Este miércoles ha sido un mal día para la candidatura de Ciudadanos. Se le han acumulado dos dimisiones, una bronca política y casi una pelea física. A saber, un alcalde andaluz y un concejal madrileño se han visto obligados a dejar el partido de Albert Rivera, su propuesta para eliminar las penas específicas por violencia de género han sido recibidas con alarmismo y rechazo, y en Barcelona han tenido que separar a su exdiputado imputado por fraude fiscal, Jordi Cañas, de un joven estudiante, para que no llegasen a las manos.
El alcalde de Espartinas (Sevilla), José María Fernández (Ciudadanos), ha dimitido de su cargo tras haber sido imputado tras la denuncia presentada a mediados de septiembre por el PP ante las presuntas "irregularidades" de los contratos formalizados con cargo al Programa de Ayudas a la Contratación de personas en situación de exclusión social de la Junta de Andalucía, según han confirmado a Europa Press fuente de la formación naranja. C's se ha defendido a través de un comunicado argumentando que esta dimisión se produce debido "a un asunto administrativo" y no por "un caso de corrupción". El concejal de Ciudadanos en Soto del Real (Madrid), Sergio Luna, ha presentado también su dimisión como concejal electo en el Ayuntamiento de este municipio tras salir a la luz que en 2011 escribió un tuit donde ensalzaba la figura del fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera.
Más sonora y grave que las dimisiones o la casi pelea, ha sido la respuesta a su propuesta de quitar el agravante penal por violencia de género, que ha conseguido que PSOE, PP e IU se manifiesten en contra: "Nos retrotrae doce años", "minusvalora el padecimiento de las mujeres" y es "una iniciativa aberrante" son algunos de los comentarios que ha generado la iniciativa.
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