El arte de la guerra
Steve Bannon, ex estratega de Donald Trump y teórico del populismo nacional, expresó su apoyo entusiasta a la alianza del Lega con el Movimiento de 5 estrellas por "el gobierno del cambio". En una entrevista, declaró: "La cuestión fundamental, en Italia en marzo, fue la cuestión de la soberanía. El resultado de las elecciones fue poner en ejercicio a los ciudadanos italianos que desean recuperar la soberanía y el control sobre su país, y poner un poner fin a las reglas provenientes de Bruselas. "( Sky TG24, May26 )
Sin embargo, no dice "Poner fin a las reglas provenientes de Washington".
No es solo la Unión Europea, dominada por los poderosos círculos económicos y financieros, particularmente en Alemania y Francia, lo que está presionando a Italia para que oriente sus elecciones políticas, temiendo una ruptura en las "reglas" que sirven a sus intereses.
También se ejerce una fuerte presión sobre Italia, de una manera menos evidente pero no menos intrusiva, por los Estados Unidos, que teme una ruptura en las "reglas" que subordinan a Italia a sus intereses económicos y estratégicos.
Esto es parte de las políticas que Washington ha adoptado hacia Europa, a través de diferentes administraciones y con diferentes métodos, persiguiendo el mismo objetivo: mantener a Europa bajo la influencia de los EE. UU.
La OTAN es un instrumento clave de esta estrategia. En el artículo 42 del Tratado de Maastricht, se establece que la UE "respetará las obligaciones de determinados Estados miembros, que ven su defensa común representada por la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN)". Y el Protocolo 10, relativo a la cooperación, establece que La OTAN "seguirá siendo la base de la" defensa "de la Unión Europea.
Hoy, 21 de los 27 países de la UE (después del Brexit), que suman alrededor del 90 por ciento de la población de la Unión, forman parte de la OTAN, cuyas "reglas" han permitido a Estados Unidos mantener el puesto de Comandante Supremo Aliado en Europa. y todos los demás comandos clave desde 1949. Permiten que los Estados Unidos determinen las elecciones políticas y estratégicas de la Alianza, con acuerdos hechos bajo la mesa especialmente con Alemania, Francia y Gran Bretaña, y luego que sean aprobados por el Consejo del Atlántico Norte, donde de acuerdo con las "reglas" de la OTAN no hay voto o decisión de la mayoría, pero las decisiones siempre se toman por unanimidad.
La entrada de países de Europa del Este en la OTAN, incluyendo Ucrania y Georgia, que una vez fueron miembros del Pacto de Varsovia, la Federación Yugoslava y también la URSS, ha permitido a Estados Unidos ejercer control sobre estos países, y de hecho ya son miembros de la OTAN , se contrajo más con Washington que con Bruselas.
De este modo, Washington ha podido forzar a Europa a una nueva Guerra Fría, convirtiéndola en la primera línea de una confrontación cada vez más peligrosa con Rusia, que funciona en los intereses políticos, económicos y estratégicos de los Estados Unidos.
Es emblemático el hecho de que, en la semana en que Europa debatió amargamente la "cuestión italiana", la 1ª Brigada Acorazada de la 1ª División de Caballería de EE. UU. De Fort Hood en Texas, aterrizó en Amberes (Bélgica) sin provocar ninguna reacción significativa. Aproximadamente 3.000 soldados aterrizaron, con 87 tanques Abrams M-1, 125 vehículos de combate Bradley, 18 cañones Paladin autopropulsados, 976 vehículos militares y otros equipos, que serán desplegados en cinco bases en Polonia y enviados desde allí cerca de territorio ruso.
Esto continúa "mejorando la preparación y el poder letal de las fuerzas estadounidenses en Europa", que recibió 16.500 millones de dólares desde 2015.
Justo cuando los tanques enviados desde Washington aterrizaban en Europa, Steve Bannon alentó a los italianos y europeos a "recuperar su soberanía" desde Bruselas.
(Este artículo apareció por primera vez en il Manifesto, 29 de mayo de 2018)
Traducción: John Catalinotto
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