Los rumores que corren estremecerían a cualquiera. Según parece, y siempre presuntamente, Puigdemont habría recibido una llamada que le avisaba que, si salía al balcón del Palau de la Generalitat, se enviaría a toda la policía a detener a todo el mundo. Y que entrarían en todas las instituciones llevándoselo todo como si fuera una versión 2.0 de los papeles de Salamanca.
Era estado de excepción duo y puro.
Tenían previsto, y organizado, un brutal ataque a la nueva República la misma noche del viernes.
Por lo tanto, fue casi una DUI consentida por Rajoy con la condición de que no saliera el balcón.
Es más, y repito lo de presuntamente, la llamada que recibió Puigdemont hablaba que podría haber muertos si el pueblo decidía hacer algo más que bailar en la Plaça Sant Jaume.
Como se sabe, la premisa principal de Puigdemont siempre ha sido el de cero incidentes y/o víctimas.
El mismo relato explica que presuntamente se amenazó a familiares de altos cargos independentistas, un especie de noche de los cuchillos largos en los que se iba a entrar en casa del todo el mundo y de muy malas maneras...
Por lo tanto, esa versión de que la UE ha obligado a Rajoy a un 155 "mesurado" sería falsa.
Había preparado un dispositivo para detener a centenares de personas.
Por cierto, el relato también explica que existía una complicidad para que grupos ultras hicieran parte del trabajo. Por eso no se está deteniendo a ningún nazi.
Según la misma fuente, la alerta ultrasigue activada, cada concentración independentista tendrá su represión ultra, tal como ocurrió ayer en una manifestación antifascista en Barcelona.
No es ninguna broma el comunicado de 300 ultras ucranianos dispuestos a venir a Catalunya para apoyar a los nazis españoles.
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