La Organización Mundial de la Salud ha anunciado una profunda reestructuración tras los importantes recortes de financiación de Estados Unidos y su decisión de seguir adelante con el tratado contra la pandemia, sin la participación estadounidense.
El director general de la OMS, Tedros Ghebreyesus, admitió que el golpe a la financiación obligará a la organización a reducir drásticamente sus divisiones programáticas, de 10 a tan solo cuatro.
La presión financiera es tan grave que la agencia podría verse obligada a despedir hasta al 40 % de su personal.
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