El director de Ryanair, Michael O'Leary, entra en un Pub y pide una Guiness. - Un euro, le dice el camarero. - ¡Qué barato!, piensa para sus adentros mientras deja la moneda encima de la barra.
- Perdón, pero si no ha traído su propio vaso son dos euros más, le advierte el dependiente.
O'Leary saca refunfuñando las monedas, coge la jarra y se encamina hacia una de las mesas del local cuando la voz le interrumpe de nuevo: - Si se va a sentar, tendrá que añadir un extra de tres euros y, como no ha reservado asiento, deberá pagar otros dos euros más. El ejecutivo irlandés, muy mosqueado, se acerca al dependiente y le espeta: -¡Esto es un abuso!, quiero hablar con el responsable del Pub. El camarero le sonríe: - Sólo puede contactar por correo electrónico. Por cierto, si no va a lavar el vaso son dos euros más. Y, por favor, recójalo todo antes de marcharse.
LIPOSUCCIÓN Y MÁS
Una mujer de 50 años sufre un cuadro agudo y es sometida a una cirugía de útero de urgencia. Mientras está en la mesa de operaciones tiene una experiencia cercana a la muerte: ve a Dios y le pregunta si en verdad va a morir. Dios le dice que no, que va a vivir 30 o 40 años más.
La mujer se recupera y decide aprovechar –ya que está en el hospital- para hacerse una liposucción en los muslos y abdomen.
Después de 2 semanas de recuperada y luego de 120 sesiones de masaje y gimnasia modeladora, reingresa para una cirugía estética: se levanta el pecho, se arregla la nariz, se pone un poco más de trasero, silicona en los labios, fuera las arrugas y patas de gallo. También microcirugía de várices, se engrapa el estomago para comer menos, se saca las dos costillas inferiores para afinar el talle y toda otra cosa posible para verse más joven y bonita ya que tiene tantos años por delante.
Cuando por fin sale del hospital luego de su última operación, cruza la calle, la atropella una ambulancia... ¡y se muere!
Otra vez frente a Dios le pregunta indignada: ¿Pero por qué me hiciste esto? ¿No que iba a vivir 30 o 40 años más.?
Dios la mira perplejo y le dice:
¡¡¡TE JURO QUE NO TE RECONOCÍ...!!!
SABIDURÍA GALEGA Un cura en un pueblo gallego, decide mostrar ejemplos concretos para ilustrar su homilía dominical. Para ello, pone cuatro lombrices en 4 frascos :
- la primer lombriz en un frasco de alcohol. - la segunda en un frasco lleno de humo de cigarrillo. - la tercera en un frasco lleno de esperma, y finalmente la última, - en un frasco lleno de agua pura y cristalina.
Al concluir su homilía donde hablaba de los pecados y de la vida 'licenciosa" muestra los frascos :
La lombriz que estaba en el alcohol estaba muerta. La lombriz que estaba en el frasco lleno de humo de cigarrillo estaba muerta. La que estaba en el frasco lleno de esperma , también estaba muerta. La última que estaba en agua pura y cristalina estaba bien viva .
Entonces le pregunta a la asamblea:
- ¿Que enseñanza podemos sacar de esta demostración?
En el fondo del templo se oye una voz de un galleguiño que dice:
- Que mientras bebamos, fumemos e follemos, non tendremos lombrices.
Por no confiar en su esposo…
A pesar de vivir bien y sin sobresaltos económicos, la vida sexual no funcionaba bien entre el marido y su joven mujer.
Ella estaba convencida de que su esposo la engañaba con Janet, la empleada doméstica.
Para salir de dudas preparó una trampa y atraparlo engañándola. Le dio licencia a la empleada sin avisarle a su esposo.
En la noche cuando se iba a la cama, el esposo le contó la historia de que se sentía mal del estómago, por lo que iba a tomar un poco de aire antes de acostarse.
Cuando el fue al baño, la mujer salió al corredor, subió las escaleras, y se acostó en la cama de la empleada.
Al rato entró un hombre silenciosamente y sin pérdida de tiempo, se metió en la cama y le hizo el amor con gran fogosidad. Ambos gemían de placer.
Cuando terminaron, la mujer muy agitada le dice: - ¿No esperabas encontrarme en esta cama, no es así querido?. Y encendió la luz. - Sinceramente no, patrona ... respondió el jardinero.
50 por 15
Vamos con unos clásicos
Un padre compra un "ROBOT DETECTOR DE MENTIRAS" que golpea a las personas cuando mienten y decide probarlo en la cena. - Hijo dónde has estado hoy? - Pregunta el padre. - Estuve en la escuela - Contesta el hijo. Viene el robot y le da una bofetada. - Bueno..., no, fui a ver una película en casa de mis amigos, dice el hijo. - ¿Qué película viste? - Piratas del Caribe. El robot golpea otra vez al hijo. - Está bien... grita el hijo - era una porno - - ¡¡¿Cómo?!! - Le grita el padre - ¡¡Cuando yo tenía tu edad no sabía lo que era una película porno!! Viene el robot y le suelta un tremendo bofetón al padre. Y la Madre se mea de la risa, y dice: - ¡¡Hijo tuyo tenía que ser!! - Y el robot le dio un tremendo guantazo a la madre que casi la deja en coma.