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Donald Trump se dirige a Kash Patel y le dice que se prepare. (Suena como el próximo director de la CIA).https://twitter.com/MJTruthUltra/status/1733698312715247751?s=19
El pasado jueves, fuerzas especiales realizaron un operativo en un centro del Instituto de Salud nivel 4 de armas biológicas en el estado de Montana, según reportó a Real Raw News, una fuente cercana al General Smith.
Actuando de acuerdo a información solvente proporcionada por un diputado republicano, el General Smith movilizó un pelotón de marines y soldados pertenecientes a la brigada 48 del ejército de tierra, especializada en armas químicas para realizar vigilancia del laboratorio nivel 4 Rocky Mountain, del Instituto de Salud, a las afueras de Hamilton, Montana.
El informante dijo haber visto a vagabundos entrando en ese laboratorio como "zombies", clarificando que parecían "homeless" porque iban vestidos con harapos y sucios, y nunca más salían de allí. El informante especificó que en la semana que estuvo vigilando ninguno de ellos volvió a salir, y que todos parecían drogados cuando entraban allí.
Viendo las imágenes que le aportaron sus servicios de inteligencia, el General Smith elaboró un plan en el que desechó la idea de bombardear el laboratorio -como ha hecho Putin en Ucrania- pues los virus que allí se almacenaban podrían "escaparse" gracias a la explosión, y causar un gran desastre en lo que los lugareños conocen como "campo de la muerte". Se sabe que en ese laboratorio el Doctor Fauci investigó con el virus del SARS en 2018, y posteriormente con el de Lyme. "Había llegado la hora de mandar ese laboratorio a tomar por culo", dijo una fuente (traducción coloquial de un servidor).
El jueves por la mañana llegaron los marines enviados por el General Smith, se apostaron en lugares de buena visibilidad y hallaron algo con lo que no contaban: el lugar estaba patrullado por agentes del FEMA, hasta 20, que fiscalizaban las matrículas de los vehículos que accedían al recinto; esta sería la primera vez en que ambas agencias, NIH y FEMA, colaboraran, que se sepa. Sabiendo que iba a producirse un enfrentamiento armado, los marines esperaron a la noche.
A las 10 de la noche, el parking estaba prácticamente vacío y sólo quedaban 40 científicos de los 400 trabajadores del Instituto de Salud que trabajan allí, y sólo unos pocos de ellos iban a estar en el foco preciso de la actuación: la cámara donde se alojaba el laboratorio nivel 4. Por su parte, los 20 agentes del FEMA del turno de día sólo fueron reemplazados por 12 en el de noche.
Los marines disponían de los planos y circuitos de cámaras de vigilancia del recinto, por lo que el plan del General Smith contemplaba que primero había que interrumpir ese servicio para que los agentes no dieran la voz de alerta. Por eso los primeros marines que se introdujeron en el recinto, colocaron dispositivos que generaban interferencias y ruido en las telecomunicaciones para que las cámaras de seguridad no funcionaran..
Pero antes de comenzar con el ataque, el comandante de los marines llamó al general Smith para trasladarle un razonable temor de los soldados: ¿qué tal si hacen explotar las cámaras donde se guardan el virus del Ebola, por ejemplo? La respuesta fue que si hacían eso, los propios científicos del NIH pondrían en riesgo su vida, por lo que no lo harían.
Así que a medianoche comenzó el operativo, matando a tres patrullas compuestas por parejas cada una de ellas: la mitad de los operativos del FEMA ya estaban fuera de juego.
Habiendo cortado la recepción de las cámaras de vídeo y los teléfonos, debían moverse rápido porque los demás se habrían puesto en alerta.
Primero los marines hicieron estallar con explosivo C4 la puerta que conducía al laboratorio, y acto seguido "dieron de baja" a dos agentes de seguridad privada que lo protegían. Entonces fue cuando los soldados especializados en armas químicas entraron en acción. En ese momento, se topararon con una mujer y un hombre vestidos con bata blanca, que se quedaron estupefactos al contemplar el asalto de seis marines. Uno de ellos agarró a la mujer y la puso de rodillas: "enséñanos donde están las personas con las que experimentáis", le dijo.
"No conozco la respuesta a su pregunta".
El marine le colocó la pistola en la sien y le pegó un tiro que la dejó "frita" en el acto.
El otro científico comenzó a chillar "¡Esto no puede estar sucediendo!" y acto seguido accedió a decirles donde se encontraban los vagabundos.
Lo que encontraron los marines les dejó anonadados. Por lo visto, habían sometido a los vagabundos al contacto con una variante de la sarampión y la fiebre hemorrágica que les había hecho sangrar de cada orificio, llenándoles de pústulas.
"Gracias a que has hablado, eres el que se va a salvar", le dijo un marine al informante.
Acto seguido, los soldados de armas biológicas recogieron con asepsia las muestras de virus, mientras los marines se hacían con los ordenadores, papeles y teléfonos que encontraron y colocaban unas cargas explosivas que dejaron el laboratorio hecho añicos.
Preguntados por la moral de haber eliminado a todos los trabajadores (menos uno) de ese laboratorio, cuando eran civiles desarmados, el representante del General Smith respondió que "estamos en una guerra. Da igual que seas mujer u hombre".
Sobre lo que ha contado el científico que se ha convertido en informante, afirmó que los vagabundos fueron secuestrados de las calles de San Francisco, con motivo de la visita de Xi Xinping a esa ciudad, hace un par de semanas.
https://realrawnews.com/2023/12/military-raids-nih-biolab-in-montana/
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