La conspiranoia de las estelas de los aviones llega a la Fiscalía
El Ministerio Público recibe decenas de denuncias que piden investigar la "fumigación de las nubes" ejecutada por "la geoingeniería del Gobierno" para "provocar la sequía". La Fiscalía ya investigó hace tres años estos hechos y la conclusión es idéntica a las de expertos y la comunidad científica internacional: las estelas son simples "nubes de hielo" y no existe la "fumigación"
Madrid
La Fiscalía ha recibido en las últimas semanas decenas de denuncias en toda España contra las denominadas "chemtrails" o supuestas "estelas químicas" que desprenden los aviones al surcar las capas altas de la atmósfera. Solo en Madrid, han sido más de 50 hasta este lunes.
Se trata de textos dirigidos a los fiscales con argumentos tales como que los aviones "vierten sobre nuestras cabezas metales pesados que se adhieren a un imán de neodimio", que somos "víctimas de la geoingeniería del Gobierno" que nos "rocía para controlarnos", o que cubren los bosques con "nanopartículas de aluminio para provocar incendios", además de "deshacer las nubes para que no llueva". También las hay que atribuyen a las estelas la imposibilidad de "tomar el sol" porque "lo que echan los aviones" produce "picores de piel", además de formar "una neblina extraña" que "no permite" que los rayos solares lleguen "con normalidad al nivel de mi tumbona".
La SER ha accedido a estos textos, pero en virtud de la ley de protección de datos, ha preservado la identidad de los denunciantes, aunque en ocasiones genere conflictos el cumplimiento de la legalidad.
Espoleados por las redes sociales, estas denuncias son ahora más frecuentes, pero no son las primeras presentadas en España.
La Fiscalía de Medio Ambiente realizó en 2019 un análisis serio a raíz de una de estas denuncias en colaboración con la Policía Nacional, según el escrito al que ha tenido acceso la SER. Llegó a solicitar información al organismo público ENAIRE, dependiente del Ministerio de Fomento, que es el principal proveedor de servicios de navegación aérea e información aeronáutica. En su informe, la Fiscalía concluyó que no existía la fumigación y que las estelas de los aviones no son más que "nubes de hielo", que se forman al entrar en contacto el caliente vapor de agua que desprenden los motores, con las capas altas de la atmósfera a 40 grados bajo cero. Su duración y tamaño depende de la humedad existente en el aire en esos momentos.
Es como lanzar al aire un cazo con agua hirviendo un día de frío polar: se convierte en cristales de hielo al instante.
La comunidad científica y también los investigadores han refutado estas teorías conspiranóicas, que encuentran acomodo en redes sociales como Tick Tock, donde abundan quienes las alientan. Perfiles que también denuncian el control social a través del 5G, la demolición de presas o las vacunas del COVID-19.
El problema, dicen en la Fiscalía, es que se ven obligados a abrir diligencias por cada denuncia y bastante tienen ya con la realidad.
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