Solo hace falta saber interpretar los hechos de la forma adecuada, para poder sacar enseñanzas que después podemos aplicar a modelos mucho más grandes e importantes.
Es el ejercicio que se hace a continuación, esperando que todas las reflexiones que se desgranan, les resulten tan útiles, como lo han sido para el propio Robot Pescador.
Y es que este es un artículo basado en la experiencia de administrar este blog, que puede resultarles de lo más revelador a los lectores habituales.
Porque resulta que analizando el propio modelo de funcionamiento del Robot Pescador, y especialmente del espacio de comentarios, podemos inferir cuáles son los principios fundamentales que rigen la relación de poder en el mundo, entre las élites gobernantes y el resto de la población.
Antes de continuar, sin embargo, vamos a dejar algunos aspectos claros.
Lo primero que debo advertir es que este va a ser un artículo de una honestidad brutal.
Y como irán percibiendo a medida que vayan leyendo, este acto de honestidad, no necesariamente tiene que ser positivo para los intereses del Robot Pescador. Incluso algunos de ustedes acaben pensando que es un artículo excesivamente honesto y que el administrador ha decidido dispararse un tiro en el pie.
Un segundo aspecto que cabe aclarar, es que en el artículo se hablará abstractamente del “Robot Pescador”, el “administrador del Blog” o del “administrador del Robot Pescador”, y se escribirá en primera persona del singular, a pesar de no dejar claro si el blog es gestionado por una sola persona o por varias. La duda al respecto, seguirá en pie, por deseo expreso del administrador del blog.
Tercer aspecto a destacar: en este artículo se hablará mucho del espacio de comentarios. Sin embargo no hablaremos ni sobre los comentaristas, ni sobre sus opiniones, ni sobre sus intenciones, porque como concluiremos al final del artículo, son totalmente irrelevantes.
Hablaremos sobre el ejercicio del poder, de las élites que gobiernan el mundo, su poder sobre nosotros y el papel real que creemos que tiene la población y especialmente los medios alternativos o conspirativos.
Así pues, si alguien esperaba diatribas sobre los comentaristas, críticas encendidas o una guerra al respecto, siento decepcionarlos: la cosa no va por aquí, ni mucho menos…es peor aún.
Y ahora, una vez aclarados estos aspectos, vamos al grano.
¿CUÁL ES LA GÉNESIS DE ESTE ARTÍCULO?
Las reflexiones que iré exponiendo a continuación, se han ido fraguando en la observación continuada del espacio de comentarios, su contenido, la interacción entre el administrador del blog y sobretodo, en la percepción, desde el punto de vista del administrador del Robot, de las intenciones que se pueden intuir en los comentaristas.
Desde la posición de dominio del administrador, da la sensación de que entre los comentaristas, hay personas que simplemente entran a exponer sus puntos de vista, intentando convencer a los demás mediante el diálogo; hay personas que parecen buscar una exhibición de su intelecto o sus teorías; otros que parece que no saben lo que dicen, algunos fanatizados ideológicos con obsesiones compulsivas y finalmente, un pequeño y reducido grupúsculo de gente, bastante activo y agresivo, que da la sensación de que solo tiene el objetivo de poner en duda el discurso del blog y que si estuviera en su mano, lo harían cerrar.
Pero como indicaba antes, no analizaremos la posición de nadie ni daremos nombres, puesto que todas las posturas son legítimas y responden a los criterios e intereses de cada uno.
La clave está en que, tras observar todas estas posturas y actitudes de los lectores, y el análisis del efecto final que tienen sobre el administrador del Robot, uno deduce la existencia de paralelismos evidentes entre el propio blog del Robot Pescador y el sistema en el que vivimos.
Y lo que he deducido, no me ha gustado en absoluto.
No me ha gustado por el rol que adquiere el propio Robot Pescador, pero sobretodo, no me ha gustado ver la posición de los comentaristas, que de hecho, representan en el mundo real, la posición que tiene el propio blog del Robot Pescador respecto las élites gobernantes.
Porque, paradójicamente, resulta que la posición que tengo como administrador del blog, en lo referente al poder que tengo sobre el propio blog, es análoga a la que tienen las élites dominantes en el mundo real.
Vamos a desgranarlo más detalladamente y verán que la cosa tiene más juego de lo que parece a primera vista.
EL PARALELISMO ENTRE EL ROBOT PESCADOR, SUS COMENTARISTAS Y EL SISTEMA EN EL QUE VIVIMOS
Supongamos por un momento, que la web del Robot Pescador, es un sistema cerrado y autocontenido, como lo es el sistema que nos rodea. Es decir, supongamos que no hubiera ningún blog más al que acudir, de la misma manera que en el mundo en el que vivimos, no podemos acudir a una realidad alternativa social y económica, porque estamos atrapados en el sistema establecido, aunque no queramos.
Resumiendo: supongamos que el blog del Robot Pescador, es un reflejo del sistema.
