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16 de febrero de 2018

Eclipse Solar en el Grado 28 de Acuario

Eclipse Solar en el Grado 28 de Acuario

Un eclipse solar ocurre en una luna nueva y ve la luz del sol oscurecida por la luna. Astrológicamente, el sol refleja nuestra esencia, y firme voluntad. Revela las cualidades que manifestamos al madurar (aportándole una cualidad orientada al futuro) y el sendero que debemos andar para avanzar hacia una expresión independiente y única de nuestro ser.

Como tal es la fuerza organizadora de la psiquis a través de la cual se filtra toda experiencia, tanto interna como externa. El sol tiene que ver con la conciencia y al hacernos cada vez más conscientes de nosotros mismos y de nuestra motivación, avanzamos más profundamente hacia su energía dadora de vida.

La luna, por otra parte, es nuestro yo instintivo y sentiente. Una parte de nosotros muy profunda internamente pero cercana a nuestra propia esencia, que conocemos superficialmente de manera consciente, en lugar de expresarla igualmente, pero de manera inconsciente, a cada respiración que inhalamos. Reflejando tanto las fuerzas subconscientes como inconscientes en la psiquis, la luna revela nuestros hábitos emocionales y nuestra falta de orientación hacia la vida. Mientras que el sol es el consciente y radiante, la luna es el inconsciente pero engañosamente influyente. Nacido de nuestra subjetividad innata y sin embargo muy abarcador, nos circunscribe dentro de nuestra visión individual del mundo a la vez que nos conecta con la consciencia colectiva, de la cual todos obtenemos nuestro aliento.  

Debido a que la luz del sol (la fuerza de vida expresada como voluntad) está bloqueada por la fisicalidad de la luna (la fuerza de vida expresada como instinto), la configuración de nuestra vida durante un eclipse solar revela a menudo las consecuencias de acciones y reacciones pasadas.  Cómo manejamos nuestras emociones y sentimientos, cómo respondemos a los de los demás, las historias que nos contamos a nosotros mismos respecto a “quién, qué, dónde y cómo” de nuestra existencia, todas tienen consecuencias que un eclipse solar puede hacer que afloren.

 Si nos vemos desafiados por una complicación inesperada ahora, una reflexión honesta y abierta puede revelar nuestra participación en eventos presentes independientemente de cuán fuera de nuestro control puedan parecer de inicio. Identificar las consecuencias actuales de acciones y omisiones pasadas, las negaciones y aseveraciones, nos ayudará grandemente a avanzar con una sabiduría más profunda que sustente una sensibilidad más despierta en el futuro. Este proceso permite que la humildad y no la desesperación, surja ante el desafío. Este afirma la autoridad por encima del complejo de víctima y nos recuerda que todo lo que hacemos tiene consecuencias, muchas de las cuales están fuera de nuestro control en cuanto las pongamos en acción. Aunque la vida a veces baraja cartas inesperadas y todos estamos ciegos a veces, ser capaces de rastrear nuestros propios pasos y huellas entre todo aquello que inicialmente pueda parecer una gran pila de escombros, nos permite recapitular y “montarnos de nuevo en la montura”.   

No obstante podemos sentirnos tentados   hacia la mentalidad de víctima en este tiempo, convencidos de que se nos castiga, se nos trata injustamente o estamos indefensos para poder hacer cambios en nuestras vidas. Pero somos solo víctimas si permitimos que algo o alguien dicten nuestro pensamiento y corazón, en lugar de elevarlos, soberanos aun ante la cara de nuestro mayor desafío. Para hacer esto último debemos entender cómo nuestra mente y corazón funcionan: que dispara nuestra espiral personal hacia la desesperación o la indefensión, enojo o confusión.

No hay tiempo que esperar para que cambien los sentimientos por sí mismos ahora. Debemos ser dueños de nuestro destino y agentes del cambio necesario. Dentro de la oscuridad de un eclipse solar, necesitamos mantener nuestro centro y erguirnos firmes, permitiendo que sea lo que sea que ocurra, que penetre a nuestro núcleo más profundo y comunique su sabiduría. Puede que no queramos escuchar esta pieza de sabiduría en particular justo ahora, por supuesto, pero lo menos que podemos hacer es escribirla y regresar más tarde a ella antes que pase mucho tiempo, porque podemos tener la seguridad que es importante en nuestras vidas y en cómo las vivimos.


Como la luz oscurecida del sol, nuestra capacidad para actuar efectivamente puede parecer bloqueada en un eclipse solar, pero no porque no lo intentemos. Estos eclipses tienden a tener su propia mente, configurando loso eventos y emociones a su manera y a veces de difícil comprensión de sus prioridades. Ellos quebrantan nuestro malestar y actúan para insertar nueva experiencia en nuestra línea personal de tiempo. Los eventos asociados con los eclipses solares pueden ser chocantes por naturaleza y totalmente inesperados. Justo cuando pensábamos que la vida nos llevaba en una dirección, se nos vira hacia otra diferente y debemos forjar un nuevo camino hacia delante. Los aspectos de nuestra vida que asumimos estaban blindados, pueden ser tirados y desarmados y debemos recoger los pedazos, nos guste o no. Alternativamente, un eclipse solar puede traer una chispa de buena suerte inesperada e inexplicablemente, que cambie nuestra vida para algo mejor en formas que no podíamos imaginar.
Pero el ajuste será necesario de todas formas y podemos descubrir de inicio que tenemos mucho más temor al cambio positivo y al progreso de lo que anticipábamos.

