Una investigación realizada por el doctor Gerd Gigerenzer, director del Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano, apunta que la intuición más allá de saber la respuesta correcta ante algo incierto, es entender instintivamente qué información no es importante y, por lo tanto, puede descartarse.
Gigerenzer, también autor del libro Gut Feelings: The Intelligence of the Unconscious sostiene que la inteligencia es el grado de inteligencia más alto y lo argumenta de esta forma: “Cuando hablamos de personas que ya son intelectualmente curiosas, rigurosas en su búsqueda del conocimiento y que están dispuestas a desafiar sus propias suposiciones, la intuición puede considerarse como una forma de inteligencia (…) Déjame poner esto un poco más simple: si todo lo que haces es sentarte en una silla y confiar en tu intuición, no estás ejercitando mucha inteligencia. Pero si profundizas en un tema y estudias numerosas posibilidades, estás ejercitando inteligencia cuando tu instinto te dice qué es y qué no es importante”.
El especialista sostiene que la intuición podría considerarse como una comprensión clara de la inteligencia colectiva. “Por ejemplo, la mayoría de los sitios web están organizados de forma intuitiva, lo que significa que son fáciles de entender y navegar para la mayoría de las personas. Este enfoque evolucionó después de muchos años de caos en línea, ya que surgió una sabiduría común sobre qué información era superflua y qué era esencial”.
Por su parte, Theo Humphries argumenta que el diseño intuitivo se puede describir como comprensible sin el uso de instrucciones. Lo que respalda lo dicho por Gigerenzer: cuando un objeto tiene sentido para la mayoría de las personas es porque comparten una comprensión común de cómo funcionan las cosas.
A veces la intuición vence a la razón
El experto asegura que la intuición debe estar acompañada siempre de la investigación y de la razón, nunca debe dejarse al azar o descuido. “Podrías decir que soy un creyente en el poder de la intuición disciplinada. Haga su trabajo de campo, use su cerebro, comparta argumentos lógicos, y confiaré y respetaré sus poderes intuitivos. Pero si simplemente te sientas en tu hamaca y me pides que confíe en tu intuición, rápidamente saldré por la puerta sin decir adiós”.
Ahora bien, aunque es cierto que la intuición debe ser vista como un ejercicio intelectual más que como una corazonada, la intuición no debe ser sofocada meramente por la lógica o la razón. Este punto se puede ejemplificar con lo dicho por Albert Einstein “La mente intuitiva es un don sagrado y la mente racional es un servidor fiel. Hemos creado una sociedad que honra al siervo y tiene olvidado el regalo “.
En ocasiones un mandato o una idea general y rígida de cómo deben ser las cosas o del resultado que se debe buscar hace que tu razón vaya en sentido equivocado y es allí donde la intuición te puede salvar. ¿Y cómo identificas la intuición en ese momento? Por lo general es ese pensamiento constante que te atormenta y te dice que vas por mal camino.
Las personas inteligentes escuchan esos pensamientos. Y las personas más inteligentes entre nosotros, los que hacen grandes avances intelectuales, no pueden hacer esto sin aprovechar el poder de la intuición.
Cuéntame, una vez leído esto, ¿te consideras una persona intuitiva? ¿cuándo fue la última vez que le hiciste caso a tus instintos?
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