acelerados. Son sus propias contradicciones las que
atraen una crisis inevitable. No se puede conjugar
desarrollo y expansión con trabajo precario y bajos
sueldos. Porque la nueva clase proletaria en que ese
capitalismo a transformado a las antes masivas
clases medias, carece de capacidad económica para
absorber la producción. Es muy difícil gastar poco
(trabajo precario, bajos sueldos, paro intermitente,
inseguridad laboral, etc) con consumo de productos
manufacturados masivamente.
La codicia es ciega, tonta e insaciable, y esa es la
nueva premisa capitalista: ¡Mas, mas, mas...! sin
limite ni mesura. Y eso nos arrastra a la catastrofe
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