Trump ya ha lanzado la amenaza de cerrar la frontera, sin cumplirla; sugirió hacerlo en diciembre, durante el cierre de la administración pública por falta de un acuerdo presupuestal, y también esta misma semana cuando acusó a los gobiernos de América Central de derrochar la asistencia financiera estadounidense. Pero hasta ahora nunca había especificado una fecha límite tan cercana para una medida así de drástica.
“Sería muy sencillo que México hiciera esto”, Trump aseguró en un hilo de publicaciones en Twitter. “Además, perdemos tanto dinero con ellos, sobre todo si se suma el narcotráfico, etc., que ¡cerrar la frontera sería algo bueno!”.
“Los DEMÓCRATAS nos han dado las leyes migratorias más débiles del Mundo. México tiene las más fuertes y ganan más de 100 mil millones al año de Estados Unidos. El Congreso DEBE CAMBIAR NUESTRAS DÉBILES LEYES MIGRATORIAS YA y México debe detener el ingreso de ilegales a los Estados Unidos… a través de su país y nuestra frontera sur. México durante años ha hecho una fortuna con Estados Unidos”, tuiteó.
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“Si México no detiene inmediatamente TODA la inmigración ilegal que viene hacia Estados Unidos por nuestra frontera sur, voy a CERRAR la frontera, o partes amplias de la frontera, la siguiente semana”, escribió la mañana del 29 de marzo.
El presidente estadounidense lanzó esta ronda de amenazas acompañada de sus palabras más duras a la fecha contra las miles de personas que intentan huir de la violencia y la pobreza al encaminarse a Estados Unidos.
La noche anterior, el 28 de marzo, dijo durante un mitin en Grand Rapids, Michigan, que el problema migratorio consiste de una “invasión” y se refirió a la situación que lleva a huir a los solicitantes de asilo de su país de origen como “una estafa gorda”.
Los comentarios de Trump coinciden con la reorientación de los esfuerzos de la Casa Blanca hacia la elección de 2020. El gobierno de Trump no ha dado planes específicos en temas como el sistema de salud, un tema decisivo para los votantes, pero la cuestión de la migración de personas indocumentadas siempre ha sido uno importante para los simpatizantes de Trump.
No queda claro qué partes de la frontera decidiría cerrar el presidente si no queda satisfecho con las acciones del gobierno mexicano para atender el flujo migratorio.
Funcionarios de la Casa Blanca comentaron esta semana que la situación es insostenible: Kevin McAleenan, comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), dijo en una conferencia de prensa en El Paso, Texas, que el influjo de migrantes estaba en el “punto de quiebre”.
En febrero hubo 76.000 cruces fronterizos, un récord mensual en comparación a los últimos once años y señal de que las políticas de mano dura de la administración de Trump no han disminuido el flujo de personas que buscan ingresar a Estados Unidos.
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