EL VIH NO ES UN VIRUS, ES UN NEGOCIO.

 Esperanza:

EL VIH NO ES UN VIRUS, ES UN NEGOCIO.

Corría el año 1981 y el CDC de Estados Unidos (Centers for Disease Control and Prevention), -un organismo que se ocupa de las epidemias-, daba cuenta de un nuevo tipo de enfermedad que atacaba a homosexuales destruyendo su sistema inmunológico

El mundo se enteró no por papers científicos de la existencia del VIH, sino por un comunicado de prensa que tuvo impacto mundial, y que al mismo tiempo sorprendió a la mayoría de los virólogos del mundo que debieron conocer mucho antes de tal enfermedad por medios científicos como debía ser, ya que todo comunicado público de un nuevo virus pasa antes por muchos filtros y hasta años de análisis y discusión científica hasta certificar la existencia de uno, algo que no ocurrió con el VIH que apareció de improviso y por TV. 

Un detalle no menor es que ninguno de los equipos científicos encargados del aislamiento del retrovirus denominado VIH siguió los estándares que por más de 30 años han regido lo que es el aislamiento de virus, y por lo tanto no hay evidencias del mismo, solo lo que la industria farmacéutica, los medios de comunicación y los gobiernos cómplices nos han dicho, que el VIH es causante del SIDA, algo que jamás ha podido ser comprobado precisamente porque no se cuentan con datos científicos que avalen la existencia de dicho virus.

El CDC de USA estaba por desaparecer como entidad anti-epidemias ya que en aquel país hacían 50 años que no ocurría una. Esta situación resultó ideal para la industria farmacéutica que ávida de enfermedades para crear fármacos encontró allí a los aliados perfectos para inventarse un virus que les traería jugosas ganancias a todos los involucrados.

Los 5 homosexuales cuyos casos se utilizaron para confirmar el VIH como causante del SIDA eran asiduos consumidores de una droga llamada "Poppers" que cuando es usada de manera excesiva destruye el sistema inmunológico de quién la consume, y esto fue lo que mató a estas personas, una droga y no un supuesto virus.

En 1983 la revista "Science" informa por primera vez de un retrovirus causante del SIDA. Este "descubrimiento" se le atribuyó a los investigadores, el francés Luc Montagnier y al norteamericano Robert Gallo, y no seria hasta 1986 que el mentado virus recibiría el nombre oficial del "virus de la inmunodeficiencia humana" (VIH, en sus siglas en inglés). Este habría sido entonces el primer caso en que una revista científica se hace eco de declaraciones mediáticas en lugar de papers científicos para certificar la existencia de una enfermedad. En simple, aquí se pudo ver el poder del dinero que compra lo que sea necesario cuando un lucrativo negocio está pavimentando su camino.

En el año 1987 aparece la Zidovudina o AZT, el primer medicamento antirretroviral (ARV) para personas infectadas supuestamente con el VIH. Lo increíble de este "remedio" es que es tóxico, de hecho si vemos la etiqueta de distribución del mismo tenía una calavera con huesos cruzados signo de "veneno", y en las contraindicaciones decía claramente que "de consumirse el sistema inmunológico humano podría resultar destruido". Es decir que a los supuestos infectados de VIH en lugar de darles un remedio para mejorar el sistema inmune, se les suministraba todo lo contrario. Esta fue la razón de tantas muertes que al final no fueron por el VIH sino por el AZT.

Al tiempo de que en el inconsciente colectivo de la humanidad se tomara como real la existencia de un virus llamado VIH, es que se tomó como algo incuestionable que este microorganismo sería el causante del SIDA, algo que para el premio Nobel de Química 1993 Kary Mullis debía demostrarse mediante pruebas científicas, ya que todo lo que se sabía acerca de la dupla VIH-SIDA era solo desde los medios de comunicación y en la propaganda que proveía la propia industria farmacéutica. Entonces este Nobel se sumió en la tarea de probar que el VIH era en efecto causante del SIDA.

Para no confundirnos, -ya que mucha gente cree que VIH y SIDA es lo mismo-, debemos tener claro que el VIH es un supuesto virus y el SIDA es un conjunto de síntomas que derivan en la destrucción del sistema inmunológico humano y cuyas causas a la fecha suman unas 68 enfermedades, y el Nobel Mullis lo que quería era comprobar que el VIH era una más de esas causas. Algo que nunca pudo hacer debido a la inexistencia de los papers científicos y de toda la metodología que probaba la existencia del VIH. Su conclusión final es que el VIH no existe, y que todo el sustento que se le da en los medios de comunicación, industria farmacéutica y gobiernos cómplices es para justificar un negocio de 10 mil millones de dólares anuales y que ya lleva la friolera de más de 40 millones de personas asesinadas.

