FEMINISMO Y FALSOS MITOS (3)
"Si quieres oprimir a alguien, lo más eficaz es que empieces proclamando que la víctima eres tú"
(Pascual Quignard)
Mito nº 3: Pese a las garantías de impunidad con que cuentan, las mujeres apenas incurren en denuncias falsas contra los varones
A los numerosos casos documentados en la anterior entrega de esta serievienen a sumarse ahora otro muestrario de cómo la Ley de Violencia de Género ha propiciado un rosario de denuncias falsas que mujeres sin escrúpulos utilizan frecuentemente -aunque no solo- para obtener ventajas en un proceso de divorcio tales como que éste les salga gratis, mejorar su posición en el reparto de bienes comunes, obtener la custodia de los hijos, recibir una paga del estado, o, directamente, para vengarse de su pareja amparándose en una legalidad que es de todo menos justa y que hace al varón culpable por principio. Ponganse cómodos, que empieza el festival de despropósitos:
Comenzamos por un caso prototípico, el de una pareja rota en cuya disputa por la custodia del hijo media la habitual denuncia por violencia de género contra el padre, encarcelado preventivamente durante mes y medio sobre la base de una acusación que se demuestró falsa gracias a que tuvo la precaución de grabar una conversación que su ex-mujer tergiversó con la ayuda de una hermana.
Como se ve en el video completo de la vista (más abajo), el juez, Pedro Arduán, no respeta el turno de palabra del acusado y le expulsa por protestar. En la sentencia final argumenta que no se sabe si ese es el domicilio de la ex, (en realidad, lo que resulta evidente es que no lo quiere saber, dado que ni lo pregunta ni permite al acusado preguntarlo).
En conclusión, aquí no ha pasado nada; al no deducir testimonio contra la mujer por simulación de delito (pese a estar obligado a ello en aplicación del artículo 456 del Código Penal) nos encontramos con que este caso no constará en parte alguna como falsa denuncia, proceder habitual en este tipo de procesos dignos de la Alemania nazi.
Este es el modo de actuar que lleva al Consejo General del Poder Judicial a afirmar que sólo el 0,02 % de las denuncias de "violencia de género" son falsas, una trola como un piano de cola. ¡Ni computan las denuncias falsas denuncias ni las persiguen! Las mujeres que acusan en falso a un hombre tienen la impunidad garantizada.
No solo las mentiras de la mujer del video le salieron gratis, no teniendo consecuencia penal ni civil ninguna, sino que el ministerio de injusticia negó al acusado en falso una indemnización por el tiempo en que estuvo encarcelado siendo inocente, porque para tener derecho a ello "se tiene que acreditar que los hechos denunciados no existieron", o lo que es lo mismo, que la falsa denunciante reconozca que mintió, algo de lo que el juez la exime en una sentencia esperpéntica que pone del revés la ley, el sentido común y la jurisprudencia.
Eso sí, reprobamos el uso del término "feminazi" para calificar a un juzgado donde, en escrupulosa aplicación del principio de igualdad ante la ley, solo se juzga a varones, de modo análogo a la existencia de tribunales solo para judíos en la Alemania de Hitler o solo para negros en la Sudáfrica del apartheid (dos modelos prototípicos de absoluta igualdad ante la ley, como todo el mundo sabe).
De hecho, el posterior desarrollo de este drama muestra lo que es la justicia española, de la que todos debemos sentirnos orgullosos y por la que deberíamos brindar en las próximas fiestas navideñas. Siendo obvia la situación de indefensión en que se vio el acusado, la Audiencia Provincial de Madrid ordenó la repetición del jucio con otro juez. Pero no olvidemos que estamos hablando de juicio en "tribunal especial". El "otro" juez resultó ser "otra". Pero su proceder resultó muy parecido. Con ustedes -¡tachán!- la jueza, con un extenso historial de desmanes, que incluye haber sido sancionada por el CGPJ por violenta (tras ser denunciada por sus subalternos), doña Carmen Gámiz Valencia:
Resultado: el acusado vuelve a ser declarado inocente, pero las acusadoras en falso se vuelven a ir de rositas. Si este pobre padre tiene vocación de Sísifo podrá seguir recurriendo y estrellándose contra los inveterados vicios, la parcialidad y la inhumanidad de unos tribunales donde la presunción de inocencia le es negada por principio al varón y en cambio la palabra de toda mujer es considerada tan fiable como una prueba de ADN, por lo que le toca al acusado demostrar su inocencia (no a la parte acusadora demostrar su culpabilidad, faltaría más).
Este es el dia a dia de los juzgados de violencia contra la mujer.
Veamos -si el estómago aguanta- otro caso: juez y fiscal haciendo de abogados defensores de otra falsa denunciante que es pillada mintiendo para eludir el pago de una deuda cuando su hermano y su propio hijo la dejan por mentirosa. Lejos de obtener un castigo por cometer falso testimonio, una vez más la embustera queda impune, como es habitual en este tipo de juzgados, y así puede volver a denunciar, tantas veces como lo desee. Y, por supuesto, tampoco constará su "travesura" como denuncia falsa en ninguna estadística.