Estableciendo este paralelismo, concretemos los roles que podemos encontrar en el blog y su correspondencia con el mundo real…
A-El Administrador del Robot Pescador, representaría a las élites que dominan el mundo y que configuran continuamente, la realidad en la que vivimos. En este caso, los artículos escritos por el Administrador y asimilados por los lectores, serían la narrativa de esa realidad dibujada cada día por estas élites.
B-Los lectores del blog, es decir, los que leen los artículos, serían los ciudadanos que asimilan el discurso generado por las élites, como la verdad que rige sus existencias.
C-Los comentaristas que vuelcan sus opiniones en el espacio de comentarios, representarían a esa parte de la ciudadanía que se lanza a opinar sobre la realidad generada por las élites, tanto a favor como en contra, con la intención de modificar o corregir, el discurso que configura la realidad del sistema.
Por lo tanto, las personas que comentan en el espacio de comentarios, serían el reflejo de lo que en el mundo real, serían los medios de comunicación, tanto los oficiales como los alternativos, así como los activistas e intelectuales y todas aquellas que de una u otra forma, se expresan e intentan actuar para criticar el mundo en el que vivimos.
Lo más curioso y paradójico del asunto, es que, de entre todos los comentaristas del blog del Robot, todos aquellos que atacan el mensaje del Robot de forma más encarnizada, es decir, aquellos que entran con la intención manifiesta de contrarrestar el discurso del Robot y que querrían que el blog modificara su línea o hasta querrían cerrarlo, todos esos, son la representación de lo que en el mundo real es el propio blog del Robot Pescador y los demás medios alternativos de carácter similar.
Por lo tanto, si hacemos caso del paralelismo detectado, la actuación de estos comentaristas en concreto y del efecto que tienen sobre el discurso del blog y sobre su Administrador, es análoga a la que tienen tanto el Robot como los otros medios alternativos y conspirativos similares, sobre la realidad generada por las élites dominantes.
Una vez establecidos los paralelismos entre la web y el sistema, vamos a analizar qué mecánicas de poder se establecen entre el Administrador del Blog, los comentaristas y los lectores en general…y veremos que, desgraciadamente, parecen ser un reflejo bastante fidedigno de las dinámicas de poder entre las élites y las personas de la calle como nosotros.
Para poder hacerlo, hace falta que antes los lectores conozcan cuál es el poder que tiene el Administrador de un blog como el Robot Pescador.
EL PODER DEL ADMINISTRADOR Y EL PODER DE LAS ÉLITES GOBERNANTES
Para empezar, yo como Administrador, decido lo que publico, cuando lo publico y cómo lo presento. Y una vez publicado, tengo la potestad de complementarlo, añadir nuevos elementos, borrar posibles errores o modificar en general, el contenido de los artículos.
Es decir, yo controlo la publicación en todo momento y los lectores, no pueden hacer nada al respecto.
Lo peor del asunto, pero, es que si el Administrador quiere, también puede alterar el contenido de los artículos ya escritos con anterioridad, por más antiguos que sean y alterarlos a conveniencia para que coincidan con el discurso actual, si es conveniente.
Por ejemplo, si en el pasado escribí alguna cosa que entra en aparente contradicción con lo que diga ahora, podría reescribir tramposamente el contenido de los anteriores articulos y decir “yo ya lo dije” (cosa que en este blog no se hace por principios, tal y como muy amablemente se encargan de demostrar algunos de los detractores más rabiosos del blog, que rebuscan ávidamente en anteriores artículos para poner de relieve errores o acusar al Robot de cambiar presuntamente su discurso).
Así pues, si acudimos de nuevo a los paralelismos que hemos dibujado, eso significa que el Administrador del Robot, que encarna a las élites gobernantes, controla como y cuando quiere el discurso que recibe el lector, lo que en el mundo real, equivaldría a que las élites gobernantes, pueden ir configurando la realidad como les de la gana y en el momento que les de la gana.
De la misma manera que yo puedo alterar el contenido de los artículos antiguos y reescribirlos a mi conveniencia (cosa que solo puedo hacer yo y no los lectores), estas élites gobernantes, también pueden alterar el discurso pasado, es decir, la HISTORIA y alterar su narrativa a conveniencia, de manera que cuando alguien repase la historia, se encuentre con la historia que a ellos más les convenga a cada momento.
Así pues, tanto el Administrador del blog como las élites gobernantes, no solo controlan lo que se publica ahora, sino que encima pueden reescribir el pasado; y de la misma manera que como Administrador del blog, sé lo que publicaré mañana y los lectores no tienen ninguna pista al respecto, las élites también pueden estar diseñando nuestro futuro, sin que apenas tengamos la más mínima pista al respecto.
Ante este control total del presente, el pasado y el futuro del blog, a los lectores solo les queda la opción de denunciar mis posibles malas prácticas en el espacio de comentarios, para mostrarle a los otros lectores, la posible manipulación que yo pueda hacer como Administrador…algo que como veremos más adelante, resulta ser una actividad totalmente irrelevante.
