Publicado: 5 jun 2016 23:37 GMT
EE.UU. ha enviado esta semana tres bombarderos estratégicos B-52 de largo alcance capaces de transportar armas nucleares a Europa para participar del 3 al 19 de junio en los ejercicios marítimos Baltops de la OTAN en cercanías de la frontera rusa en el mar Báltico. Asimismo, aeronaves participarán en los ejercicios Saber Strike ('Ataque de Sable'), que involucran a 10.000 soldados de 13 países de la Alianza y que se desarrollan en el Báltico del 30 de mayo al 22 de junio.
Estas acciones son una "provocación imprudente a las puertas de Rusia", opina el periodista estadounidense y columnista de RT, Robert Bridge. "Las aventuras militares lideradas por Estados Unidos que se llevan a cabo a través de Europa del Este son las responsables de arrastrar las relaciones bilaterales entre Moscú y Washington a sus peores niveles", opina.
"Los sistemas de ataque pueden ser colocados en estos sistemas compactos ahora mismo. Tienen un alcance de 2.400 kilómetros y no hay ninguna dificultad en reemplazar un misil por otro. Solo hay que cambiar el 'software'. Nadie se dará cuenta. Ni siquiera los rumanos se darán cuenta. […] ¿Cómo es posible que esto no nos ponga en peligro? Es evidente que es una amenaza directa para nuestras fuerzas nucleares", concluyó el presidente ruso en el marco de su visita oficial a Grecia.El mes pasado el presidente ruso Vladímir Putin comentó sobre el sistema de defensa antimisiles de Estados Unidos que fue instalado en Rumania, recuerda el periodista. Putin alertó sobre que el escudo antimisil rumano puede ser usado como un arma contra Rusia solo con cambiar el 'software': "Se trata de lanzadores y estaciones de radares. Hoy allí se están instalando misiles con un alcance de 500 kilómetros. Dentro de unos años serán misiles con un alcance de 1.000 kilómetros", afirmó el mandatario.
Comentando el asunto, Bridge sostiene que la CNN realizó una "pregunta estúpida" en su titular: 'Los cazas rusos siguen zumbando sobre barcos estadounidenses. ¿Qué puede hacer EE.UU.?'. En ese sentido, el periodista afirmó que "para empezar, [EE.UU.] debe "dejar de llevar a cabo maniobras militares tan cerca del territorio ruso".Rusia y Estados Unidos han vivido recientemente varios momentos de tensión en la región del mar Báltico con cazas rusos y barcos estadounidenses. El 29 de abril, dos oficiales del Pentágono informaron que un avión militar ruso Su-27 había efectuado una "peligrosa" maniobra aérea llamada 'tonel' alrededor de un avión de reconocimiento de EE.UU. en el espacio internacional en la región del mar Báltico. El mismo mes, cazas Su-24 rusos dieron un 'susto' a un buque de guerra estadounidense que se encontraba en las aguas neutrales del mar Báltico cerca de la ciudad rusa de Kaliningrado.
¿Maniobras militares de Rusia en América Latina?
Para reforzar su punto de vista, Bridge propone imaginar la situación en otra perspectiva. "Imaginemos que el tablero del ajedrez geopolítico da un vuelco repentinamente" y es Rusia la que organiza ejercicios militares cerca de la frontera de Estados Unidos, por ejemplo, en América Latina.
"¿Cuál sería la reacción de Washington si Rusia enviara tres bombarderos Tu-160 Blackjack a América del Sur para participar en juegos de guerra con el apoyo de Cuba, Venezuela y Brasil, por ejemplo?", se pregunta el periodista.
En esta situación planteada al revés, Estados Unidos se vería obligado "tragarse las provocaciones rusas" pese a que Washington "no ha llevado a cabo un ataque contra otro país durante más de tres décadas". "Y esta es exactamente la situación a la que Rusia se ve obligada a enfrentarse", explica el columnista.
Las promesas del 11S
Posteriormente, Bridge recuerda un día negro para la nación estadounidense, el 11 de septiembre de 2001, cuando los ataques terroristas contra las Torres Gemelas y el Pentágono se cobraron la vida de miles de personas.
El columnista cita al cineasta Oliver Stone y al historiador Peter Kuznick que en su libro 'La Historia no contada de Estados Unidos' describen la contribución de Vladímir Putin a EE.UU. después de los atentados. "El 24 de septiembre, él [Putin] anunció un plan de cinco puntos para apoyar la guerra de Estados Unidos contra el terrorismo. No solo iba a compartir la inteligencia y abrir el espacio aéreo ruso a Estados Unidos, sino que además estaría de acuerdo e incluso facilitaría el asentamiento de tropas en Medio Oriente", reza un pasaje del libro.
En el siguiente párrafo, Stone y Kuznick explicaron cómo EE.UU. devolvió el favor: "Bush le pagó la generosidad a Putin al romper la promesa que hizo su padre a Gorbachov y expandió la OTAN más cerca de las fronteras de Rusia, cercando a Moscú con bases militares de EE.UU. y la OTAN".
Pese a que la OTAN se acumula cerca de la frontera rusa, en los medios occidentales a Rusia se la está catalogando como "agresora" y la propaganda de estos medios tiene como objetivo hacer creer a toda Europa del Este que Rusia es una amenaza, concluye Bridge.
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