Debemos tener claro que el Amor que se necesita para poder subir el nivel vibratorio nuestro y del planeta tiene que ser un Amor Incondicional siendo el Amor el total respeto del libre albedrio de las personas queridas y del nuestro.
El Amor es intentar hacer lo posible para que la persona querida sea libre y feliz, aunque ello implique renunciar a estar con esa persona. En el caso del apego, la persona que lo padece está pensando más en satisfacer su propio egoísmo que en el bienestar de la persona querida, por ello tiene tendencia a vulnerar su libertad, reteniéndola a su lado en contra de su voluntad o coaccionando para que haga lo que uno quiere, obstaculizando el máximo las relaciones con otros seres, a los que considera su “competencia”.
El que Ama de verdad no es posesivo con la persona amada, ni se molesta porque quiera a otras personas. El apego se agota, pero el Amor verdadero, el Amor auténtico NO. Por amar cada vez a más personas no significa que se quiera menos al resto, pero el apego nos hace creer que sí, que lo que se le da a los demás se nos quita nosotros.
El que siente apego exige, obliga y fuerza los sentimientos, siempre espera algo a cambio de lo que hace. El que siente auténtico Amor Incondicional deja libertad a los sentimientos.
Isabel García Garcia
Puntos de Luz.
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