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- abril 29º, 2017
Parece increíble, pero mientras el pánico a una confrontación nuclear asola el Planeta, lo cierto es que -al mismo tiempo- estamos más cerca que nunca del comienzo de la solución a todos los problemas.
En este artículo (en castellano) de la Fundación Larouche encontraréis la noticia de que se están dando pasos para la recuperación de la Ley Glass-Steagal (separación entre banca de inversión y banca de ahorradores) cuya derogación fue el detonante de la crisis actual.
Al tiempo, decenas de países están anunciando las benéficas consecuencias del establecimiento de los planes de desarrollo mundiales patrocinados por China, conocidos como “Nueva Ruta de la Seda y la Franja”, y que son los míticos fondos de prosperidad, en acción.
La noticia de la semana pasada de que el Banco de Infraestructuras Asiático ha comenzado a colaborar con el Banco Mundial prueba que esto está ya sucediendo y…
es la causa de los intentos por parte de los piratas sionistas de provocar una guerra: ¡quieren impedirlo!
¿Lo Entendéis?
De momento, Trump parece completamente abducido por los sionistas pero al mismo tiempo hay fuerzas benefactoras pugnando por evitar la guerra y lanzar la Era de la Prosperidad para la Humanidad. ¡Es emocionante!
Sería muy bueno que vierais este resumen de una reciente conferencia de la Fundación Larouche a la que fueron invitados diplomáticos chinos y rusos, y con intervenciones (grabadas) de diputados norteamericanos.
A mediados del mes de mayo hay una reunión trascendental a la que está invitado Trump, donde se puede dinamizar este proceso que nos devolvería, literalmente, la vida.
Ved el vídeo y difundirlo: esta es nuestra salvación.
(Debes ver este vídeo en español)
Las aspiraciones chinas de reactivar una antigua ruta comercial que se extendía de Asia a Europa podrían dejar una herencia económica mayor que el Plan Marshall o la ampliación de la Unión Europea según un nuevo análisis.
Denominado ‘Un cinturón, una ruta’, el plan de construir líneas férreas, autopistas y puertos aumentará el estatus de poder blando de China al difundir prosperidad económica en una época de mayor incertidumbre política tanto en los EE.UU. como en la UE, según Stephen L. Jen, CEO de Eurizon SLJ Capital Ltd., que calcula para el proyecto un valor de US$1,4 billones.
También fortalecerá los lazos comerciales y contribuirá a internacionalizar el yuan conforme los bancos abran sucursales a lo largo de la ruta, según Jen.
“Este es el ejemplo por antonomasia de un acontecimiento geopolítico que probablemente sea trascendental para la economía mundial y el equilibrio de poder político a largo plazo”, señaló Jen, execonomista del Fondo Monetario Internacional.
La Ruta de la Seda del Cinturón Económico, que llega de Oriente a Occidente, se extenderá del centro de Asia hasta Europa, y la Ruta de la Seda Marítima unirá las rutas marítimas con el sudeste asiático, Oriente Medio y África.
Si bien las autoridades chinas no califican la Ruta de la Seda de nuevo Plan Marshall, eso no impide las comparaciones con el esfuerzo de los EE.UU. para reconstruir Europa occidental después de la II Guerra Mundial.
Jen calcula que el Proyecto Un cinturón, una ruta, que podría incidir en 64 países, 4.400 millones de personas y alrededor del 40 por ciento de la economía mundial, tendrá doce veces la magnitud del Plan Marshall en términos absolutos de dólar.
China podría invertir el 9 por ciento del producto interno bruto –aproximadamente el doble del impulso estadounidense a la Europa de posguerra en esos términos-.
“El Proyecto Un cinturón, una ruta, desde el punto de vista de su magnitud, podría ser varias veces más grande y más ambicioso que el Plan Marshall o la ampliación europea”, dijo Jen.
No todo son ventajas. Emprender un plan expansivo como este inevitablemente correrá el riesgo de que haya corrupción, demoras en los proyectos y oposición local.
Los proyectos financiados por los chinos con frecuencia se toparon con problemas en el pasado, en especial en África, y no hay garantías de que las posibles naciones receptoras levanten la mano para recibir ayuda.
