El consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, ha reconocido este jueves la posibilidad de que la entidad que dirige deje de remunerar y empiece a cobrar a las grandes empresas por los depósitos, en el caso de que los tipos de interés oficiales se mantengan en valores cercanos a cero en un plazo medio y largo.
Gortázar ha explicado esta posibilidad durante el XI Encuentro del Sector Bancario, organizado por el IESE y la consultora E&Y. "Se pueden estudiar la implantación de tipos negativos en los depósitos para aquellos grandes excesos de liquidez de grandes corporaciones que quieran depositarla una semana, por ejemplo", ha señalado Gortázar, quien sin embargo no ve la posibilidad de hacer que todos los depositantes, de forma general, paguen por sus ahorros garantizados (y por tanto menos rentables).
"No veo los tipos negativos en el negocio universal", ha opinado Gortázar, para quien el negocio de pymes y familias es sensiblemente distinto al de las grandes corporaciones. "A los particulares queremos invitarles a que nos traigan su dinero, y penalizar los depósitos va en el sentido contrario, por lo que no lo vislumbro", ha insistido.
Desde mediados de 2014, el Banco Central Europeo impuso tipos negativos para la facilidad de depósito, dentro de su estrategia para inundar de liquidez los mercados financieros. Desde entonces, estas condiciones de acceso masivo a la liquidez han rebajado los márgenes financieros y los diferenciales entre el coste del pasivo y el activo. Tanto que actualmente la retribución de los depósitos está en el entorno del cero.
La situación supone todo un desafío para la cuenta de resultados del banco, según ha admitido el propio Gortázar. La rentabilidad de las entidades está en problemas, toda vez que los márgenes cada vez se reducen más; en este contexto, el consejero delegado de Caixabank cifró en 70.000 millones de euros los activos con rendimiento a coste cero.
Poco margen en las hipotecas
El XI Encuentro del Sector Bancario de IESE congregó este jueves al Banco de España y a la plana mayor de los consejeros delegados de la banca española. Además de Gortázar, acudieron José Antonio Álvarez (Santander), Francisco Gómez (Popular), José Sevilla (Bankia), María Dolores Dancausa (Bankinter), Jorge Sáenz de Azcunaga (director de negocio en España, EEUU y Turquía) y Jaime Guardiola (Sabadell). Todos coincidieron en criticar el exceso de regulación, que en su opinión está bloqueando la capacidad de mejorar resultados de las entidades.
El propio Guardiola se mostró muy crítico con el modelo de negocio hipotecario, en la medida que la eliminación de las cláusulas suelo (y la existencia de un 90% de hipotecas de tipo variable) ha supuesto una reducción hasta mínimos de los márgenes. Así, la entidad cuenta con una cartera de unos 20.000 millones de euros en hipotecas, de las cuales una buena parte está actualmente al 0,7%. "¿Qué hacemos con ellas?", se preguntó.
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