Un viejo ermitaño se refugiaba en la montaña para dedicarse a meditar y hacer penitencia.
Un día una persona que lo encontró, le preguntó:
● ¿No se aburre acá solo y con tan poco que hacer?
El ermitaño le respondió:
○ Para nada. Tengo mucho trabajo.
La persona, intrigada, le cuestionó:
● ¿Cómo puede tener tanto trabajo si vive en soledad?
Él contestó:
○ Tengo que entrenar a dos halcones y a dos águilas, tranquilizar a dos conejos, disciplinar una serpiente, motivar a un asno y domar a un león…
● No veo a ningún animal por aquí, ¿dónde están?…
El ermitaño le dijo:
○ Estos animales que he referido los llevamos todos dentro:
Los dos halcones, se lanzan sobre todo lo que se les presenta, bueno y malo, tengo que entrenarlos para que se lancen sobre cosas buenas: Son mis ojos.
Los conejos quieren ir donde ellos quieran, quieren esquivar las situaciones difíciles, tengo que enseñarles a estar tranquilos aunque haya sufrimiento, problema o cualquier cosa que no me gusta: Son mis pies.
Como verá Ud., nunca estoy solo y tengo demasiado trabajo por hacer.
○☆●
El observador debe estar siempre vigilante y al acecho para que su Esencia Divina pueda manifestarse de manera impecable en cada pensamiento, en cada palabra y en cada acción a fin de que esa Luz Verdadera que lleva dentro le transforme y así logre transformar también su entorno, con amor, dedicación, voluntad y constancia...
🌟 Light Force From Orion 🌟
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