ES UN BUEN TIEMPO PARA SER YO, ES MI OPORTUNIDAD
¿Tiempo de crisis?, ¿Cuántas veces hemos deseado que el tiempo se detenga?
Hoy nos damos cuenta que la mayor cura está en nosotros mismos, que no hay hospitales, medicamentos, ni médicos que nos hagan sentir mejor que nuestra propia voluntad de volver a nuestra esencia, en el seno de nuestro hogar o de nuestro propio ser.
Tiempo de amor y de paz interior. Puede cambiarse todo aquello a lo que te enfrentas, pero nada puede ser cambiado hasta que te enfrentas a ello.
Esta historia se parece mucho a la tuya.
Hoy es el momento de entender que este estado que me obliga a volver a mí, también me obliga a practicar la solidaridad.
Nunca tantas personas en el mundo pueden sentir el valor de la soledad, el valor de la compañía, el valor del silencio y el valor del ruido, el valor del aire, la salud y el bienestar.
No salir de casa, tener tiempo para nosotras mismas o para nuestros hijos, nuestra pareja, nuestros padres y madres, nuestros amistades, hermanos y hermanas; o tan sólo para estar en soledad.
Los que te conocen son los que te valoran. Si a ti no te valoran no te sientas mal, solo significa que no estas en el lugar correcto.
Nunca te quedes en un lugar donde nadie ve tu valor. Y nunca te adaptes a lo que no te hace feliz!!!... Y al final te das cuenta de que quien de verdad quiere saber de ti, siempre encuentra la manera de encontrarte.
El universo no está buscando un ejército de ansiosos.
Hoy el planeta me enseña que si pienso en mi bienestar primero mágicamente estoy proyectando y entregando mi bienestar a muchas personas, que probablemente lo necesiten más que yo.
Hoy el planeta nos habla, necesita respirar y gritó a los cuatro vientos:
¡no puedo más! ¡Sí, no puedo más! Hagamos un alto, ya ha sido suficiente. llegó a sentirse en colapso y así probablemente nos hemos sentido muchas veces:
Colapsando, con intranquilidad, con la necesidad de tomarnos un respiro y quizás con la necesidad de estar sola de vivir en paz.
Hoy, aprendamos de nuestra Madre Tierra, volvamos a nuestra esencia, a nuestro ser.
Aprovechemos el momento para nosotros también respirar, para pensar, para sentir y para sanar.
No estamos en una crisis, estamos en un momento oportuno.
Es la oportunidad de no correr más en las mañanas, de tomarnos el cafecito con tranquilidad, de seguir produciendo pero con menos ruido, con menos hablar, con más silencio y más yo conmigo misma.
Es la oportunidad de escuchar más el silencio, apreciar más el aire que respiramos, apreciar más los rayos del sol o el sonido de la lluvia, de tener un tiempito para cantar, dibujar, leer… de volver a crecer.
Hoy tenemos esa oportunidad, tenemos la oportunidad de ver el mundo desde nuestra ventana y no desde afuera.
Nos pide que volvamos a las cosas simples: estar en casa, compartir en el, así que aprovecha la vida, que todo llega cuando tiene que llegar. No importa cuándo, ni cómo... tú sabes que va a llegar.
Todo llega no pases noches sin dormir pensando que no se termina más la oscuridad, ni tengas tanto miedo a que no pase.. y hoy, permítete disfrutar de lo que está. ..
¡Qué oportunidad tan maravillosa que nos ha dado Dios para apreciar las cosas simples de la vida!, de reinvindicarnos como seres de luz! Relájate mirando al cielo y confía.
Hoy demos gracias, gracias, gracias y mil gracias, porque nunca habíamos tenido tanta oportunidad en nuestra breve historia de vida, gracias, gracias, gracias por este momento y esta oportunidad de volver a ser yo y poderlo compartir contigo
¡Qué oportunidad tan grande nos ha dado Dios de solidarizarnos con quien más nos necesita!
No dejemos que esta oportunidad nos haya sido dada en vano.
Ni más, ni menos, el miedo hoy se convierte en el milagro de amor más grande que nuestras generaciones han podido presenciar.
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