La Reserva Federal estadounidense (Fed) optará por no subir los tipos de interés en su reunión de este miércoles y esperará a junio para acometer la segunda subida de tipos en nueve años.
El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) encara su tercera reunión del año con un mercado laboral asentado, que consiguió mantener la tasa de paro en el 4,9% en el mes de febrero, y los precios acumulando un incremento del 1,4% en los últimos doce meses.
Además, esta reunión tiene lugar una semana después de que el Banco Central Europeo (BCE) anunciase un amplio paquete de medidas que incluía la bajada de tipos en torno al 0% y la bajada de la tasa de depósito al -0,40%, emprendiendo un camino opuesto al de la institución presidida por Janet Yellen.
"Tras la reunión del BCE ha quedado patente la división de las políticas monetarias en las principales regiones económicas", afirma el analista de XTB Javier Urones. "El único banco central que apuesta por una política monetaria más restrictiva en la actualidad es el estadounidense", subraya.
"Los datos algo más positivos de Estados Unidos de las últimas semanas han acallado algunas voces que consideraban que Yellen se había apresurado a la hora de subir los tipos de interés", explica la responsable de Desarrollo de Contenido, Productos y Servicios de Self Bank, Victoria Torre.
Sin embargo, los analistas de Renta 4 sostienen que el contexto internacional, que la propia Fed aseguró que vigilaría "de cerca" en su anterior reunión, tendrá como consecuencia que la subida de tipos sea "mucho más lenta y gradual" que la esperada en un principio.
"Ahora no es el momento, es demasiado temprano teniendo en cuenta la debilidad de los mercados", afirma Urones, que defiende que "a priori esta reunión de la Fed no tendría que ser relevante" y explica que las miradas estarán puestas en la posterior rueda de prensa de Yellen.
Los mercados, atentos al discurso
"El mercado estará atento al discurso de Yellen para adivinar cuándo podría producirse la siguiente subida de tipos", asegura De la Torre, que considera que esta opción "cuadraría con el mensaje" de la presidenta de la Fed de que las subidas irían acompasadas con el crecimiento económico.
En este sentido, la mayoría de los analistas apuesta por que la Fed decida mantener sin cambios los tipos hasta mediados de año. "Hasta que cuente con más datos para ser evaluados, se va a mantener a la espera", asegura el analista de IG Daniel Pingarrón.
"Pese a que la Fed tiene una posición más 'hawkish' y la economía real contribuye con buenos datos, tanto la economía mundial como los mercados imposibilitan que suba tanto los tipos durante este año como desearía", sostiene por su parte Urones.
La duda es cómo se tomarán los mercados esta decisión, ya que si la institución presidida por Janet Yellen finalmente opta por mantener los tipos, podría generar incertidumbre sobre la situación de la economía. "Se puede pensar que si no se suben los tipos es que algo no va del todo bien", afirma Urones.
Alcanzará el objetivo
Pese a que el FOMC no anuncie una subida de tipos el miércoles, los analistas sostienen que la institución no renunciará a su plan de acometer subidas graduales hasta finalizar el año con los tipos situados en un rango objetivo de entre el 1% y el 1,25%.
"Lo más probable es que haya una o dos subidas de tipos en la segunda mitad del año", afirma Pingarrón, quien defiende que si los datos económicos muestran una evolución positiva durante los próximos meses, la decisión "se podría adelantar".
En esta línea, el economista jefe y asesor del Alinea Global en MCH IS, Álvaro Sanmartín, asegura que la Fed empleará esta reunión para "avisar a los mercados de que los tipos subirán pronto" y de que se podrían producir hasta tres subidas durante el año.
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