Está claro que si le preguntáramos hoy a cualquier directivo o
empresario acerca de la importancia de la innovación, todos estarían de acuerdo
que es algo crítico para la supervivencia y el crecimiento de la empresa,
pero ¿son conscientes de lo que implica?
Muchas organizaciones, cuando se ponen a innovar piensan en apartarse un
día de la rutina y hacer algo especial para generar muchas ideas (cuantas
más mejor) para luego seleccionar las mejores e implementarlas. Así seremos una
empresa innovadora, piensan…
La innovación no es un juego
Conozco empresas que incluso hacen juegos (que están muy bien) y se
inflaman contratando a empresas especializadas en técnicas creativas, se tiran
unos cuántos días generando un montón de ideas y luego no saben cómo
seguir.
¿Cuáles son mejores? ¿Por qué? ¿Por dónde empezamos? ¿Cómo seguimos? ¿Y
ahora qué hacemos? Son algunas de las frases que más se oyen conforme van
pasando los días después del ‘workshop’ y todo ha vuelto a la normalidad.
Porque hay que seguir trabajando, claro.
Pensar es casi gratis, pero implementar
buenas ideas con éxito, es otra cosa. Debajo de cada idea, se
oculta todo el trabajo que es necesario para llevarla a cabo con éxito. La
ejecución es la clave.1
Y para ello se requiere poner recursos necesarios, si no, nos
estamos engañando. Innovar no significa dedicar tiempo a crear ideas, por muy
buenas que sean. Se trata de llegar al cliente y generar valor de verdad, sin
eso, no innovamos; sólo lo intentamos.
Si te interesa este tema, te recomiendo un libro muy interesante titulado “The other side of innovation” En él aprenderás que la
creatividad y la innovación son factores multiplicadores. Porque si obtenemos
un cero en creatividad o en innovación, el resultado será cero.
Sus autores encuestaron a miles de ejecutivos de grandes compañías y les
preguntaron que valoraran su capacidad de innovación de 0 a 10. Los resultados
dejaban claro que las empresas se consideraban más buenas generando ideas
(obteniendo una media de 6), que comercializándolas (con una media de 1).
El libro expone que es mucho mejor mejorar en la ejecución, que en la
creatividad, puesto que subir la nota media de creatividad de 6 a 8, no es tan
efectivo como subir la de implementación de 1 a 3. Veamos un ejemplo:
·
Capacidad de innovar resultado de la encuesta: 6 de nota generando ideas X
1 de nota implementando= 6
·
Mejorar 2 puntos en creatividad: 8 de nota generando ideas X 1 de
nota implementando= 8
·
Mejorar 2 puntos en ejecución: 6 de nota generando ideas X
3 de nota implementando= 18
Está claro ¿no? Si tienes que mejorar en algo en tus proyectos de
innovación, enfócate en mejorar en el proceso de ejecución y haz que las cosas
pasen de verdad y lleguen al cliente, aunque no sean perfectas. Eso es mucho
mejor que tener ideas geniales y ser incapaces de llevarlas al mercado,
créeme
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