ALLAN KARDEC – Principios de la Doctrina Espirita.
POBLAMIENTO DE LA TIERRA, ADÀN.
La especie humana, ¿comenzó con un solo hombre?
“No. Aquel a quien llamáis Adán no fue el primero ni el único que pobló la Tierra.”
¿Podemos saber en qué época vivió Adán?
“Más o menos en la época que le asignáis: alrededor de 10000 años antes de Cristo.”
El hombre a quien la tradición ha conservado con el nombre de Adán, fue hijo de uno de los que sobrevivieron en una región remota, a algunos de los grandes cataclismos de la Atlántida que en diversas épocas trastornaron la superficie del globo, y llegó a ser el tronco de una de las razas que hoy lo pueblan.
Las leyes de la naturaleza no admiten que los progresos de la humanidad, comprobados mucho tiempo antes de Cristo, hayan podido realizarse en unos pocos siglos. ¿Como habría sucedido si el hombre sólo hubiese estado en la Tierra desde la época asignada a la existencia de Adán?
Adán es un mito o una alegoría que personifica a las primeras edades del mundo.
El hombre, ¿surgió en varios puntos del globo?
“Sí, y en diversas épocas. Esa es una de las causas de la diversidad de razas. Más tarde, al dispersarse en diferentes regiones y unirse con otras razas, los hombres han formado nuevos tipos.”
Esas diferencias, ¿constituyen especies distintas?
“No, por cierto. Todas son de la misma familia. ¿Acaso las diferentes variedades de un mismo fruto impiden que este pertenezca a la misma especie.
Los mundos que circulan en el espacio, ¿están habitados?
“Sí. El hombre de la Tierra está lejos de ser, como cree, el primero en inteligencia, bondad y perfección. Sin embargo, hay hombres que se consideran muy importantes y se imaginan que sólo este pequeño mundo tiene el privilegio de contar con seres racionales.
¡Orgullo y vanidad! Creen que Dios ha creado el universo para ellos solos.”
Dios ha poblado los mundos con seres vivos, todos los cuales confluyen en el objetivo final de la Providencia.
Creer que los seres vivos se encuentran limitados al único punto que nosotros habitamos en el universo sería poner en duda la sabiduría de Dios, que no ha hecho nada inútil. Él debió asignar a esos mundos un objetivo más serio que el de recrear nuestra vista.
Por otra parte, ni en la posición, ni en el volumen, ni en la constitución física de la Tierra, puede razonablemente hacer suponer que sólo ella tiene el privilegio de estar habitada, con exclusión de tantos millares de mundos semejantes.
Los diferentes mundos, ¿poseen la misma constitución física?
“No. no se parecen en modo alguno.”
Dado que la constitución física de los mundos no es la misma en todos ellos, ¿se puede concluir que los seres que habitan en ellos poseen una organización diferente?
“Sin duda, como entre vosotros los peces están hechos para vivir en el agua y las aves en el aire.”
Los mundos que están más alejados del Sol, ¿se encuentran privados de luz y calor, dado que el Sol sólo se presenta a ellos con la apariencia de una estrella?
“¿Creéis, pues, que no hay otras fuentes de luz y de calor más que el Sol? ¿No contáis para nada con la electricidad, que en algunos mundos la energía desempeña un papel que no conocéis, y mucho más importante que en la Tierra?
Por otra parte, no hemos dicho que todos los seres vean de la misma manera que vosotros y con órganos conformados como los vuestros.”
Las condiciones de existencia de los seres que habitan en los diferentes mundos deben ser apropiadas al medio donde son llamados a vivir. Si nunca hubiésemos visto peces, no comprenderíamos que algunos seres pueden vivir en el agua. Lo mismo ocurre en los
otros mundos, que contienen sin duda elementos que no conocemos.
¿Acaso no vemos en la Tierra las largas noches polares iluminadas por la electricidad de las auroras boreales?
¿Acaso es imposible que en otros mundos la electricidad sea más abundante que en la Tierra y desempeñe un papel general cuyos efectos no podemos comprender?
Esos mundos pueden, pues, contener en sí mismos las fuentes de calor y de luz necesarias para sus habitantes.
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