Otra vez la palabra "feminazi", ¡que manía!
Tercera historia: otra ex-esposa interpone una denuncia falsa por malos tratos y obtiene una órden de alejamiento que ella misma viola al ir al club donde sabía que se encontraba su ex-marido para poder así acusarlo de violar dicha órden. El video muestra la falsedad, la mala fé y la premeditación de la acusadora. Eso sí, "one more time", ante la ley tampoco constará lo sucedido como denuncia falsa.
Pero en el tema de denuncias falsas, el caso más rocambolesco es el que expone el siguiente video:
¡Maaaaaaaaadre, qué sordidez! Pero como estamos en el país de la justicia y la igualdad, nos encontramos con la justa e igualitaria situación de que un hombre ha pasado ya ocho meses en prisión por denuncias dudosas, si no directamente falsas, mientras que a ella por una denuncia falsa que a él le hubiera supuesto varios años de cárcel le pueden caer ... seis meses, condena que, al ser inferior a dos años, no tendrá que cumplir. ¡Viva la igualdad!
Y siguiendo con el festival, una selección de noticias de prensa escrita:
El último caso es paradigmático de cómo las leyes de género son una invitación al fraude y al abuso:
Los perversos mecanismos de represión contra el varón que ha propiciado la nefasta agenda del género han llevado a situaciones como la que conocíamos el dia 30 del pasado mes, cuando era puesto en libertad un vecino de Quintanar de la Orden (Toledo) que pasó 10 meses en prisión acusado de asesinato con el único argumento de que, como su mujer fue asesinada y no había más sospechosos, tenía que haber sido él. Y salió porque la prueba de ADN -que tardó 10 meses en realizarse- no le sitúa en lugar del crimen. Y aún así, contando con el testimonio a favor de los familiares de la asesinada, que decían que era imposible que estuviera a la hora del crimen en el lugar del crimen, ya que estaba trabajando, se ha pasado 10 meses a la sombra. ¿Es esto justicia?.
Otro ejemplo de los perversos efectos producidos al recompensarse económicamente las denuncias de violencia de género:
Y no se vayan todavía, que aún haya más:
Antena 3, al servicio de la propaganda illuminati desde 1990
Nos toman por imbéciles, cuando un cálculo bastante elemental basta para entender que las cifras no cuadran. Tal vez sea el resultado del desastre educativo que padece el país, pero lo extraño es que nadie se pregunte qué ocurre cuando de más de 140.000 denuncias solo 12.000 casos lleguen a juicio (juicios de los que el 40 % termina en absolución para el denunciado pese a las instrucciones a los jueces para que dicten condenas). ¿Porque tantas denuncias no llegan a juicio? Al menos los autores del siguiente video sí analizan la situación en vez de repetir como papagayos la propaganda que emiten las televisiones:
Tenemos una vergüenza de ley que establece que permite a cualquier mujer arruinarle la vida a un hombre solo por capricho y sin base ninguna, que lleva a inocentes a prisión sin que exista ninguna prueba contra ellos, que vulnera la presunción de inocencia y el principio de igualdad ante la ley, y que ningún partido político denuncia porque el tinglado montado en torno a esta ley es ya demasiado complejo para desmontarlo y la inercia parece ser la principal fuerza de este país, inercia que, recuerdo, no solo significa mantenimiento de una dirección para el movimiento, sino también mantenimiento de lo inmóvil en su inmovilidad.
Luego habrá quien teorice acerca de que estamos viviendo el momento extremo de un movimiento pendular contrario al extremo que se daba con la impunidad de la violencia ejercida por hombres (me niego a llamarla "machista" porque el machismo no es una ideología, es una praxis), que los tonos "blancos"actuales y los "negros" anteriores llevarán en su momento la situación al gris equilibrado y deseable y tantos otros ejercicios de "dilettantismo" que se permiten los que tienen la suerte de que ninguna ex-novia resentida haya decidido arruinarles la vida. Me gustaría ver como les explican su teoría a las víctimas de casos como los siguientes:
La familia del hombre explica que fue la denunciante quién agredió al acusado y asegura que sus vecinos son testigos.
Una vez más, noticia de la prensa provincial. La nacional parece hacerle ascos a estas informaciones.
Damián, a sus apenas 19 años, fue detenido el pasado 14 de septiembre en su domicilio después de que su ex pareja y madre de su hijo, que aún no tiene un año, interpusiera una denuncia contra él por malos tratos. Su familia, impotente, asistió a la detención sin poder hacer nada por evitarlo y se encuentra perpleja porque, aseguran, él no es el culpable, sino la víctima. Según denunciaba ayer a EL PUEBLO un familiar directo de Damián, esta denuncia sería “falsa”. Y es que, aseguraba, este joven de la barriada Juan Carlos I fue el agredido y muestra de ello serían varios arañazos que tenía en la cara.