Por suparte el Dr. en Biología molecular Peter Duesberg experto en retrovirus y miembro de la sociedad americana de ciencias publicó en 1987 un informe científico donde sentenció que el VIH no causaba el SIDA. Tal artículo tuvo como consecuencia que le retiraran fondos para investigación y la nominación al Nobel por sus investigaciones en retrovirus, sumando a lo anterior, tuvo que enfrentar diversas dificultades para publicar sus investigaciones que a duras penas fueron editadas y que se llaman: "SIDA, HEMOS SIDO ENGAÑADOS", y el último libro con el título: "INVENTANDO EL VIRUS DEL SIDA".eh

El falso VIH y la inoculación de cócteles anti-VIH responde a uno de los objetivos más importantes de La Fundación Rockefeller que es la reducción de la población mundial, algo que se ha venido instaurando desde muchas aristas como el envenenamiento y trangenización de los alimentos, la contaminación del agua con flúor (entre otros elementos) y el envenenamiento del aire vía chemtrails. Estrategias de reducción de población que se iniciaron entre el Instituto Tavistok de ingeniería social y el plan eugenésico de los propios Rockefeller que ya lleva casi medio centenar de años de funcionamiento. Hoy también se sustenta esta locura de negocios y muerte en el plan llamado "Informe Kissinger", una estrategia también denominada NSSM 200 donde la reducción de población mediante "aborto libre" les es fundamental para la seguridad de los Estados Unidos conforme a la protección de los recursos naturales en el tercer mundo que ellos argumentan no son de propiedad de los pueblos donde se encuentran, sino de ellos, y que al crecer la población en el tercer mundo hay peligro de que la élite no se pueda apoderar de ellos. Es entonces por esto que les es tan importante mantener a la población del mundo reducida con guerras, hambre, crisis y por supuesto con epidemias aunque no sean reales, ya que los "remedios" y las "vacunas" harán la tarea de matar a la población que ingenuamente creerá que son las enfermedades. Un dato escalofriante e interesante es que LA OMS (La Organización Mundial de la Salud) fue creada por FLEXNER, un eugenista de la propia Fundación Rockefeller.

Estamos entonces como humanos a merced de organismos privados que trabajan de la mano con supuestas entidades públicas en pos de un invento mediático llamado VIH cuyos fármacos para contrarrestarlo son los que al final acaban con la vida de las personas. El truco es bastante simple, los test que se utilizan para verificar si alguien es VIH positivo no detectan ningún virus, solo anticuerpos a alguna enfermedad, lo que en simple significa que si alguien resfriado o con bajas defensas va y se hace el test del VIH lo más probable es que resultará positivo y quedará entonces atrapado en la máquina del negocio donde tendrá que comprar los medicamentos que supuestamente le mantendrán con vida, cuando en el fondo estarán haciendo todo lo contrario. El principal rol de las farmacéuticas multinacionales no es crear curas, es crear clientes. Un paciente sano es un cliente menos, por lo tanto mientras más enfermos hay mayores son sus ganancias, y más aún cuando el "enfermo" es crónico y aquejado de un mal imaginario e incurable.

Todo esto del falso VIH no es "teoría de conspiración" es un "hecho conspirativo" del que al menos 5 premios Nobel han estado denunciando. Kary Mullis, Premio Nobel de Química en 1993, indica que no existe evidencia científica que demuestre la existencia del VIH. Walter Gilbert, Premio Nobel de Química en 1980 señaló que dada la falta de evidencias y la desprolijidad de quienes afirman que el VIH existe, no se sorprendería si el SIDA no es causado por un virus. Barbara McClintock, que obtuvo el Nobel de Medicina en 1983, tampoco cree que el SIDA sea causado por el VIH. Por otra parte, Stanley B. Prusiner, quien descubrió los priones y Alfred G. Gilman, que determinó la actividad de la proteína G en las células, directamente acusan a Robert Gallo de inmoral. Haciendo referencia a los “aberrantes” métodos “no científicos” en la identificación del VIH como causante del SIDA. “El comportamiento de Gallo fue una temeridad intelectual y esencialmente inmoral“, afirmó el también Nobel de Medicina 1994 Alfred G. Gilman...<JØZðÇØ>

Escrito de jorge zamora en el año 2019

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