás, quizás de forma imperecedera. Puede cambiar su futuro para siempre y acabar convirtiendo una sociedad potencialmente pacífica, en una sociedad paranoica o incluso agresiva.
Si a ustedes, por el simple hecho de ser de tal o cual lugar, tener tal o cual identidad o tal o cual religión, les dicen cada día, mintiendo y sin pruebas: “sois unos tramposos, sois unos malvados, solo hacíes el mal, nadie puede fiarse de vosotros, debéis ser castigados por todo lo que hacéis”, ¿cómo creen ustedes que acabarían respondiendo? ¿Cómo educarían a sus hijos si crecieran envueltos en un sentimiento de persecución constante como este?
Para empezar, se volcarían en un sentimiento de acusado y exacerbado patriotismo, haciendo causa común, algo que con toda probabilidad, sería aprovechado por los líderes de turno para conducirlos como un rebaño programado por un sentimiento de unidad nacional. Y la actuación de esos líderes de cara al “enemigo exterior aglutinador”, instrumentalizando dicho sentimiento, aún multiplicaría más el rechazo externo, conformando una maligna maquinaria que se retroalimentaría.
¿Cuántas veces lo hemos visto a lo largo de la historia y qué efectos ha acabado teniendo?
Evidentemente, los rusos no son los únicos que han tenido que soportar este sentimiento de rechazo por ser lo que son, ni mucho menos…hagan ustedes lista…
En ese aspecto, quizás todos deberíamos reflexionar un poco, primero como individuos y después como colectivo, antes de lanzarnos al odio en masa hacia tal o cuál pueblo, tal o cuál religión, o tal o cuál identidad…porque con ello, al final, solo se crean monstruos…
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