Otra atribución que yo tengo como Administrador del blog y que ustedes, como lectores, no tienen ni por asomo, es la referente al conocimiento de todos los datos de funcionamiento de la web.
Como Administrador sé donde está todo, tengo los datos de participación en el blog, el número de visitantes, qué artículos tienen más o menos aceptación, de donde proviene el tráfico, sé como subir los artículos, como alterar los textos, puedo manipular las fotos y las imágenes para conseguir los efectos deseados…De hecho, hay elementos y datos en el blog que la mayoría de lectores no saben ni que existen (la mayoría de ellos supérfluos). Es decir, como Administrador, sé cosas que los lectores desconocen por completo, y que solo pueden deducir si han manejado un blog o una web.
Y eso es exactamente lo que las élites gobernantes pueden hacer con la realidad que nos rodea: tienen todos los datos que les hacen falta y una capacidad de “edición de la realidad” muy superior a la de cualquiera de nosotros.
Pero el elemento que me ha hecho escribir este artículo y que realmente pone los pelos de punta, es la relación de poder y dominio que se establece entre los lectores que entran a comentar y el Administrador del blog, que es análoga a la que hay entre los ciudadanos, los periodistas, los medios alternativos y las élites dominantes.
Sé que lo que diré les sonará muy duro y puede resultar desagradable, pero es la pura realidad: ustedes pueden comentar en este blog, simple y llanamente, porque a mi me da la gana.
Por favor, no interpreten esto ni como una amenaza encubierta, ni como una chulería prepotente, porque realmente, como Administrador, me encanta que todo el mundo pueda comentar libremente y sin tapujos, aunque muchos de ustedes se muestren en contra de lo que se publica.
Pero la realidad es esta y no debe esconderse: yo como Administrador, puedo controlar el espacio de comentarios como quiera y cuando quiera, de la misma manera que en la realidad, las élites gobernantes pueden controlar como quieran a la opinión pública, los críticos o la disensión en cualquiera de sus expresiones.
Si seguimos fijándonos en las capacidades que tiene el Administrador del blog, verán los paralelismos evidentes.
En este momento, en el Robot Pescador, ustedes pueden comentar libremente, sin restricciones.
Pero el Administrador podría imponer todo un paquete de restricciones con un par de clics de ratón…
-Podría obligarles a identificarse para comentar.
-Podría imponer que cualquier tipo de comentario en el blog, tuviera que ser aprobado por mi previamente y por lo tanto, anular cualquier comentario que me resultara molesto.
-En la versión más light de la restricción anterior, podría permitir que se comentara sin tener que aprobar los comentarios uno por uno, pero imponiendo que solo se publicaran los comentarios de las personas que tuvieran comentarios aprobados por mi con anterioridad, lo que equivaldría a permitir que solo comentaran los afines a mi mensaje.
-Podría impedir que determinadas personas comentaran en el blog, bloqueándolas específicamente. Es decir, podría anular los elementos molestos de forma específica, tal y como en determinados regímenes se hace desaparecer al opositor o al rebelde.
-Y finalmente, siempre me queda la opción final de cerrar el espacio de comentarios cuando quiera y que nadie pueda expresar sus opiniones en el blog, de forma temporal o permanente, lo que en el mundo real, equivaldria a una dictadura férrea.
Por lo tanto, si hacemos caso al paralelismo que hemos establecido entre el blog y la realidad del sistema, tenemos que las élites pueden hacer exactamente lo que les venga en gana con nuestro derecho a la opinión o la protesta.
Tienen todos los ases en su mano.
Es decir, si nosotros protestamos o denunciamos a las élites gobernantes, no es porqué nosotros tengamos el poder de hacerlo, sino porque ellos nos permiten hacerlo.
Y punto.
Esto encaja con una pregunta que como Administrador del blog vengo haciéndome desde hace tiempo y que ha sido uno de los aspectos que han generado todas estas reflexiones.
Cada vez que en el espacio de comentarios encuentro a esos comentaristas que tan rabiosamente acusan al blog de todos los males y que parecen creer que con ello están alterando la narrativa del Robot, pienso, (no sin desconcierto): “si tanto daño se creen que me hacen ¿por qué nunca se preguntan por qué les dejo comentar sin restricciones?”
Como Administrador, he llegado a la conclusión de que no se hacen esta pregunta porqué no quieren escuchar la respuesta por ser demasiado incómoda, de la misma manera que nosotros no nos hacemos esta pregunta en relación a lo que sucede en el mundo real.
Y es que en la realidad del sistema actual, la pregunta incómoda que nadie quiere hacerse es: “¿por qué nos dejan opinar, denunciar y protestar con tan aparente libertad?”
Y la respuesta es tan dura como evidente: porque no importa lo que digamos. No importa en absoluto. Somos totalmente irrelevantes.
De hecho, puede ser que incluso les interese que protestemos, denunciemos y nos peleemos entre nosotros. Porque hacen negocio con ello. Nuestras peleas, disensiones y desacuerdos constantes, les generan ganancias que no somos capaces de valorar. La discusión, el enfrentamiento, la pelea, la polémica, generan dinámicas que mantienen en pie al sistema. La élite siempre sale ganando, hagamos lo que hagamos, en cualquier circunstancia.
