La justicia brasileña inició este martes un juicio para determinar si la campaña que llevó en 2014 a la presidencia a la ex presidenta, Dilma Rousseff, y al entonces vicepresidente, Michel Temer, recibió financiamiento sucio.
El proceso judicial, que podría llevar entre cuatro y cinco meses, pone en veremos la presidencia de Temer, quien asumió el poder después del cuestionado proceso de impeachment al que fue sometida Rousseff el año pasado.
El ponente de casación es el ministro Herman Benjamin, quien confrontará la defensa de los partidos PT y PMBD y ha tratado de impedir que se atienda la solicitud de más tiempo hecha por los representantes legales de la ex presidenta Rousseff, informa Folha.
Si el juicio sigue adelante y se aprueba la revocatoria en el Tribunal Supremo Electoral, Temer debe dejar el cargo definitivamente y el Congreso procederá a elegir al nuevo presidente.
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