Trump: "Francamente, quizás haya que echar a España de la OTAN"
El presidente estadounidense asegura que nuestro país "va bien y no tiene excusa" para no llegar al gasto del 5% del PIB en Defensa como ha pactado la Alianza

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha mostrado este jueves su profundo malestar con España por su negativa a llegar a un gasto del 5% del PIB en Defensa, tal y como pactó la OTAN este año en la cumbre de La Haya. En los últimos meses, el presidente había elevado su tono en reiteradas ocasiones. Antes, durante y después de aquella cita internacional, pero hoy, por sorpresa, ha escalado como nunca antes, llegando a jugar con la hipótesis de que nuestro país sea expulsado de la Alianza.
Así lo ha dicho durante una comparecencia en el Despacho Oval junto al presidente de Finlandia, Alex Stubb. En el contexto de la invasión de Ucrania y las amenazas a la seguridad internacional, los periodistas presentes preguntaron a Trump si defendería al país nórdico en caso de ser atacado por Rusia. Su respuesta, inmediata, fue que sí, dado que es un país aliado. Ahí, Trump empezó una digresión que desembocó de forma inesperada en España y su polémica decisión de comprometerse con los acuerdos de La Haya, pero asegurando que no llegará al 5% porque no será necesario. Un tema que enfadó a Trump entonces y sobre el que ha vuelto una y otra vez.
"Les pedí a todos que gastaran el 5% del PIB, en vez del 2%, y muchos dijeron que no iba a pasar, que no era imposible. Pero ocurrió de forma casi unánime. Sólo hubo un rezagado, España. España... Tendrán que llamarles y preguntarles por qué no quieren. Y les va bien, curiosamente con las cosas que hemos hecho les va bien [no es que no puedan]. Quizás haya que echarlos de la OTAN, francamente", ha dicho el presidente, ante el incómodo silencio del europeísta Stubb.
Minutos después, el Gobierno español ha expresado su "máxima tranquilidad" tras las palabras desde la Casa Blanca. "España es un miembro de pleno derecho y comprometido con la OTAN. Y cumple con sus objetivos de capacidad tanto como Estados Unidos", han explicado fuentes gubernamentales consultadas por Europa Press.
Hasta ahora, Trump había sacado la posibilidad de que EEUU se fuera de la OTAN, especialmente en su primer mandato. Incluso había amenazado reiteradamente con la idea de no defender a los países que no contribuyeran con lo que él consideraba justo. Pero nunca había sugerido la posibilidad de echar a países concretos por esa falta de inversión, que España siempre ha asegurado que está compensada por sus contribuciones en misiones y lo que se conoce como "capabilities".
Este año el presidente revolucionó la cita de La Haya negándose en redondo a suscribir los compromisos sin pegas, como el resto de países. Tampoco aceptó fórmulas como las sugeridas desde Bruselas para que dijera que sí y luego usara toda la flexibilidad. Pedro Sánchez, en cambio, usó una línea mucho más delicada, forzando la confrontación con Trump en medio de enormes escándalos políticos en casa.
Flexibilidad y solidaridad
La OTAN no es en absoluto como la UE, donde se discute, se pelea, se regatea o se bloquea. Las cumbres de la Alianza son formalidades. Se llega con todo ya decidido y no es normal que haya un choque, fricciones concretas o países que se resistan cuando hay un enorme consenso. Sánchez, en La Haya, firmó. Pero sin aceptar en ningún momento la necesidad de llegar al 5%, diciendo cumplirá todos los objetivos requeridos y cumplirá con sus obligaciones con los demás, pero que eso se puede hacer con un inversión mucho más baja. Algo que el propio secretario general, Mark Rutte, ha dicho en voz alta que no es posible. Y que Trump ha rebatido.
"Estaban Alemania, Francia y España... aunque... España no cumplió, por cierto, pero lo hará, garantizado. Fue el único país que intentó algo así como contenerse para no aportar el dinero, pero lo hará", dijo Trump a finales de junio, también en el Despacho Oval, en los días posteriores a la cita de La Haya.
Desde verano, la tensión con algunos de los miembros de la UE y de la OTAn más expuestos a la amenaza rusa ha ido subiendo. Su malestar es muy visible y dicen en público también que el compromiso es innegociable, que la solidaridad es el pilar básico de la alianza militar más grande de la Historia. Y que no se puede especular ni vacilar, sobre todo, porque como ha dicho Rutte en su imagen favorita desde que juró el cargo ,"un misil ruso sólo tardaría 10 minutos más en llegar a España" de lo que tardaría en golpear el centro del continente.
El debate sobre el gasto, en todo caso, no está cerrado dentro de la organización. En 2014 los miembros se comprometieron a llegar al 2% del PIB en una década. No ha sido así. Casi, pero no. Y todo el esfuerzo se produjo tras el shock de la primera presidencia de Trump y sus amenazas de romper la OTAN. Ya en sus primeras cumbres puso encima de la mesa llegar objetivos del 3 y el 4% pero los líderes lograron contener su ira con promesas de seguir invirtiendo y decir públciamente que era gracias a él. Así lo cuenta el que era entonces secretario general, Jens Stoltenberg, en sus memorias, publicadas esta semana.
Llegar al 5% es casi imposible para la amplia mayoría de países, que tienen economías con crecimientos muy bajos y crisis políticas. Así que muchos, como la propia España, están buscando fórmulas creativas. Como introducir los gastos en ciberseguridad, en lucha contra el cambio climático o todo tipo de partidas más amplias. O incluso infraestructuras, como Italia, que intenta meter ahí un puente para unir la península con las islas.
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