Volvamos al paralelismo entre el blog del Robot y la realidad del sistema.
Quizás algunos de los lectores que entran a comentar, se han generado la ilusión de que tienen alguna influencia en el discurso o el devenir del blog.
Pero eso no es cierto, por una razón muy simple: el único que puede publicar artículos, (que a la hora de la verdad es lo que la gente lee y se distribuye en las redes sociales), es el Administrador del Blog.
Los comentaristas pueden chillar, ponerse histéricos, desgañitarse, pasarse todo el día comentando, pueden injuriar, insultar, poner diez mil enlaces o copiar y pegar todos los textos que les de la gana, así como acusar al Administrador del blog de lo que les pase por la cabeza.
Hagan lo que hagan, siempre se hará lo que decida el Administrador a cada momento. Y punto.
En el sistema en el que vivimos, sucede lo mismo: podemos protestar, manifestarnos, denunciar, montar debates, votar, crear partidos políticos, tendencias, corrientes…pero a la hora de la verdad, los que deciden realmente, lo hacen con independencia total de lo que nosotros digamos.
De hecho, no es necesario ni que sepan lo que decimos. Pueden ignorarnos por completo.
Total, ¿qué podemos hacer? Somos como perros cerrados en jaulas, que solo podemos ladrar, ladrar y ladrar, sin hacer nada más que eso. Nos pueden dejar cerrados, a la intempérie, montarnos en camiones y llevarnos de un lugar a otro, o confinarnos en una perrera y si ladramos demasiado y acabamos siendo demasiado molestos, pueden sacrificarnos de un tiro.
Y nosotros, solo podemos ladrar.
Esta es la dura realidad.
Pero disculpen ustedes: si seguimos con los paralelismos entre el blog del Robot y la realidad, resulta que las cosas aún son peores de lo que parecen…
EL AUTOENGAÑO ENDOGÁMICO
Y es que resulta que los propios comentaristas, se creen que el espacio de comentarios en el que tan ávidamente participan, es mayoritario e influye en los pensamientos de los otros lectores del blog.
Y eso dista bastante de la realidad.
La casta formada por los comentaristas, se crea la ilusión de que es influyente, de la misma manera que las personas que se mueven para provocar cambios sociales, que entran en política, que practican el activismo o que forman parte de los medios de comunicación o de los medios alternativos, sobredimensionan su influencia real sobre el resto de la sociedad.
Esa es una ilusión endogámica, que parte del hecho de relacionarse casi exclusivamente con personas como ellos, lo que les lleva a crearse la fantasía de que “ellos son el mundo”.
Pero no es así y el propio blog del Robot es un exponente de ello.
Como ejemplo, les diré que el total de comentaristas que hay en el Robot Pescador, representa un número bastante inferior al 1% del número total de lectores. Es decir, hay más de un 99% de lectores del Robot, que simplemente, no comentan y no participan en los debates del espacio de comentarios. No comentan nunca. De hecho, se intuye que muchos de ellos, por no decir la mayoría, ni tan solo se leen los comentarios.
Los propios datos parecen indicarlo así. Cuando en el Robot se han realizado encuestas o votaciones sobre algún tema de actualidad, el resultado de las encuestas divergía claramente de lo que podía intuirse, si se creía que las opiniones de los comentaristas reflejaban la opinión de la mayoría de lectores.
Dicho de otra manera: los comentaristas no solamente son pocos, sino que por regla general, no representan el sentir mayoritario de los lectores, que encima, parecen ignorarlos en gran medida.
En la realidad, parece que sucede lo mismo.
Los intelectuales y académicos que escriben libros para influir, para provocar cambios sociales, los activistas, los manifestantes, los periodistas opinadores y los medios alternativos que denuncian las malas prácticas de las élites, no solamente no pueden cambiar nada de forma real y tangible, sino que encima, tienen mucha menos influencia sobre la mayoría de gente de la que ellos querrían creer.
Y encima, son cuatro gatos.
Como comprenderán, aceptar esto es doloroso cuando uno forma parte de medios alternativos, como es este mismo blog: no influimos en nada, no cambiamos nada y en realidad, no nos hace caso prácticamente nadie.
Pero aún hay un elemento más incómodo…
EL ENGAÑO DE LA FALSA DEMOCRACIA
Y es que, como Administrador del Robot, me he generado la ilusión de que el Robot Pescador es un espacio abierto, dotado de libertad de expresión y donde la gente comenta libremente y sin restricciones.
Aquello que de forma simplista algunos denominarían “un espacio con valores democráticos”.
Pero eso resulta ser una falacia, como lo es la presunta democracia y la libertad de expresión en el mundo real.
Aunque el Administrador del blog permita que la gente comente con libertad y sin restricciones, en el fondo sigue siendo un tirano y sigue disponiendo de poderes absolutos.
