Que los nacionales requisaran camisetas amarillas puede entenderse dentro del estado autoritario en el que se ha convertido España. Pero que los seguratas del Atlético de Madrid funcionaran como la gestapo ya es de armas tomar.
No podemos permitir que analfabetos madrileños obliguen a entregar ¡bufandas amarillas!
Y siempre con la amenaza de expulsarlos del campo si no obedecían
A ese estadio -medio regalado con dinero público- no hay que volver más, y el club catalán debe denunciar el motivo: No vamos a los campos donde la afición sea maltratada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No se admiten comentarios con datos personales como teléfonos, direcciones o publicidad encubierta