Lima, (Sputnik) - Las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia y el Ejército de Siria llevan a cabo operaciones en las provincias de Idlib y Homs para evitar que los combatientes de Daesh ( prohibido en Rusia y otros países) se replieguen de la ciudad iraquí de Mosul a Siria, declaró el canciller ruso, Serguéi Lavrov.

"Nuestras Fuerzas Aeroespaciales y las Fuerzas Aéreas de Siria trabajan en las provincias de Idlib y Homs para cortar la retirada de Daesh de Mosul", aseveró a la prensa tras la reunión con el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, en el marco de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico.
El 17 de noviembre los bombarderos estratégicos Tu-95MS de las Fuerzas Aeroespaciales rusas atacaron con misiles de crucero blancos de los grupos terroristas Estado Islámico (Daesh en árabe) y Frente al Nusra en Siria, informó el Ministerio de Defensa de Rusia.
El Ministerio agregó que las coordenadas de todos los blancos habían sido comprobadas por varios canales de inteligencia, mientras los resultados de los ataques se controlaron con drones.
Según el comunicado, los misiles de crucero basados en aire fueron lanzados desde una zona sobre el mar Mediterráneo; los bombarderos despegaron desde un aeropuerto en Rusia, volaron más de 11.000 kilómetros al reabastecerse de combustible dos veces en vuelo y, tras realizar los ataques, volvieron a su base.
El vídeo de los ataques aéreos fue publicado en la cuenta de Twitter del Ministerio de Defensa.
Siria vive desde 2011 un conflicto en el que el Ejército gubernamental se enfrenta a grupos armados de la oposición y organizaciones terroristas, entre ellas Daesh (autodenominado Estado Islámico) y Frente al Nusra (actualmente, Frente Fatah al Sham), ambas proscritas en Rusia y otros países.
La guerra en Siria ha provocado entre 300.000 y 400.000 muertos, según altos cargos de la ONU.
A la vez, una investigación reciente del Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Ciencias rusa, basada en los datos del Buró Estadístico Central sirio, cifra en 105.000 el total de los sirios muertos en el conflicto, entre ellos 45.000 militares y milicianos, 24.000 terroristas de nacionalidad siria y 36.000 civiles, de los que la mayoría murieron a manos de los yihadistas y combatientes de la llamada 'oposición moderada'.
Señala también que otros 18.000 muertos en Siria eran mercenarios extranjeros —de más de 80 países— de los grupos terroristas.