Si yo, como Administrador del Robot, sigo conservando la capacidad para, en un momento determinado, limitar el espacio de comentarios como yo quiera, perseguir a los que me lleven la contra o directamente impedir que se comente, sin que los lectores puedan hacer nada para impedirlo, eso significa que la libertad de expresión de los lectores, depende de mis designios y no de los suyos.
Y eso es un disparate: la libertad de expresión siempre debe ser una conquista y nunca una concesión del poder.
Por lo tanto, un blog donde el Administrador tiene el poder absoluto, aunque no lo use y aunque permita la libertad de expresión, no es más que una tiranía encubierta, con un poder absoluto latente.
Solo podría ser realmente abierto y “democrático” si los lectores pudieran impedir que el Administrador controlara a voluntad el espacio de comentarios. Pero eso no es así.
En la realidad del sistema que nos rodea, sucede lo mismo. Podemos votar, protestar o expresarnos con aparente libertad, pero solo porque nos dejan hacerlo. El poder nos concede amablemente esa posibilidad. Y el mismo poder nos la puede arrebatar cuando quiera.
Y les aseguro que este poder latente, está muy presente en todo lo relativo a la Administración del blog.
Como Administrador, es un “alivio” saber que si las cosas se complican demasiado, siempre podré eliminar al comentarista incómodo, o limitar, o directamente cerrar, el espacio de comentarios si las cosas se ponen feas, sabiendo que nadie me lo podrá impedir.
Esta debe ser la sensación de tranquilidad de las élites más poderosas: saber que en todo caso, en última instancia, siempre les queda el recurso al “mando y ordeno”.
Esto significa que cuando nos dejan expresarnos, es porque en el fondo, juegan con nosotros.
EL SISTEMA NO CAMBIA NUNCA
Otra conclusión a la que se puede llegar estableciendo estos paralelismos, es que en el fondo, no importa si los Administradores del blog son una sola persona o varias. Las dinámicas de poder respecto a los lectores, permanecen inalterables.
Supongamos por un momento, que la Administración de la web está formada por algo parecido a una redacción, compuesta por varias personas, con criterios no solo diferentes, sino enfrentados, que discuten entre sí por decidir qué linea editorial tomará la publicación.
Esto sería lo correspondiente a que las élites gobernantes se pelearan entre sí y tuvieran una guerra encendida por decidir el rumbo del mundo que controlan (¿les suena de algo?).
Si seguimos con el paralelismo del blog, veremos que, con independencia de si se pelean o de si están unidos, y con independencia de cuál de ellos se imponga, el lector sigue ocupando la misma posición, albergará el mismo poder e interpretará el mismo rol.
Ciertamente, dependiendo de quien tome las decisiones como Administrador del blog, cambiará la narrativa o incluso cambiará la forma de participación de los lectores en el espacio de comentarios, con más o con menos restricciones.
Pero la realidad narrativa, la seguirá editando el Administrador, con poder absoluto, con independencia de lo que digan o hagan los lectores o los comentaristas.
Y esto confirma lo que venimos denunciando en el Robot y en la Gazzetta desde hace tiempo: en realidad, para el “ciudadano de la calle”, no importa quien gane en las guerras intestinas entre las élites.
El sistema es el mismo, el dominio es el mismo, aunque de forma aparente parezca cambiar más o menos, desde el punto de vista limitado del lector, es decir, del ciudadano.
EL ESPEJO DEL MUNDO CONSPIRANOICO
Pero si hay un paralelismo realmente curioso entre el Robot Pescador y el sistema, es el reflejo sorprendentemente fidedigno que el mundo de las teorías de la conspiración y los medios alternativos produce en el espacio de comentarios.
Resulta que en el espacio de comentarios del Robot, se reflejan nítidamente todos los defectos y actitudes paranoides del espacio conspirativo.
Y les puedo asegurar que visto desde la posición de dominio del Administrador del blog, lo que se observa es tan patético y ridículo, que más de una vez me ha provocado la carcajada.
Como ustedes ya saben, el Robot Pescador es un blog publicado de forma anónima. El Administrador del blog, sea una sola persona o un equipo de personas, se mantiene oculto de forma premeditada, por una simple cuestión de comodidad y seguridad personal, tal y como también aconsejo que hagan los lectores, al menos mientras puedan.
La cuestión es que los lectores no conocen la identidad del Administrador del blog, de la misma manera que nadie conoce exactamente la identidad real de las élites que gobiernan el mundo.
Nadie parece poder determinar con exactitud cuántos son, quienes son, ni de donde proceden.
Solo podemos elucubrar sobre su identidad y sobre sus planes, a través de las informaciones que nos ofrecen los investigadores, los activistas o los teóricos de la conspiración.
Este mismo desconcierto lo podemos ver reflejado en el espacio de comentarios del Robot, donde los detractores más encarnizados, y que vendrían a representar a los medios alternativos en el mundo real, van dando palos de ciego y elaborando las más variopintas y ridículas hipótesis sobre la identidad del Administrador y los presuntos intereses a los que éste sirve, según sus esperpénticas teorías.