Existe una paradoja interesante dentro de cada eclipse solar, porque aunque auguran un tiempo de elevada energía y a veces experiencias radicales, ocurren en una luna nueva que es momento de retiro, de baja energía, introspección e iluminación interna. 

Así que un eclipse solar es igual a manejar un auto con un pie en el acelerador y el otro en los frenos. Debemos decidir que pie mover en respuesta al camino por delante. ¿Liberamos los frenos y vamos a mayor velocidad o liberamos el acelerador y descansamos un poco? Cualquiera está bien, siempre que sea la correcta. Si debemos detener la marcha y descansar no perderemos el barco. Este esperará porque el descanso es parte del proceso hacia el próximo paso. Pero si debemos seguir adelante en una ola de energía, eso también es bueno.

Podemos descansar en otro momento.  Así que elijan sabiamente cuando el sol esté eclipsado. No se obliguen si saben que es momento de detenerse, porque detenerse en el momento oportuno es igualmente importante que avanzar, y ambos contribuyen al potencial de un eclipse bien vivido.

A pesar de la naturaleza intensa de un eclipse solar sus frutos puede que tomen los próximos seis meses para fructificar, fertilizados por nuestra energía durante los dos o tres días a cada lado del evento. Es por tanto importante que atendamos a la calidad de nuestros pensamientos, emociones y comportamiento en este tiempo.  Un eclipse solar nos recuerda que somos tanto soberanos sobre nuestras vidas como sujetos a fuerzas más allá de nuestro control. Jugar nuestro papel tan bien como sea posible, con integridad, percepción y gracia, asegura que nuestro poder se utilice para lograr el mayor y mejor efecto. El resto lo dejamos a la oportunidad y lo abrazamos cuando llegue.

Así que pudiéramos decir que un eclipse solar es una pincelada con destino, pero no en la forma “pre-ordenada que no se puede evitar”. Somos nuestro propio destino, un hecho sorprendente en este tiempo. Los eventos de nuestras vidas, sus giros y cambios, desafíos y triunfos reflejan nuestra esencia más profunda y presencia única en este mundo. Somos campos de fuerza de energía e intención, interactuando con el campo unificado que se entreteje a través de todas las cosas. Los factores causativos de los eventos en nuestras vidas son muchos y diversos, pero nosotros somos el común denominador y es a través del auto conocimiento y la auto aceptación que podemos vivir más plenamente, sea cual sea lo que la vida y el eclipse nos presenten.  

Si quieren comprender cómo un eclipse solar en particular los impacta personalmente, miren la casa donde este cae en su carta natal.  Aquí experimentarán su impacto directo ya que los asuntos y problemas de esa casa están sujetos a fuerzas inesperadas que pueden estar fuera del control de ustedes. La actividad o logros previos en la casa del eclipse pueden ser socavados requiriendo de nuevos planes y esfuerzos. Pueden tener que pensar erguidos por un tiempo si quieren recuperar el terreno perdido. Alternativamente, puede  tener mayor sentido el liberarse de objetivos previos y reconsiderar la forma en que se presentan las cosas que se presentan en esta área de su vida.

Cualquier aspecto al que el eclipse contribuya en los planetas natales o conjunciones al ascendente, descendiente, medio cielo o Imum Coeli, también influirán en cómo estas energías se experimenten. Vean especialmente los planetas personales (sol, luna, Mercurio, Venus, Marte y a veces Júpiter) y las conjunciones, cuadraturas y oposiciones que se sentirán con mayor agudeza. 

Vean también la posición y condición (aspectos y fuerza, etc.) de su sol natal, cuyo impacto en su vida se enfatizará durante un eclipse solar. Pueden ver que los asuntos de su sol natal que se reflejan en su carta se acentúan en la casa donde ocurre el eclipse. Por ejemplo, si su sol natal está en su 10ma casa de carrera y vida pública y el eclipse está en su 4ta casa del hogar y la familia, podrán ver que los asuntos de trabajo y las exigencias del mundo exterior impactan grandemente su vida hogareña y su equilibrio personal/de trabajo exige alguna atención cuidadosa.    

También merece consideración la casa regida por el sol en su carta natal: esa es la casa donde Leo está en su cúspide. Aquí también sentirán el impacto de un eclipse solar, pero a menudo a largo plazo y no durante el eclipse. Una vez terminada la estación de eclipses cuando las cosas comiencen a asentarse verán un cambio gradual en esta área en los próximos meses, a medida que los eventos y cambios asociados con el eclipse se asientan en su vida.  Sus capacidades para tomar decisiones y sentido de soberanía en esta área de su vida madurarán como resultado del eclipse y ganarán una perspectiva más amplia y sabia respecto a los asuntos de esta casa y cómo hacerlos avanzar mejor. 

Nota extra:
Un eclipse solar parcial será observable este 15 de febrero del 2018 en una región del hemisferio sur que comprende la Antártida, gran parte de Argentina, Chile y Uruguay y de forma casi testimonial en el sur de Paraguay y Brasil. Esa tarde, el Sol será ocultado por la Luna en un porcentaje máximo de cerca del 50% en la Antártida y de apenas un 25% en el sur de Sudamérica, siendo menos notable cuanto más al norte nos situemos.
Los tres eclipses de Sol de este año serán parciales. El de agosto será visible en Europa

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