Por otra parte, para reactivar esa ruta hará falta financiamiento durante un período de desaceleración del crecimiento y aumento de los préstamos en mora en los bancos del país.
Enviar dinero al exterior cuando se lo necesita en el país podría no tener un atractivo perdurable.
Sin embargo, al menos China tiene un plan.
“El hecho de que este sea un plan a treinta o cuarenta años es notable, ya que China es el único país con un plan de desarrollo a largo plazo, y esto pone de relieve la política de largoplacismo de China, en contraposición al predominio del cortoplacismo en gran parte de Occidente”, apuntó Jen.
Y esa es una postura que tiene todas las de ganar en lo que hace al poder blando.
El Proyecto Un cinturón, una ruta podría ser un gigantesco ejercicio de relaciones públicas que podría obtener apoyo de los gobiernos y el público de esos países”, agregó.
¿Pesadilla para EE.UU.? China ofrece aprovechar las oportunidades de la Ruta de la Seda
"Un cinturón, una ruta", se dirigió el ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, a todos los países del mundo en una conferencia de prensa en la Asamblea Popular Nacional de China, informa el rotativo ''.
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- marzo 16º, 2016
Se trata del nuevo Cinturón Económico de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima de la Seda del siglo XXI, proyecto que tiene como fin la creación de un corredor de transporte, energía y comercio entre los países de Asia y Europa.
Va dirigido a intensificar la cooperación científico-técnica y profundizar la colaboración económica entre los países.
Además, fueron anunciados los resultados de la construcción.
Así, el número de participantes en el proyecto va en aumento.
Actualmente, más de 70 países y organizaciones internacionales han expresado su interés en dicha cooperación y más de 30 países firmaron un acuerdo con China.
Además, el problema de la financiación del proyecto ya está resuelto, señala el rotativo: el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura que se ha encargado del proyecto.
¿Cuáles son los primeros resultados?
La construcción de un corredor económico entre China y Pakistán y de un corredor de transporte entre China, Mongolia y Rusia significa que se han alcanzado los primeros resultados importantes en lo referente a la financiación de la infraestructura, y en el campo humanitario.
Además, se realiza la construcción de una vía férrea entre Hungría y Serbia, así como el ferrocarril que conectará Yakarta con Bandung (Indonesia).
Además, pronto aparecerán muchas otras líneas de ferrocarril Transasiático, que conectarán a China con Laos y Tailandia con China.
Jaeho Hwang, profesor de la Universidad de Estudios Extranjeros de Hankuk considera que debido a la iniciativa de "un cinturón, una ruta", la diplomacia china será capaz de lograr mucho.
Los resultados alcanzados contribuirán a una aplicación eficaz de la diplomacia china respecto a los países vecinos, señala.
Según el rotativo, un país abierto y tolerante llama a todo el mundo a que se aprovechen "del tren del desarrollo económico de China", y activamente crea todas las condiciones necesarias para lograr este objetivo.
Una muestra de ese avance se evidenció el 15 de febrero, cuando el primer tren de mercancías que conecta a China con Irán llegó a Teherán después de recorrer más de 10.000 kilómetros.
Las autoridades de Transporte de la República Islámica de Irán señalaron además que el trayecto del tren no va a terminar en Teherán, sino que continuará hasta Europa.
"El siglo XXI será chino"
Según el analista Pepe Escobar, este proyecto es mucho más ambicioso y potencialmente tiene un alcance superior al famoso plan Marshall, el proyecto más importante de EE.UU. para la reconstrucción de los países europeos después de la Segunda Guerra Mundial.
Escobar indica que China hizo oficial un cambio geopolítico trascendental.
A partir de ahora, Pekín dejaría de tratar a EE.UU. o la Unión Europea como su principal prioridad estratégica y se reorientaría hacia sus vecinos asiáticos y los países miembros del BRICS (con un enfoque especial en Rusia).
En 2013 Pekín lanzó un ambicioso proyecto para la creación de la nueva Ruta de la Seda, por lo que creó el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura con un capital de 100.000 millones de dólares y el Fondo Vial de la Ruta de la Seda, entre otros, para la financiación de una impresionante infraestructura que nacerá en gran parte desde cero para conectar China con Asia Central, Oriente Medio y Europa Occidental.
RT