Por poner un ejemplo, en referencia a los presuntos “intereses que defiende” el Administrador del Robot Pescador, se me ha tildado de ser pro-ruso, anti-ruso, sionista, de trabajar para George Soros, Hillary Clinton, el Vaticano, de ser Iluminati, de trabajar para El Periódico, el País, el Grupo Prisa, de ser ateo, de ser Cartaginés (aún no me recuperado de esta, ja, ja)…
Y en cuanto a la identidad del Administrador, los “comentaristas conspiranoicos” han especulado con que solo hay una persona llevando el Robot, que somos un equipo de personas, que soy Fernando Conde Torrens, que soy una mujer y vete a saber qué memeces más…
Claro, como Administrador del blog que asiste a este espectáculo lamentable desde las alturas y conociendo los entresijos reales, les puedo decir que no solo dan palos de ciego, y se montan teorías a cada cual más absurda, sino que no son conscientes, ni por asomo, del nivel de ridículo estrepitoso que muchos de ustedes están haciendo.
De verdad, si se vieran a si mismos desde fuera y supieran la verdad, sentirían tanta vergüenza que querrían fundirse.
Lo peor del asunto, es que todas estas elucubraciones basadas en la falta de información y en un exceso de celo conspirativo por parte de los comentaristas, aboca a una sensación de profunda incomodidad al propio Administrador del blog, pues ve en ellos el reflejo de su propia actividad como bloguero conspirativo en el mundo real.
Al ver el nivel de esperpento absoluto al que llegan algunos de los comentaristas, como Administrador te preguntas: “Madre mía, ¿y qué ridículo estarán haciendo el Robot y webs similares a la hora de elucubrar sobre los planes de las élites o sobre su identidad? ¿El Robot Pescador és tan irrisorio como los comentaristas que elucubran sobre la Administración del blog?”
Me gustaría responder que “no, de ninguna manera”…pero ese es el problema: me gustaría responder eso…
Pero el patetismo conspirativo no termina aquí.
Otro aspecto curioso que establecen todos estos paralelismos entre el blog del Robot y el sistema, reside en la paranoia retroalimentada referente a la identidad de los otros comentaristas.
Resulta que los propios comentaristas del Robot, sospechan los unos de los otros y de la misma forma que elucubran a ciegas sobre la identidad del Administrador y sobre sus posibles intereses o planes, también elucubran a ciegas sobre la identidad de los demás comentaristas.
Así, se han creado múltiples teorías de la conspiración en el propio espacio de comentarios.
Entre ellas, proliferan especialmente aquellas que acusan a los comentaristas que no atacan el discurso del blog, de ser el propio Administrador, que de forma encubierta, crea perfiles falsos para apoyarse a sí mismo y manipular el espacio de comentarios.
Claro, desde la posición del Administrador, que sabe la verdad, estas elucubraciones ridículas provocan vergüenza ajena. De nada servirá que les prometa que jamás he hecho algo como eso y que no me hace falta hacerlo. Pero de hecho tampoco me esfuerzo en desmentirlo: es mas divertido que se crean sus propias tonterías y asistir al circo que se han montado dentro de sus cabezas.
Pero claro, cuando se vuelve al paralelismo entre el blog y la realidad del sistema, eso nos lleva a concluir que realmente, desde las élites dominantes, se deben reir a mandíbula batiente cuando leen sobre las diferentes teorias de la conspiración y la cantidad enorme de burradas que debemos estar diciendo.
Y entonces, lo que es burla y escarnio de los memos que no saben lo que dicen, se convierte en sonrojo ante los posibles disparates que podemos estar soltando unos y otros.
La cuestión es que este nivel de paranoia que podemos encontrar en el espacio de comentarios, es un reflejo diáfano de la forma de actuar de los medios alternativos que defienden y difunden teorías de la conspiración. Ustedes mismos pueden ver como se acusan (nos acusamos) los unos a los otros, de servir a determinados intereses o de formar parte de vete a saber qué conspiraciones.
Y lo hacemos a ciegas, interpretando presuntos datos que muy probablemente, nosotros mismos distorsionamos con nuestros prejuicios.
Sin embargo, y a pesar del ridículo que hacen estos comentaristas del Robot que sospechan de todo y de todos, resulta que sus sospechas tienen mucho sentido, aunque no estén acertadas en el caso concreto del Robot Pescador.
Efectivamente, como Administrador del blog, podría entrar en el espacio de comentarios creando los perfiles que quisiera y tratar de manipular el discurso, generando corrientes o discusiones a conveniencia. Podría crear personajes ficticios que lideraran facciones, a favor o en contra del discurso del blog y manipularlo todo a cada momento.
Por lo tanto, es lógico que sospechen los unos de los otros, puesto que es difícil saber a qué intereses obedece cada uno.
Y en ese sentido, como Administrador del Robot Pescador me siento totalmente identificado por mi forma de pensar, con aquellos que me acusan de actuar de forma encubierta en el espacio de comentarios, aunque no acierten ni una y rocen el más espantoso de los ridículos con algunas de sus afirmaciones.