Los hechos denunciados, según contaba este familiar, tuvieron lugar el día anterior cuando la ex pareja de Damián acudió al domicilio de este a entregarle el hijo que ambos tienen en común. Al no aparecer el joven por la mañana a recoger al niño, la madre se desplazó al mediodía para dárselo y cuando se lo entregó empezó a discutir y a pegarle. Según el familiar de Damián, los vecinos se hicieron eco de lo que estaba ocurriendo y bajaron a la calle para intervenir, hasta que lograron que la joven se marchara.
La familia del joven le instó a denunciar lo ocurrido, pero este desistió y al día siguiente se encontró con que el detenido era él. Una situación ante la que los familiares de Damián, impotentes, han decidido acudir a los medios de comunicación porque, lamentan, el hombre “no tiene nada que hacer” cuando se interpone una denuncia de esta clase. “Esto es perjudicial para quienes realmente son víctimas de violencia de género”, asegura la pareja de la madre de Damián. Él es quien ha denunciado la situación, esperando que no quede “impune”.
Y es que, los familiares de este joven confían en que se conocerá la verdad porque, explican, “los vecinos están dispuestos a declarar y contar lo que pasó”. No obstante, lamentan, el joven ya ha pasado por los calabozos sin poder defenderse. Ahora se encuentran a la espera de que un parte médico certifique las lesiones que el joven tiene y que el asunto se resuelva lo antes posible.
(Fuente: http://elpueblodeceuta.es/)
Ponferrada, León, 16/sept/2016. […] la muchacha, que presentó denuncia en el cuartel de la guardia civil de Bembibre el pasado domingo, actuó por despecho.
Problemas con su pareja podrían haberle llevado a presentar esta denuncia falsa que tendrá, evidentemente repercusiones. Y es que, la propia Guardia Civil, después de contrastar que el suceso no era realidad, ha decidido formular atestado contra ella por denuncia falsa, lo que ha abierto diligencias previas en el Juzgado de Instrucción de guardia.
(Fuente: http://cadenaser.com/)
Lo que las feministas reflexivas deberían comprender es que el abuso posibilitado por la ley de género y las denuncias falsas están propiciando que los casos reales de maltrato y violencia sean minimizados y desatendidos. Hay mujeres sufriendo auténticos infiernos, pero tanta demagogia y tanta banalización de la "violencia de género" acabarán por perjudicarlas. Pensemos en un "clásico" (y no son ganas de hacer humor cínico, sino de constatar la realidad) como los abusos a mujeres en los Sanfermines, fiesta del exceso y la embriaguez que produce periódicamente noticias como ésta:
¿Hubiera habido tanta celeridad en aclarar los hechos si los falsamente acusados hubieran sido españoles y no existiera la posibilidad de asis- tencia consular y cuidado en evitar incidentes diplomáticos?
Denuncia falsa: es lo que ha decretado un juez de guardia del Tribunal Superior de Justicia de Navarra sobre la denuncia que interpuso una mujer el pasado sábado de Sanfermines alegando haber sufrido tocamientos en un bar en la plaza del Castillo.
Según el relato de la mujer, unos franceses abusaron de ella con varios tocamientos. Después su cuñado les recriminó su actitud y los franceses le agredieron. A raíz de la denuncia, dos ciudadanos de origen francés fueron detenidos y han pasado dos días en el calabozo.
Al comparecer en el juzgado de guardia, los detenidos han mantenido una versión totalmente diferente del suceso. Una visión que ha quedado corroborada cuando se ha visionado una grabación de las cámaras que había en las inmediaciones del bar: en ningún momento los franceses tocan a la mujer, por lo que el abuso sexual no existe y la denuncia es falsa.
El fiscal ha solicitado el archivo de la denuncia y la apertura de un procedimiento penal contra la denunciante. Finalmente el juez ha abierto diligencias contra la mujer por los delitos de simulación de delito y de detención ilegal, por el que los dos denunciados han estado arrestados dos días en comisaría.
(Fuente: http://www.navarra.com/)
Casos como el anterior siguen un deshonesto patrón: tras el "desfase" propiciado por el alcohol (u otros euforizantes) existen -pocas, pero existen- mujeres que presentan relaciones consentidas como abusos masculinos. Total, denunciar es gratis y una vez puesta la denuncia la máquina funciona contra el acusado, no a favor de su presunción de inocencia. Pero aclarado lo falso de la denuncia la sombra de sospecha se extenderá a quien denuncie con fundamento. Es otro perverso efecto de la detestable ley que debemos a Zapatero.
Finalmente, quiero dejar bien claro que no trato de minimizar el drama del maltrato a mujeres sino precisamente de denunciar que la ley VioGen además de ser inútil por malgastar recursos económicos en medidas que no han logrado disminuir el número de mujeres asesinadas en casos de violencia doméstica, ha incurrido en la perversa lógica de, ya que no reduce el número de víctimas, generalizar el sufrimiento y la indefensión extendiéndolas a los hombres, como si eso compensara de alguna extraña e incomprensible manera una situación que debería abordarse desde otro tipo de medidas que, esta vez sí, demostrasen su eficacia.
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