Pero si seguimos con los paralelismos entre lo que vemos en el Robot Pescador y la realidad, resulta que las cosas vuelven a ser aún peores de lo que parecían a primera vista.
Como he dicho, alguna gente sospecha erróneamente (pero lógicamente) que el Administrador del blog actúa con nicks falsos en el espacio de comentarios, algo que como reitero, no he hecho.
Y esto nos lleva a una nueva y aún más inquietante conclusión: no lo he hecho, porque aparte de que actitudes como estas contradicen mis valores, lo cierto es que tampoco he necesitado hacerlo.
No hace ninguna falta intervenir en el espacio de comentarios para manipularlos, a no ser que lo hagas por la diversión de polemizar.
Y esta sí es una conclusión terrible.
Resulta que mi propia experiencia como Administrador del blog, me ha puesto ante la evidencia de que ni tan solo necesitas manipular a los comentaristas para hacer lo que te dé la gana; algo que a priori, resulta anti-intuitivo para personas con una mentalidad conspirativa.
Las personas con una mentalidad conspirativa (y por lo tanto, algo paranoide), tendemos a creer en una intervención constante de las élites para manipularnos y conducirnos.
Pero los paralelismos que he visto entre el funcionamiento del Robot y el sistema, me han hecho darme cuenta de que es innecesaria tanta intervención.
El propio espacio de comentarios genera de forma natural todos los discursos que necesita el blog para crear las dinàmicas que generan tráfico, polémica y participación, entreteniendo a los lectores y a los comentaristas, a la vez que el blog como sistema, sigue intacto y funcionando como si ellos no estuvieran ahí.
Les prometo que llegar a esta conclusión, me ha sorprendido especialmente, porque va en contra de mis propios apriorismos; y a la vez, me ha decepcionado y me ha acojonado, hablando en plata.
Resulta que los conspirativos y los medios alternativos, no solo somos irrelevantes, sino que encima el caos que generamos al intentar luchar contra el sistema, solo nos afecta a nosotros, en un sistema cerrado y autocontenido y provoca hilaridad en los que ostentan el poder (si es que alguno de ellos se decide a hacernos caso).
Por lo que se intuye, ni tan solo necesitarían agentes infiltrados para manipularnos desde dentro.
Si atendemos a todos estos paralelismos entre las élites dominantes y el Administrador del blog, e intentamos trasladar la actuación del Administrador a la posible actuación de las personas con poder, podemos concluir que, de facto, las personas con poder son invulnerables, porque la propia configuración del sistema y las estructuras de poder derivadas los protegen; Y que en todo caso, el único punto débil que tienen, se puede abrir parcialmente si obedecen a sus impulsos y debilidades humanas: el orgullo, la vanidad, la soberbia, o algún sentimiento propio de lo que es justicia o injusticia.
Por ejemplo, los lectores del espacio de comentarios, habrán visto alguna vez al Administrador del Robot enzarzarse en discusiones con algún comentarista.
Y puesto que estamos estableciendo todos estos paralelismos de la forma más honesta posible, podemos también analizar a qué responden estas intervenciones en el espacio de comentarios por parte del Robot.
Como ya debe haber quedado claro, estas intervenciones son totalmente innecesarias en lo que se refiere a la defensa del discurso del blog. La línea editorial del Robot depende de forma independiente e inalterable de los designios de su Administrador, con independencia de lo que expresen los lectores comentaristas.
Sin embargo, yo mismo me he enzarzado en discusiones con esos mismos comentaristas.
Con toda sinceridad les confesaré que las tres razones principales que a veces me impulsan a entrar a discutir en el espacio de comentarios son: la soberbia, la reacción airada ante aquello que considero una mentira o una manipulación indignante…y la diversión maliciosa.
Ese monstruo llamado soberbia te lleva a reaccionar airadamente ante las apelaciones de aquellos a los que muchas veces consideras unos idiotas inferiores a ti, cuando te discuten con argumentos absurdos y un tono despreciativo. Esta es una reacción de orgullo exacerbado criticable en todos los aspectos, básicamente porque si consideras que alguien es idiota y decides discutir con él, te pones a su altura y tu también te conviertes en un idiota. Es el efecto que tiene la soberbia.
Otras reacciones responden a la sensación de indignación ante alguien que parece comentar con la única intención de distorsionar tus palabras y manipular así a los demás. Es una reacción absurda, que por lo visto forma parte de la inherente paranoia del poderoso (combinada con la prepotencia), que muchas veces invita a reacciona ante un opositor sin poder real, como si realmente fuera una amenaza.
Y por último, está la diversión maliciosa de pinchar a los comentaristas que te caen mal o que te parecen tontos, para ver cómo reaccionan; y visto en frio, esa es una actitud bastante despreciable, propia de un diosecillo menor, como esos nilñatos bienestantes que a veces disfrutan pinchando o humillando a los indigentes o a los pobres.
Si hacemos caso a estas reacciones por parte del Administrador del blog, también podemos intuir como algunas veces pueden reaccionar las personas con poder real, hacia aquellos que realmente no tienen ninguno.
Y eso nos lleva a concluir que su único punto de debilidad, es posiblemente su carácter humano y sus defectos asociados, especialmente los relacionados con sus sentimientos de superioridad.
Y para ir terminando, añadir otro fenómeno curioso que también se puede detectar en el espacio de comentarios y que tiene un reflejo en la realidad.
LOS APOLOGISTAS DE LA TIRANÍA
Se trata de la aparición de comentaristas que piden mano dura hacia los demás comentaristas, y que aconsejan al administrador que no deje comentar libremente y que imponga restricciones inmediatas a la libertad de expresión, aludiendo al buen funcionamiento del blog y por lo tanto, del sistema.
Este tipo de comentaristas, se quejan del bajo nivel de otros comentaristas, a los que, según su criterio, no se deberia dejar expresarse por su bajeza. Incluso hemos visto comentarios en el blog, que precisamente pedían la eliminación del espacio de comentarios, directamente.
Bien, este tipo de personas, también nos las encontramos en el mundo real.
¿Cuantas veces han oído a algun conocido decir cosas como: “aquí lo que hace falta es acabar con esta puta democracia y que venga alguien (un dictador) que ponga un poco de orden”?
¿por qué los que hablan de la conspiración gay no dicen que este tipo era un mariquita?
¿Cuantas veces han oido decir que la democracia es un mal y que con una dictadura o un hombre fuerte que mande y ordene, todo iría mejor?
Este tipo de personas, son los apologistas del orden absoluto.
Personas defensoras del sistema y del orden ante todo, y que creen que con una especie de dictadura ferrea todo iría mejor.
Personas que inconscientemente piensan que ellos no formarían parte del grupo de los prohibidos o de los perseguidos por el poder tiránico.
Cuando he visto algunos de estos comentarios, una de las preguntas que me he hecho como Administrador del blog ha sido “¿Y a ti qué te hace pensar que cuando empiece a expulsar a gente, tú no serás el primero?”
CONCLUSIÓN FINAL
Bien, les he (o hemos) presentado un conjunto de reflexiones sobre cómo funciona nuestra realidad, basadas en una experiencia propia tan personal como la Administración de un blog como este.
Y habrán notado que en el fondo, no son ni cómodas ni convenientes para alguien que administra una web como esta.
Por lo tanto, son sinceras.
La conclusión final a la que hemos llegado, es que ni los lectores ni los comentaristas tienen la capacidad real de alterar el discurso de la web, a no ser que se lo permita el Administrador a través de una concesión voluntaria.
Es decir, realmente no podemos cambiar la configuración del sistema en el que vivimos desde nuestra posición.
Ahora habrá quien piense que estamos tratando de convencer a los lectores de que es imposible vencer a las élites y que el Robot les está diciendo que deben resignarse.
Pero es precisamente lo contrario: lo que pretende este texto, es que dejemos de engañarnos a nosotros mismos y si realmente queremos cambiar las cosas, tengamos amplitud de miras y vayamos más allá de lo que parece evidente.
El sistema no cambia. No puede cambiarse desde dentro, desde la posición del subyugado. Es como empujar un autobús estando sentado dentro.
Creerlo, es una fantasía.
La única forma de cambiar el sistema y de arrebatarle el poder a los que los sustentan, es abandonarlo, que equivale a destruirlo.
Y crear algo nuevo, que no funcione con las dinámicas del sistema actual.
En la analogía del blog, eso equivaldría a crear una web nueva, en la que no se repitieran ninguno de los roles que determinan el blog actual.
Un espacio nuevo en el que no hubiera un Administrador y unos lectores, sino en el que todo el mundo fuera administrador, lector y comentarista a la vez y en el que el discurso o línea del blog fuera el conjunto de todos los discursos combinados.
Un mundo nuevo, en el que las personas decidan ser por sí mismas, algo diferente, independiente y dotado de un poder intransferible para determinar su propio discurso.
Y como ya vengo diciendo desde hace unos años en la Gazzetta del Apocalipsis, eso solo es posible a través de una revolución individual, dentro de cada uno de nosotros.
¿Es difícil? Si ¿Es utópico? Probablemente
Pero es que la otra opción, simplemente, NO ES.
No existe.
No hay cambio posible del sistema, desde dentro del sistema.
No existe el Administrador bueno, ni la linea editorial justa, basada en “ideologías positivas” frente a “líneas editoriales malvadas”.
Solo existen Administradores que gobiernan a su antojo y obedientes lectores a los que, en el mejor de los casos, se les permite abrir la boca para que tengan la ilusión de que participan del discurso.
Si con esto se conforman y quieren seguir siendo comentaristas irrelevantes y lectores silenciosos, perfecto.
Pero si realmente quieren cambiar el mundo, empiecen a pensar seriamente en qué pasos debemos dar para dejar de estar subyugados por los Administradores de nuestra realidad…
EL ROBOT PESCADOR
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